Un ensayo clínico para la esclerosis múltiple ha implantado con éxito un nuevo tipo de metodología que permite estudiar múltiples fármacos a la vez. Aunque ninguno de los medicamentos ensayados ha resultado ser eficaz, la investigación ha demostrado que esta estrategia de ensayo es viable y que puede aplicarse para acelerar la búsqueda de nuevos tratamientos para la esclerosis múltiple y otros trastornos neurodegenerativos.
El ensayo, que ha contado con la participación de 445 voluntarios, tenía como objetivo comprobar si tres fármacos (amilorida, fluoxetina y riluzol), administrados cada uno a un grupo distinto de pacientes, podían ser eficaces contra la esclerosis múltiple secundaria progresiva. Aunque el resultado ha sido negativo, el hecho de haber ensayado los tres fármacos de forma simultánea constituye un paso adelante significativo, ya que abre un nuevo paradigma para reducir los costes de los ensayos y hacerlos más viables.
Otra de las novedades que ha aportado el trabajo es la automatización en el análisis de las imágenes médicas mediante algoritmos, que ha contribuido a aumentar la fiabilidad de los resultados. Según los autores, la automatización permite que el trabajo de los expertos no sea realizar la evaluación en sí, sino comprobar que está bien, una tarea menos propensa a errores.
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