Los estudios de incidencia de la epilepsia muestran unas cifras de entre 40 y 70 por 100.000 habitantes mientras que en los de prevalencia, ésta se sitúa entre 5 y 7 casos por 1.000. La enfermedad cerebrovascular es la causa más frecuente de crisis epilépticas en los países desarrollados, incrementándose de forma marcada en pacientes mayores de 60 años en los que constituye alrededor el 50% de los casos. Según el momento en que se presenten las crisis en relación con la enfermedad cerebrovascular, se pueden clasificar en: crisis heráldicas o precursor de epilepsia vascular, crisis precoces si se presentasen la primera semana y crisis tardías si aparecen posteriormente a ésta. Mientras que las crisis precoces suelen deberse a factores metabólicos y citotóxicos, las crisis tardías constituyen la auténtica epilepsia vascular. En la valoración de estos pacientes es importante también considerar el incremento de la mortalidad hospitalaria en los que presentan crisis precoces y el posible empeoramiento de los déficit neurológicos secuelares siguiendo a crisis epilépticas tardías