Un equipo internacional de científicos ha aportado nuevos datos sobre las células madre pluripotentes, una alternativa prometedora para el tratamiento de distintas enfermedades y, en especial, de patologías inducidas por daño o degeneración de los tejidos, como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o el infarto cerebral.
El estudio revela conexiones funcionales muy importantes entre la regulación epigenética del genoma humano, las rutas de señalización celular y el fenómeno de heterogeneidad intercelular en células madre pluripotentes. Según los autores, una de las grandes barreras para la aplicación segura y exitosa de esta tecnología a entornos clínicos es la naturaleza heterogénea de las poblaciones de células madre; variaciones funcionales entre células de una misma población generan grandes diferencias en su comportamiento que podría conllevar el fallo de la terapia, e incluso el desarrollo de nuevas enfermedades.
Mediante el uso de técnicas punteras en epigenómica, los científicos han analizado la función de un regulador epigenético (Jarid2) en la creación de variabilidad intercelular en poblaciones de células madre pluripotentes. Los resultados muestran que Jarid2 es un factor esencial para que las células pluripotentes mantengan una interacción adecuada con las células de su entorno y puedan así llevar a cabo procesos de diferenciación celular de manera eficiente y coordinada. Además, Jarid2 regula la heterogeneidad y función de las células pluripotentes a través de rutas de señalización tradicionalmente implicadas en diversos tipos de cáncer, por lo que el estudio también es relevante en el contexto de esta enfermedad.
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