Un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland (EE.UU.) ha revelado que caminar refuerza las conexiones dentro de tres redes cerebrales, entre ellas una asociada al Alzheimer. Publicada en Journal for Alzheimer's Disease Reports, la investigación ha examinado los cerebros y la capacidad de recordar historias de mayores con una función cerebral normal y de los diagnosticados con deterioro cognitivo leve.
El estudio incluyo a 33 participantes, de edades comprendidas entre los 71 y los 85 años, que caminaron supervisados en una cinta de correr 4 días a la semana durante 12 semanas. Antes y después de este régimen de ejercicios, los investigadores pidieron a los participantes que leyeran una historia corta y luego la repitieran en voz alta con el mayor número de detalles posible. Los participantes también se sometieron a una resonancia magnética funcional (RMf) para que los investigadores pudieran medir los cambios en la comunicación dentro y entre las tres redes cerebrales que controlan la función cognitiva: la de modo por defecto, la frontoparietal y la de saliencia. Tras las 12 semanas de ejercicio, los investigadores repitieron las pruebas y observaron mejoras significativas en la capacidad de los participantes para recordar historias. La actividad cerebral era más fuerte y estaba más sincronizada, lo que demuestra que el ejercicio puede inducir realmente la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse.
Por otra parte, otro estudio, realizado por la Universidad Atlántica de Florida (EE.UU.) y el CINVESTAV (México), ofrece una visión novedosa de los beneficios del ejercicio a nivel cerebral. Los investigadores se centraron en los efectos de correr a largo plazo sobre una red de nuevas neuronas del hipocampo que se generaron en ratones adultos jóvenes, a mediana edad. Estos ratones demuestran que correr durante la mediana edad mantiene conectadas las neuronas nacidas en la edad adulta, lo que puede prevenir o retrasar la pérdida de memoria y la neurodegeneración relacionadas con el envejecimiento.
Los resultados del estudio, titulado “Running throughout Middle-Age Keeps Old Adult-Born Neurons Wired” y publicado en eNeuro, muestran que correr a largo plazo aumentaba significativamente el número de neuronas nacidas en la edad adulta y potenciaba el reclutamiento de células presinápticas (sub)corticales en su red, de tal forma que los autores concluyen que correr a largo plazo puede mejorar la capacidad de separación de patrones, entendida como la habilidad para distinguir entre eventos y estímulos muy similares, un comportamiento estrechamente vinculado a la neurogénesis adulta, que se encuentra entre los primeros en mostrar déficits indicativos del declive de la memoria relacionado con la edad.
Palabras claveAlzheimerCorrerDeterioro cognitivoMemoria CategoriasDemenciaNeurodegeneraciónNeurogeriatría