Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston (EE.UU.) y de la Academia China de Ciencias Médicas & Facultad de Medicina de la Unión de Pekín, han descubierto que los distintos patrones de cambio del IMC a lo largo de la vida pueden ser un indicador del riesgo de demencia de una persona, según publican en Alzheimer's & Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association.
A través del Framingham Heart Study, se siguió a un grupo de participantes durante 39 años y se midió su peso aproximadamente cada 2-4 años. Los investigadores compararon distintos patrones de peso (estable, aumento, pérdida) entre los que sufrieron demencia y los que no. Descubrieron que la tendencia general de disminución del IMC se asociaba a un mayor riesgo de desarrollar demencia. Sin embargo, tras una exploración más detallada, hallaron un subgrupo con un patrón de aumento inicial del IMC seguido de un descenso del IMC, ambos ocurridos en la mediana edad, que parecía ser fundamental para la asociación entre el descenso del IMC y la demencia.
Los autores señalan que, para las personas, los familiares y los médicos de atención primaria, es relativamente fácil controlar el peso. Si después de un aumento constante de peso, habitual a medida que se envejece, se produce un cambio inesperado hacia la pérdida de peso después de la mediana edad, sería bueno consultar con el médico y averiguar por qué. Están surgiendo algunos tratamientos potenciales cuya detección precoz podría ser decisiva para la eficacia de cualquiera de ellos a medida que se aprueben y estén disponibles.
Palabras claveAumento y pérdida de pesoDemenciaIMC CategoriasDemenciaNeurodegeneración