Durante el sueño profundo, grandes poblaciones de neuronas de la corteza cerebral y de estructuras cerebrales subcorticales descargan impulsos eléctricos de forma simultánea. Este fenómeno son las oscilaciones lentas, es decir, ‘oleadas’ de actividad neuronal que viajan de un punto a otro de la corteza una vez cada uno a cuatro segundos. Una investigación ha permitido descubrir anomalías en esta actividad en ratones con un deterioro cognitivo similar a la enfermedad de Alzheimer por envejecimiento precoz.
Estas oscilaciones sirven para consolidar la memoria, la plasticidad sináptica y para el mantenimiento metabólico y celular, entre otras funciones. Los científicos han detectado una disminución de la frecuencia de las oscilaciones que, además, fueron más irregulares y con un menor contenido de altas frecuencias de 15 a 100 Hz.
El estudio señala que estos cambios también se han registrado en pacientes con la enfermedad de Alzheimer por lo que, según los autores, el modelo animal podría servir para estudiar la patología. La relación entre las oscilaciones lentas y las enfermedades neurodegenerativas es doble. Cuando existen patologías que alteran los circuitos corticales, a menudo se reflejan en la alteración de esta actividad. Además, las modificaciones de las ondas estarán probablemente asociadas a problemas del sueño, lo que puede influir en el desarrollo de alguna patología.
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