Los adultos mayores que han perdido el sentido del olfato parecen tener un riesgo más elevado de demencia, según una investigación longitudinal a largo plazo.
El estudio incluyó a 2.906 participantes de 57 a 85 años, en quienes se evaluó la capacidad de identificar cinco olores comunes. El 78% de los participantes identificó correctamente al menos cuatro de los cinco olores; un 14% identificó tres de los olores; un 5%, sólo dos; un 2%, sólo uno, y un 1% no identificó olor alguno.
Cinco años después de la prueba, los participantes que no pudieron identificar al menos cuatro de los cinco olores tenían más del doble de probabilidades de sufrir demencia, en comparación con los que tenían un sentido del olfato normal (odds ratio: 2,13; IC 95%: 1,32-3,43). Casi todos los participantes que no pudieron identificar ni un solo olor habían sido diagnosticados de demencia, junto con un 80% de los que sólo identificaron uno o dos olores.
Según los autores, un declive en la capacidad de oler, pero también en la función sensorial de forma más amplia, podría constituir una importante señal temprana de riesgo más alto de demencia.
Palabras claveDemenciaolfato CategoriasDemenciaNeurodegeneración