Los neurocientíficos han obtenido nuevos conocimientos sobre cómo el cerebro evolucionó hasta estar preparado para el lenguaje. En comparación con los cerebros de los chimpancés, el patrón de conexiones de las áreas del lenguaje del cerebro humano se ha ampliado más de lo que se suponía, según publican investigadores de la Universidad de Radboud (Países Bajos) y la Universidad de Oxford (UK) en PNAS.
Entender qué parte del cerebro podría haber permitido esta capacidad única, el lenguaje, ha inspirado a los investigadores durante años. Sin embargo, hasta ahora, su atención se centraba principalmente en el fascículo arqueado, que conecta los lóbulos frontal y temporal, que además de mostrar diferencias significativas entre especies, es bien conocido por estar implicado en la función del lenguaje. Para estudiar las diferencias entre el cerebro humano y el de los chimpancés, los investigadores utilizaron escaneos de 50 cerebros humanos y 29 cerebros de chimpancés escaneados de forma similar a los humanos, pero bajo anestesia bien controlada y como parte de sus revisiones veterinarias rutinarias. En concreto, utilizaron la imagen ponderada por difusión (DWI), que obtiene imágenes de la sustancia blanca.
Con estas imágenes, exploraron la conectividad de las áreas media anterior y posterior del lóbulo temporal, descubriendo que, mientras que la conectividad de las áreas temporales medias posteriores en los chimpancés se limita principalmente al lóbulo temporal, en los humanos surgió una nueva conexión hacia los lóbulos frontal y parietal utilizando el fascículo arqueado como vía anatómica. Por todo ello se concluye que estos resultados implican que el fascículo arqueado seguramente no es el único impulsor de los cambios evolutivos que preparan al cerebro para una capacidad lingüística plena.
Palabras claveCapacidad lingüísticaFascículo arqueadoLóbulo frontalLóbulo temporalSustancia blanca CategoriasNeurociencia básicaNeurología del Lenguaje y la Comunicación