Una nueva investigación sugiere que el hábito de tomar alimentos lácteos bajos en grasa podría vincularse con un ligero riesgo de desarrollar enfermedad de Parkinson (EP), aunque el efecto fue modesto y la investigación no se diseñó para probar causalidad.
Los científicos analizaron datos de dos estudios prospectivos de cohortes, el Nurses’ Health Study (n = 80.736) y el Health Professionals Study (n = 48.610), con un total de 26 y 24 años de seguimiento, respectivamente. Al término del seguimiento, 1.036 personas habían sido diagnosticadas de EP.
De las 5.830 personas que consumían al menos tres raciones diarias de lácteos bajos en grasa, apenas un 1% desarrolló EP durante el seguimiento. Con todo, quienes consumían al menos tres raciones diarias de lácteos bajos en grasa tenían un riesgo un 34% más elevado de desarrollar EP en comparación con las personas que sólo consumían una ración al día. Al observar específicamente el consumo de leche, los investigadores encontraron que tomar más de una ración diaria de leche desnatada o semidesnatada se vinculaba con una probabilidad un 39% mayor de desarrollar EP. Esa asociación no se observó con el consumo de productos lácteos con toda la grasa, como la leche entera.
Palabras claveLácteosParkinson CategoriasNeurodegeneraciónTrastornos del movimiento