Un trasplante de células madre hematopoyéticas podría ayudar a algunas personas con esclerosis múltiple remitente recurrente (EMRR) cuando las terapias modificadoras de la enfermedad no logran frenar su progresión.
El estudio se centró en 110 pacientes con esclerosis múltiple remitente recurrente, cuyos síntomas se habían exacerbado al menos dos veces en el año anterior a pesar del tratamiento farmacológico, que habían intentado con una media de tres medicamentos. Los investigadores aleatorizaron a los pacientes en dos grupos: 55 siguieron probando otros fármacos (natalizumab, interferón, acetato de glatiramero) y 55 recibieron un trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas.
Durante un seguimiento medio de tres años, la enfermedad progresó en 34 de los 55 pacientes en tratamiento farmacológico, en comparación con solo tres de los 55 sujetos que recibieron el trasplante de células madre, y la calidad de vida de éstos también mejoró. Cuando estos pacientes calificaron su calidad de vida en una escala estándar, el grupo del trasplante reportó una mejora media de 20 puntos un año más tarde. Esas calificaciones bajaron entre los pacientes que tomaban medicamentos.
Aunque ningún paciente falleció, los trasplantes de células madre conllevan riesgos, como infecciones graves, incluso letales. Además, los pacientes del estudio no habían tomado aún los fármacos más recientes para la esclerosis múltiple, como el ocrelizumab.
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