Las personas con grandes espacios perivasculares cerebrales alrededor de los vasos sanguíneos pequeños pueden tener más probabilidades de desarrollar problemas cognitivos y demencia con el tiempo, según un nuevo estudio publicado en Neurology. Los espacios perivasculares están involucrados en la eliminación de desechos y toxinas del cerebro y pueden estar asociados con los cambios cerebrales asociados con el envejecimiento.
En el estudio participaron 414 personas con una edad media de 80 años, que realizaron pruebas cognitivas de las habilidades de pensamiento y memoria y se les evaluó la presencia de demencia al comienzo del estudio y cada dos años durante ocho años.
Los investigadores encontraron que las personas con mayor cantidad de espacios perivasculares agrandados en ambas áreas del cerebro tenían casi tres veces más probabilidades de desarrollar demencia durante el estudio que las personas con menos o ningún espacio agrandado.
Los autores concluyen que estos resultados sugieren que existe un mecanismo independiente para los espacios perivasculares como biomarcador de deterioro cognitivo y demencia, además de ser un marcador general de enfermedad en los vasos pequeños, aunque subrayan que la existencia de estos espacios perivasculares agrandados no son la causa de estos problemas, pero si confirman la asociación entre ellos.
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