Un grupo de investigadores ha descrito una familia de potenciales fármacos para la enfermedad de Alzheimer que ejercen su acción a través de una estrategia innovadora. Los compuestos se basan en el alcaloide natural gramina y actúan concretamente sobre dos rutas patológicas implicadas en el daño neuronal: la fosforilación aberrante de la proteína tau y la sobrecarga del ion Ca2+.
En lugar de intervenir sobre las enzimas cinasas, los investigadores proponen promover la actividad de las enzimas fosfatasas, que son las encargadas de eliminar los iones fosfatos de las proteínas. De esta manera, se podría conseguir disolver los ovillos neurofibrilares y la neurona podría recuperar su forma y viabilidad.
Al igual que en otros trastornos neurodegenerativos, en la enfermedad de Alzheimer las neuronas afectadas presentan una elevada concentración de Ca2+, un ion que participa en la regulación de numerosos procesos metabólicos, pero una alteración de sus niveles puede conducir a la muerte neuronal. La nueva familia de compuestos derivados de la gramina, además de actuar sobre enzimas fosfatasas, también es capaz de evitar la sobrecarga de Ca2+. Mediante técnicas de fluorescencia pudo monitorizarse la elevación de Ca2+ dentro de las células, y se observó que este incremento era significativamente menor en presencia de los análogos de gramina.
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