Las personas con insomnio presentan cambios en el rendimiento cognitivo y la estructura cerebral, especialmente en la sustancia blanca y algunas regiones que se afectan en etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer (EA).
La investigación ha analizado datos de calidad de sueño, resultados en pruebas cognitivas y de neuroimagen de 1.683 adultos sin alteraciones cognitivas. De ello, 615 (36,5%) tenían insomnio. Tras comparar el grupo de pacientes con insomnio con el de personas con un sueño normal, los resultados muestran que el insomnio se relaciona con un peor resultado en pruebas cognitivas. Especialmente, se ha descrito una reducción en algunas funciones ejecutivas, como la memoria de trabajo.
Además, gracias a imágenes de resonancia magnética, el estudio demuestra que los participantes con insomnio presentan un menor volumen en algunas regiones cerebrales, entre ellas, el precúneo o corteza cingulada posterior, que se hallan afectadas en etapas tempranas de la EA. También se han hallado cambios en la sustancia blanca, lo que sugiere la presencia de procesos de inflamación cerebral que podrían desempeñar un papel clave en la asociación entre la calidad del sueño y la EA.
Finalmente, se analizó la relación entre el insomnio y la variante genética APOE-ε4. Los resultados demuestran que los efectos del insomnio sobre el cerebro están potenciados en personas portadoras de APOE-ε4 y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de desarrollar la EA.
Palabras claveAlzheimerInsomnio CategoriasDemenciaSueño