Las mujeres son mucho más sensibles a los sonidos cuando están estresadas, según un estudio publicado en la revista PLoS One. Cuando se padece hiperacusia, algunos sonidos normales, como el traqueteo de los cubiertos o el sonido del motor de un automóvil, pueden parecer ensordecedores.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores expusieron a 208 mujeres y 140 varones, de 23-71 años, con niveles de cansancio emocional bajos, medianos o altos, a cinco minutos de estrés físico, mental y social. El estrés físico consistió en hacer que los participantes pusieran la mano en hielo. También se sometieron a una prueba de estrés mental y se les observó en una situación social estresante. Aunque ninguno de los grupos tenía una sensibilidad al sonido distinta antes de la exposición al estrés, el estudio reveló que las mujeres con un nivel alto de cansancio emocional eran mucho más sensibles a los sonidos tras exponerse al estrés que otras mujeres que no estaban agotadas. Para algunas de estas mujeres, incluso las conversaciones normales eran demasiado ruidosas. En contraste, los participantes con unos niveles bajos de agotamiento en realidad eran menos sensibles al sonido tras exponerse al estrés.
El estudio concluye que los niveles de agotamiento y el estrés son factores adicionales que tendrían que tomarse en cuenta cuando se diagnostican y tratan los problemas del oído.
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