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Hemos leído con agrado el trabajo de Sánchez-López et al [1] publicado recientemente en Revista de Neurología, ya que brinda una esperanza de mejor recuperación en los pacientes hipertensos que han sufrido un ictus isquémico no cardioembólico. El policosanol, o PPG como es conocido en muchas partes del mundo, posee cualidades para disminuir los niveles de colesterol sanguíneo con gran eficacia. En dicho trabajo se comprueba que el uso de este medicamento en ese grupo de pacientes permite una mejoría que no se experimenta en el grupo placebo.
Sin embargo, no queda claro en el artículo el tiempo que el paciente se encuentra ingresado y el tiempo de seguimiento. Se conoce que todo el período es de 30 días, pero no se puede delimitar claramente el momento de la salida del hospital o el alta a partir de la recuperación total del paciente.
En el diseño del estudio hay acciones, como seguir un estilo de vida saludable, con control de la presión arterial, eliminar el hábito de fumar, una dieta baja en grasas y calorías, actividad física sistemática y eliminar el consumo de alcohol, que no pueden controlarse objetivamente porque dependen de la responsabilidad del paciente, ya que no está ingresado, Aunque en el diseño de este ensayo sólo cabe recomendar, la no observación de dichas acciones puede introducir resultados desfavorables para la evaluación del fármaco.
Solamente al final del diseño se conoce que los pacientes hipertensos incluidos en el estudio son aquellos que no se encuentran descompensados. Hubiera sido mejor que en el momento de señalar los objetivos del estudio se indicara, además de ser pacientes hipertensos, que eran pacientes hipertensos controlados.
En el tratamiento, al momento de conocer las variables que se pueden medir, como el consumo de policosanol, los autores señalan que es por el número de tabletas remanentes, pero no se describe cómo se puede controlar la veracidad de la información a no ser que el paciente acuda diariamente a un servicio de salud y, delante del profesional sanitario, se le indique y tome el medicamento. Lo contrario es una variable no fiable.
Los propios autores han señalado en el trabajo que han existido resultados que no coinciden con los obtenidos en este ensayo relacionados con la reducción de los valores de colesterol LDL y colesterol total. Esto puede interpretarse como que podría existir alguna variable que no se ha controlado en este o en los otros ensayos [2].
Sin embargo, el policosanol administrado a esos pacientes hipertensos controlados posee indudables efectos positivos, como la no desaparición del efecto del tratamiento, y se observa una mejoría después de seis meses de terapia, es seguro y bien tolerado, como han comunicado recientemente otros autores [3]. Todas estas ventajas brindan una esperanza para los pacientes hipertensos con ictus isquémico no cardioembólico.
Bibliografía
↵1. Sánchez-López J, Fernández-Travieso JC, Illnait-Ferrer J, Fernández-Dorta L, Mendoza-Castaño S, Mas-Ferreiro R, et al. Efectos del policosanol en la recuperación funcional de pacientes hipertensos con ictus isquémico no cardioembólico. Rev Neurol 2018; 67: 331-8.
↵2. Sánchez J, Illnait J, Más R, Mendoza S, Fernández L, Mesa M, et al. Efecto a largo plazo del policosanol en la recuperación funcional de pacientes con ictus isquémico no cardioembólico: estudio de un año. Rev Neurol 2017; 64: 153-6.
↵3. Cho KH, Kim SJ, Yadav D, Kim JY, Kim JR. Consumption of Cuban policosanol improves blood pressure and lipid profile via enhancement of HDL functionality in healthy women subjects: randomized, double-blinded, and placebo-controlled study. Oxid Med Cell Longev 2018; 2018: 4809525.
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