Un tratamiento basado en una hormona, la vasopresina, administrada como aerosol nasal, podría mejorar la función social en personas con trastornos del espectro autista (TEA).
Durante cuatro semanas, los investigadores trataron con vasopresina a 17 niños con TEA, mientras que a otros 13 niños autistas les administraron un aerosol placebo inactivo. Los participantes de 6 a 9,5 años recibieron una dosis máxima diaria de 24 UI, y los de 9,6 a 12,9 años, una dosis máxima diaria de 32 UI.
Los niños tratados con vasopresina mostraron un aumento en la conducta social, según los resultados obtenidos mediante la escala de respuesta social. También mostraron mejora en la comunicación social, fueron más capaces de interpretar los estados emocionales y mentales de los demás, y tuvieron una reducción en los síntomas relacionados con el autismo, como la ansiedad y las conductas repetitivas.
Los receptores de la vasopresina en el cerebro están en áreas que tienen relevancia social y que se ha identificado que regulan el funcionamiento social. Según los autores, se ha objetivado que existe un nivel bajo de vasopresina en el líquido cefalorraquídeo de las personas con TEA, y mientras más bajos son los niveles de vasopresina, más acentuada es la gravedad de los síntomas.
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