La depresión mayor o el estrés crónico pueden causar pérdida de volumen cerebral, una condición que contribuye a la alteración emocional y cognitiva. Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale ha descubierto un interruptor genético, el factor de transcripción GATA1, que desencadena la pérdida de conexiones cerebrales en seres humanos.
GATA 1 reprime la expresión de varios genes necesarios para la formación de conexiones sinápticas entre las células cerebrales, lo que a su vez podría contribuir a la pérdida de masa cerebral en la corteza prefrontal.
Se analizaron tejidos cerebrales donados de pacientes deprimidos y no deprimidos y se buscaron distintos patrones de activación de genes. El cerebro de los pacientes que habían estado deprimidos exhibía menores niveles de expresión de los genes requeridos para la función y estructura de las sinapsis cerebrales (CALM2, SYN1, RAB3A, RAB4B y TUBB4).
En ratones, cuando se hubo activado GATA1, los animales mostraron síntomas depresivos, lo cual sugiere que GATA1 desempeña un papel no sólo en la pérdida de las conexiones neuronales, sino también en los síntomas de la depresión.
Palabras claveDepresiónEstrés CategoriasNeuropsiquiatría