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Hemos leído con interés el artículo ‘Epidemiología de la miastenia grave en la península ibérica y Latinoamérica’, recientemente publicado en su revista [1]. Como punto inicial, queremos felicitar a los autores por su esfuerzo en la recolección de los estudios de cada país. La variabilidad que ellos encuentran en tasas de incidencia y prevalencia es un reflejo muy seguramente no sólo de las diferentes poblaciones consideradas, sino de las diferentes aproximaciones metodológicas empleadas.
García-Estévez et al encuentran en regiones de España, como Galicia y Cataluña, algunas de las tasas más elevadas de prevalencia de miastenia grave, con 260 y 329 casos por cada millón de habitantes [1]. Esta cifra se compara con prevalencias menores en Latinoamérica, en particular Colombia, en donde los autores recogieron información de cuatro estudios: uno proveniente de dos hospitales de Antioquia [2]; otro, de un hospital de Santander [3]; uno, basado en el consumo de piridostigmina [4]; y el cuarto, un registro nacional de enfermedades raras que los mismos autores reconocen que apenas se estaba desarrollando en el momento de la publicación [5]. Todos estos métodos, a nuestro juicio, llevan a subestimar la prevalencia real de la miastenia grave.
En Colombia, desde la reforma del sistema de salud en 1993, el Ministerio de Salud ha venido desarrollando un sistema de información denominado Sistema Integrado de Información de Protección Social [6], que ha venido siendo empleado para estudios de prevalencia de numerosas enfermedades [7-9]. Uno de sus componentes es el Registro Individual de Prestación de Servicios de Salud (RIPS), en donde se consigna toda la información relacionada con cada prestación de un servicio en salud, y está disponible para fines de investigación [6]. Con el propósito de estimar la prevalencia de la miastenia grave, se analizaron las bases de datos del RIPS utilizando el código de la Clasificación Internacional de Enfermedades, décima revisión, de la miastenia grave (G700), incluyendo todos los registros desde enero de 2017 hasta diciembre de 2021 por sexo, edad y región geográfica. En este quinquenio se atendió a 7.227 personas (mujeres, 4.615; 63,9%) con diagnóstico de miastenia grave, para una prevalencia de 143 por millón de habitantes (hombres, 105; mujeres, 181). Según lo notificado por García-Estévez et al y por otros, el número de casos en mujeres presenta una distribución bimodal, con un primer pico a los 38 años y uno segundo, más elevado, a los 56. La prevalencia en las mujeres es siempre más elevada que en los hombres hasta los 70 años, y esa diferencia se expresa más en mayores de 80 años, cuando la prevalencia alcanza 958 por millón en varones y 694 por millón en mujeres (para una media de 801). Este resultado es consistente con lo descrito en la bibliografía, que muestra una mayor prevalencia conforme avanza la edad. García-Estévez et al [1] encontraron 518 casos por millón de habitantes en mayores de 65 años en la península ibérica; en la base de datos de Colombia, la prevalencia en este grupo de edad sería cercana, con 562 por millón de habitantes.
Sobre la distribución geográfica en Colombia, se encontró que la prevalencia más alta está en Bogotá (230 por millón), seguido por Risaralda (219), Atlántico (215) y Valle del Cauca (207). Los valores tanto para Antioquia (183 frente a 28 del estudio previo) como para Santander (175 frente a 31) son más altos de lo previamente comunicado [2,3].
En resumen, nuestros resultados sugieren una prevalencia de la miastenia grave en Colombia mayor a la descrita en los cuatro estudios citados por García-Estévez et al. Adicionalmente, nuestros resultados obligan a pensar en que esta subestimación que se ha visto en Colombia podría estar sucediendo en el resto de los países de Latinoamérica, en especial cuando existen informes de prevalencias en la región que superan muchas de las estimadas en otras regiones del mundo, como, por ejemplo, la descrita en Argentina por Bettini et al [10].
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones. Al tratarse de una base de datos administrativa, puede ser sesgada por subregistro o por error en el diagnóstico o en su codificación. Sin embargo, provee un importante acercamiento a la epidemiología de la miastenia grave a nivel nacional y su distribución por sexo, edad y región geográfica.
Bibliografía
↵1. García-Estévez DA, Fraga-Bau A, García-Sobrino T, Mederer-Hengstl S, Pardo-Fernández J. Epidemiología de la miastenia grave en la península ibérica y Latinoamérica. Rev Neurol 2023; 76: 59-68.
↵2. Sánchez JL, Uribe CS, Franco AF, Jiménez ME, Arcos-Burgos OM, Palacio LG. Prevalencia de miastenia grave en Antioquia, Colombia. Rev Neurol 2002; 34: 1010-2.
↵3. Palmezano-Díaz JM, Figueroa-Pineda CL, Rodríguez-Amaya RM, Plazas-Rey LK. Prevalencia y caracterización de las enfermedades autoinmunitarias en pacientes mayores de 13 años en un hospital de Colombia. Med Int Mex 2018; 34: 522-35.
↵4. Machado-Alba JE, Calvo-Torres LF, Gaviria-Mendoza A, Mejía-Vélez CA. Prescription profile of pyridostigmine use in a population of patients with myasthenia gravis. Muscle Nerve 2017; 56: 1041-6.
↵5. Mateus HE, Pérez AM, Mesa ML, Escobar G, Gálvez JM, Montaño JI, et al. A first description of the Colombian national registry for rare diseases. BMC Res Notes 2017; 10: 514.
↵6. Rosselli D, Pantoja-Ruiz C. SISPRO: The administrative database of the Colombian healthcare system. Acta Neurol Colomb 2023; 38: 2-5.
↵7. Fernández-Ávila DG, Rincón-Riaño DN, Bernal-Macías S, Gutiérrez-Dávila JM, Rosselli D. Prevalencia y características demográficas del síndrome de Sjögren en Colombia, según información del Sistema Integral de Información de la Protección Social. Reumatol Clin 2020; 16: 286-9.
↵8. Rosselli D. La prevalencia de hipertensión arterial en Colombia. Rev Colomb Cardiol 2022; 29: 687-8.
↵9. Fernández-Ávila DG, Bernal-Macías S, Rincón-Riaño DN, Gutiérrez-Dávila JM, Rosselli D. Prevalence of systemic lupus erythematosus in Colombia: data from the national health registry 2012-2016. Lupus 2019; 28: 1273-8.
↵10. Bettini M, Chaves M, Cristiano E, Pagotto V, Pérez L, Giunta D, et al. Incidence of autoimmune myasthenia gravis in a health maintenance organization in Buenos Aires, Argentina. Neuroepidemiology 2017; 48: 119-23.
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