Review
¿Quo vadis Telemedicina?
¿Quo vadis Telemedicina?
Rev Neurol 1999
, 29(5),
478–483;
https://doi.org/10.33588/rn.2905.99325
Abstract
Introducción La Telemedicina, el conjunto de actuaciones diagnósticas, terapéuticas o de medicina social, realizadas por medios de transmisión electrónica, está en auge y muestra un futuro inmediato sorprendente e inquietante. Repasamos la situación actual y analizamos las perspectivas de futuro.
Desarrollo La Telerradiología, Telepatología, Teleoftalmología, etc. ya son una realidad en diferentes ámbitos y centros, y vocablos como Telepresencia o Cirugía robótica van abriéndose paso. Aunque por el momento Internet no soporta aplicaciones críticas en las que esté en juego la vida del paciente, el auge de las telecomunicaciones a nivel planetario está cambiando nuestros hábitos, ritmos, usos... nuestras vidas. Se trata de la transmisión inmediata de la información sin intermediarios capaces de manipularla y de la comunicación universal, fácil, libre e inmediata entre personas. Un medio sin gobernantes, sin censuras y difícil de legislar, que supone la desaparición de diversos entes sociales sometidos a estructuras limitantes de espacio y tiempo, y la aparición de otros nuevos. Estamos ante el nacimiento y desarrollo de una nueva cultura que se impondrá necesariamente –ya lo está haciendo– como sucedió con la imprenta, la democracia o las vacunas. Cooperar en el desarrollo positivo de estas nuevas tecnologías, de esta nueva cultura, y protegerla de gobernantes irresponsables, de comerciantes sin escrúpulos, de traficantes que convertirían las telecomunicaciones en nuevas barreras sociales está en nuestras manos. Hay razones para el optimismo, entre ellas la existencia de muchas personas esforzadas, inteligentes, apasionadas y casi siempre muy jóvenes, pero sumamente expertas en informática y comunicaciones, que trabajan duramente en este campo, conscientes de que el dominio de las comunicaciones es la llave del futuro.
Conclusiones Conseguir que la telemedicina sea algo mejor para la Medicina, para el médico, para el paciente y para la sociedad es algo que está en nuestras manos y de lo que no podemos desentendernos
Desarrollo La Telerradiología, Telepatología, Teleoftalmología, etc. ya son una realidad en diferentes ámbitos y centros, y vocablos como Telepresencia o Cirugía robótica van abriéndose paso. Aunque por el momento Internet no soporta aplicaciones críticas en las que esté en juego la vida del paciente, el auge de las telecomunicaciones a nivel planetario está cambiando nuestros hábitos, ritmos, usos... nuestras vidas. Se trata de la transmisión inmediata de la información sin intermediarios capaces de manipularla y de la comunicación universal, fácil, libre e inmediata entre personas. Un medio sin gobernantes, sin censuras y difícil de legislar, que supone la desaparición de diversos entes sociales sometidos a estructuras limitantes de espacio y tiempo, y la aparición de otros nuevos. Estamos ante el nacimiento y desarrollo de una nueva cultura que se impondrá necesariamente –ya lo está haciendo– como sucedió con la imprenta, la democracia o las vacunas. Cooperar en el desarrollo positivo de estas nuevas tecnologías, de esta nueva cultura, y protegerla de gobernantes irresponsables, de comerciantes sin escrúpulos, de traficantes que convertirían las telecomunicaciones en nuevas barreras sociales está en nuestras manos. Hay razones para el optimismo, entre ellas la existencia de muchas personas esforzadas, inteligentes, apasionadas y casi siempre muy jóvenes, pero sumamente expertas en informática y comunicaciones, que trabajan duramente en este campo, conscientes de que el dominio de las comunicaciones es la llave del futuro.
Conclusiones Conseguir que la telemedicina sea algo mejor para la Medicina, para el médico, para el paciente y para la sociedad es algo que está en nuestras manos y de lo que no podemos desentendernos
Resumen
Introducción La Telemedicina, el conjunto de actuaciones diagnósticas, terapéuticas o de medicina social, realizadas por medios de transmisión electrónica, está en auge y muestra un futuro inmediato sorprendente e inquietante. Repasamos la situación actual y analizamos las perspectivas de futuro.
Desarrollo La Telerradiología, Telepatología, Teleoftalmología, etc. ya son una realidad en diferentes ámbitos y centros, y vocablos como Telepresencia o Cirugía robótica van abriéndose paso. Aunque por el momento Internet no soporta aplicaciones críticas en las que esté en juego la vida del paciente, el auge de las telecomunicaciones a nivel planetario está cambiando nuestros hábitos, ritmos, usos... nuestras vidas. Se trata de la transmisión inmediata de la información sin intermediarios capaces de manipularla y de la comunicación universal, fácil, libre e inmediata entre personas. Un medio sin gobernantes, sin censuras y difícil de legislar, que supone la desaparición de diversos entes sociales sometidos a estructuras limitantes de espacio y tiempo, y la aparición de otros nuevos. Estamos ante el nacimiento y desarrollo de una nueva cultura que se impondrá necesariamente –ya lo está haciendo– como sucedió con la imprenta, la democracia o las vacunas. Cooperar en el desarrollo positivo de estas nuevas tecnologías, de esta nueva cultura, y protegerla de gobernantes irresponsables, de comerciantes sin escrúpulos, de traficantes que convertirían las telecomunicaciones en nuevas barreras sociales está en nuestras manos. Hay razones para el optimismo, entre ellas la existencia de muchas personas esforzadas, inteligentes, apasionadas y casi siempre muy jóvenes, pero sumamente expertas en informática y comunicaciones, que trabajan duramente en este campo, conscientes de que el dominio de las comunicaciones es la llave del futuro.
Conclusiones Conseguir que la telemedicina sea algo mejor para la Medicina, para el médico, para el paciente y para la sociedad es algo que está en nuestras manos y de lo que no podemos desentendernos
Desarrollo La Telerradiología, Telepatología, Teleoftalmología, etc. ya son una realidad en diferentes ámbitos y centros, y vocablos como Telepresencia o Cirugía robótica van abriéndose paso. Aunque por el momento Internet no soporta aplicaciones críticas en las que esté en juego la vida del paciente, el auge de las telecomunicaciones a nivel planetario está cambiando nuestros hábitos, ritmos, usos... nuestras vidas. Se trata de la transmisión inmediata de la información sin intermediarios capaces de manipularla y de la comunicación universal, fácil, libre e inmediata entre personas. Un medio sin gobernantes, sin censuras y difícil de legislar, que supone la desaparición de diversos entes sociales sometidos a estructuras limitantes de espacio y tiempo, y la aparición de otros nuevos. Estamos ante el nacimiento y desarrollo de una nueva cultura que se impondrá necesariamente –ya lo está haciendo– como sucedió con la imprenta, la democracia o las vacunas. Cooperar en el desarrollo positivo de estas nuevas tecnologías, de esta nueva cultura, y protegerla de gobernantes irresponsables, de comerciantes sin escrúpulos, de traficantes que convertirían las telecomunicaciones en nuevas barreras sociales está en nuestras manos. Hay razones para el optimismo, entre ellas la existencia de muchas personas esforzadas, inteligentes, apasionadas y casi siempre muy jóvenes, pero sumamente expertas en informática y comunicaciones, que trabajan duramente en este campo, conscientes de que el dominio de las comunicaciones es la llave del futuro.
Conclusiones Conseguir que la telemedicina sea algo mejor para la Medicina, para el médico, para el paciente y para la sociedad es algo que está en nuestras manos y de lo que no podemos desentendernos
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