Introducción El aumento de la supervivencia en pacientes afectos de un ictus y el acortamiento de la estancia hospitalaria ha conducido a un aumento de los cuidados domiciliarios y a problemas de ajuste adicionales para el sujeto crónicamente discapacitado por un ictus y para su cuidador principal. Material y métodos. Se han evaluado 90 unidades paciente/cuidador procedentes de la Unidad de Ictus del Hospital Universitario San Carlos de Madrid al año del ictus. Administramos a 80 cuidadores la escala de sobrecarga de Zarit, el cuestionario de salud SF-36 y el cuestionario de calidad de vida para cuidadores.

Resultados La sobrecarga del cuidador al año, medido por la escala de Zarit, se correlacionó con el déficit neurológico según la escala Escandinava (p= 0,003), la discapacidad por el índice de Barthel (p< 0,0001), sexo mujer (p= 0,0009) y estado anímico (p= 0,0001) de los pacientes. Las categorías del perfil de Salud SF­36 más afectas fueron salud mental, vitalidad, dolor y salud general con valores medios de 61-62; por sexos, las mujeres puntuaban peor en la categoría dolor (p= 0,01) y función física (p= 0,005). Un 42% reconocían que su papel era emocionalmente agotador y un 56% se encontraban bajos de moral según el cuestionario de calidad de vida de cuidadores.

Conclusiones La sobrecarga que experimentan los cuidadores de los pacientes con ictus afecta considerablemente su estado emocional y sus relaciones sociales. Su evaluación es necesaria para prevenir efectos patológicos de la sobrecarga crónica en cuidadores