Una investigación ha descrito de forma matemática la propagación de las proteínas mal plegadas, que se relacionan con el envejecimiento y trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer. El modelo es similar a la propagación de enfermedades epidémicas en la sociedad.
Según los autores, si las proteínas mal plegadas no pueden eliminarse de una región cerebral, comienzan a reproducirse y a propagarse a regiones vecinas o anatómicamente conectadas. En cierto sentido, siguen un patrón muy similar a la propagación de las enfermedades infecciosas en una población de individuos inicialmente sanos. Igual que el foco infeccioso inicial se extiende a través de contactos sociales, estas proteínas lo hacen por conexiones nerviosas. El estudio se apoya en evidencias experimentales recientes que demuestran que las proteínas malformadas pueden viajar de unas células a otras, ya sea por el interior de las fibras nerviosas, o incluso siguiendo el movimiento de los fluidos extracelulares.
Aunque las proteínas mal plegadas no son el único componente patológico en los procesos de neurodegeneración, su control ayudaría a atenuar otras causas interrelacionadas. Los autores sugieren que es necesario prestar más atención a los problemas para ‘limpiar’ estas proteínas y tratar de combatirlos, y pretenden extender el modelo propuesto al análisis de otros factores patológicos, ya que se sabe que factores vasculares, funcionales y metabólicos, entre otros, interactúan de forma continua con las proteínas mal formadas y contribuyen de forma decisiva a la neurodegeneración.
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