Caso clínico. Niño africano de 8 años, con regresión motora y cognitiva progresiva: disartria, trastornos de la marcha e incontinencia urinaria/fecal. El examen físico mostró atrofia muscular y paraparesia espástica con signos piramidales. La resonancia magnética objetivó atrofia corticosubcortical, cerebelosa y del tronco cerebral, ventrículos y surcos prominentes, lesiones multifocales de la sustancia blanca (Fig. 1a) y atrofia de la médula espinal, principalmente en las columnas posteriores y laterales (Fig. 1b), lo que sugería infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), confirmada por pruebas serológicas en el niño y en su madre. La carga viral del niño era de 174.456 copias/mL, con 148 células CD4/µL, y la carga viral del líquido cefalorraquídeo, de 193.258 copias/mL, negativa para agentes oportunistas. El nivel sérico de vitamina B12 fue normal y la prueba de anticuerpos para el virus linfotrópico humano de células T tipo 1, negativa. A los 18 meses de iniciar la terapia antirretroviral, el paciente denotaba un mejor desempeño escolar, había recuperado algunas habilidades motoras y tenía una carga viral indetectable, con 836 células CD4/µL. La resonancia magnética mostró una mejoría importante (Fig. 2).
Figura 1. a) Primera resonancia magnética cerebral (T2 axial a la izquierda, FLAIR axial a la derecha) que muestra atrofia difusa y lesiones focales de la sustancia blanca; b) Resonancia magnética de médula espinal (T2 axial) que muestra, en la imagen superior, un aplanamiento del contorno bilateral posterolateral (flechas), y en la inferior, una resonancia magnética normal de la médula espinal, con un contorno más convexo.
Figura 2. Resonancia magnética cerebral realizada a los 18 meses del inicio de la terapia antirretroviral (T2 axial a la izquierda, FLAIR axial a la derecha): menor grado de atrofia, con cambios más pequeños en la sustancia blanca periventricular.
Discusión. La tetraplejía espástica o el deterioro cognitivo pueden ser los rasgos de presentación de la infección por VIH [1,2]. Esta presentación tardía se asemeja al trastorno neurocognitivo asociado al VIH en adultos, observado en estadios tardíos de la enfermedad [2], que contrasta con la forma catastrófica temprana típica de la encefalopatía por VIH [1,2].
Las complicaciones neurológicas del VIH a menudo coexisten [3]. Este paciente también presentó cambios que sugerían una mielopatía por VIH, un hallazgo tardío descrito en adultos [3,4], generalmente con atrofia de la médula espinal cervical y dorsal e hiperseñal T2 en las columnas posteriores y laterales [3,4]. En este caso, los signos piramidales en las extremidades inferiores, y particularmente la disfunción de la vejiga y el intestino, también pueden relacionarse con la mielopatía además de la encefalopatía; al existir signos de imagen sugerentes de mielopatía, era razonable excluir otras causas. Se cree que las características clínicas de la infección neurológica por VIH en niños son secundarias a la enfermedad cerebral [1], y nunca antes se había informado de hallazgos de resonancia magnética compatibles con mielopatía. Debido a que la mielopatía por VIH y la debida a la deficiencia de vitamina B12 tienen un aspecto similar en la resonancia magnética, podría especularse que el virus en sí o algunos mediadores de inflamación en la infección por VIH conducirían a una transmetilación anormal [4].
Bibliografía
↵ 1. Lyons J, Venna N, Cho TA. Atypical nervous system manifestations of HIV. Semin Neurol 2011; 31: 254-65.
↵ 2. Mitchel W. Neurological and developmental effects of HIV and AIDS in children and adolescents. Ment Retard Dev Disabil Res Rev 2001; 7: 211-6.
↵ 3. Di Rocco A, Simpson DM. AIDS-associated vacuolar myelopathy. AIDS Patient Care STDS 1998; 12: 457-61.
↵ 4. Prior DE, Song N, Cohen JA. Neuromuscular diseases associated with human immuno-deficiency virus infection. J Neurol Sci 2018; 387: 27-36.
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