En un artículo publicado recientemente en la revista American Journal of Psychiatry, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y de la Universidad de Columbia proporcionan la primera prueba de que las anormalidades del cerebro asociadas con el riesgo de esquizofrenia se detectan ya en recién nacidos de tan sólo unas pocas semanas de vida.
En este estudio se utilizó el ultrasonido y la resonancia magnética para examinar el desarrollo del cerebro en 26 bebés nacidos de madres con esquizofrenia. Tener un pariente de primer grado con la enfermedad aumentaba el riesgo de esquizofrenia. Entre los chicos, los bebés con alto riesgo tenían cerebros y los espacios entre los ventrículos laterales más grandes que los bebés de madres sin enfermedad psiquiátrica. No se encontraron diferencias en el tamaño del cerebro de las niñas. Este hecho podría estar relacionado con el hecho de que la esquizofrenia es más comun, y, a menudo, más grave, en los hombres.
Estos resultados no significan, necesariamente, que los niños con cerebros más grandes desarrollarán esquizofrenia
Palabras clavebebésEsquizofreniaResonancia magnéticaUltrasonido CategoriasNeuropediatríaNeuropsiquiatría