Las influencias ambientales parecen tener el mayor impacto antes de los 4 años de edad, mientras se desarrolla el sistema de circuitos cerebrales para procesar palabras nuevas. Por ello, un reciente estudio sugiere que los trastornos que causan dificultades de aprendizaje en el lenguaje deberían abordarse más tempranamente.
Los investigadores estudiaron a 108 niños con desarrollo normal entre las edades de 1 a 6 años. Mediante un escáner cerebral descubrieron que la distribución de mielina es fija a partir de los 4 años, lo que sugiere que el cerebro es más plástico a muy temprana edad. Además de facilitar que los niños sean bilingües, los resultados también sugieren que existe un momento crítico durante el desarrollo cuando la influencia ambiental en las capacidades cognitivas puede ser mayor.
Debido a que el trabajo parece indicar que los circuitos del cerebro asociados al lenguaje son más flexibles antes de los 4 años, una intervención temprana para los niños con retrasos en el lenguaje debería iniciarse antes de esa edad. Esto puede ser crítico para muchos trastornos de desarrollo, como el autismo, debido a que los problemas del lenguaje son una característica temprana común.
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