Ser mujer aumenta el riesgo de padecer esclerosis múltiple, enfermedad sobre la que diversos factores biopsicosociales (estrés psicológico, apoyo social percibido, bienestar psicológico, estrategias de afrontamiento) pueden tener un impacto clínico. Un reciente estudio ha valorado cómo afecta el manejo del estrés en la esclerosis múltiple remitente recurrente y ha analizado las diferencias de sexo tanto en el manejo del estrés como en el rendimiento cognitivo de los pacientes.
Los investigadores evaluaron a 42 pacientes mediante la Brief Repeatable Battery of Neuropsychological Tests, cuatro cuestionarios psicosociales y el inventario de depresión de Beck. Se realizaron dos análisis principales: comparación de medias entre hombres y mujeres para variables clínicas, neuropsicológicas y psicosociales, y análisis de correlación entre variables psicosociales y clínicas de la enfermedad tanto en la muestra en su conjunto como con las submuestras de hombres y mujeres.
Se observaron diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a tasa de brotes y rendimiento en el dominio atención/funciones ejecutivas. Los análisis de correlación mostraron un mayor peso de la relación entre las variables clínicas y psicosociales cuando se dividió el grupo por sexos. No se detectó un estilo de estrategia de afrontamiento predominante en la esclerosis múltiple, pero sí se apreció que las mujeres tienen mayor tendencia a autoinculparse.
Según los autores, debe destacarse la importancia de estudiar cognitiva y psicosocialmente la esclerosis múltiple remitente recurrente, diferenciándola por sexo.
Palabras claveEsclerosis múltipleFactores psicosocialesRendimiento cognitivoSexo CategoriasEsclerosis múltiple