El tratamiento con rituximab puede aumentar el riesgo de leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP) en pacientes con artritis reumatoide. En los pacientes tratados con este fármaco es necesaria la evaluación de nuevos y progresivos déficits neurológicos para permitir un diagnóstico precoz. En un artículo, publicado en la revista Archives of Neurology, se describen cuatro casos de una población estimada de 129.000 expuestos a rituximab.
Todos los pacientes recibieron dos infusiones de 1.000 mg del fármaco en intervalos de dos semanas, durante un máximo de cinco años. Tres pacientes desarrollaron síntomas de PML entre los cinco y siete meses después de recibir rituximab, mientras que el cuarto desarrolló LMP 16 meses más tarde. Los síntomas incluyen disestesia, disfasia, declive cognitivo, ataxia, temblor distónico focal y mioclonías segmentarias. Algunos pacientes no presentaban el virus JC en el líquido cefalorraquídeo en la prueba inicial, aunque tres de ellos finalmente dieron positivo, y el cuarto requirió una biopsia cerebral para confirmar el diagnóstico.
Palabras claveArtritis reumatoideLeucoencefalopatía multifocal progresivaRituximab CategoriasInfecciones