Los resultados de un estudio aleatorizado, conocido como el Locomotor Experience Applied Post-Stroke o LEAPS, que se publican en la revista The New England Journal of Medicine, muestran que aunque tras un ictus todos los pacientes consiguen unos beneficios similares en la recuperación de la marcha, la terapia física es más práctica y tiene menos riesgos que el entrenamiento locomotor.
Todos los grupos estudiados lograron avances similares en la velocidad al caminar, en la recuperación motora, el equilibrio, el estado funcional y la calidad de vida. Sin embargo, al compararlo con el entrenamiento locomotor, el entrenamiento en casa requiere equipos menos costosos, su aplicación necesita un menor número de personal, un menor entrenamiento y, además, los pacientes son más propensos a cumplir con el régimen de ejercicios establecidos.
El entrenamiento locomotor consiste en ejercicios en pasarela rodante con soporte de peso corporal para caminar, iniciado a los 2 y 6 meses después del accidente cerebrovascular. Este entrenamiento locomotor se comparó con un programa equivalente de ejercicio en casa con el objetivo de mejorar la flexibilidad, el rango de movimiento, la fuerza y el equilibrio y que fue supervisado por un fisioterapeuta.
Palabras clavecaminarEntrenamiento locomotorIctusterapia en casa CategoriasPatología vascularTrastornos del movimiento