Carcinomatosis meníngea
Introduction. Meningeal carcinomatosis is a serious complication of solid tumors, particularly adenocarcinomas of breast, lung and melanoma.
Objective. In this paper we present a review of the bibliography on this disease, with particular emphasis on etiopathogenic, clinical –especially otoneurophthalmological– diagnostic and therapeutic aspects.
Development. Meningeal carcinomatosis presents in advanced stages of cancer and has an ominous prognosis with average untreated survival of from four to six weeks. Its frequency has increased in recent years since patients with systemic cancer now live longer. The characteristic of the disease is involvement of various levels of the nervous system, including encephalic, cranial or spinal nerve and spinal symptoms. Sudden loss of vision or hearing which may progress rapidly may be the initial sign of the disease. Neuroim-aging studies (computerized axial tomography, magnetic resonance and isotope studies of cerebrospinal fluid flow) are necessary to evaluate associated metastases and detect obstruction of cerebrospinal fluid flow. Positive cerebrospinal fluid cytological findings confirm the diagnosis. Treatment should be tailored to the individual according to the clinical condition and nature of the tumour and should combine intrathecal chemotherapy and local radiotherapy, although recent studies have shown good results with systemic chemotherapy.
Conclusion. A high degree of clinical suspicion is necessary for diagnosis of this uncommon disease, with neurological signs shown to be present at different levels and the finding of malignant cells in the cerebrospinal fluid for confirmation of the diagnosis.
Objetivo En este trabajo presentamos una revisión bibliográfica de esta enfermedad, con especial atención a los aspectos etiopatogénicos, clínicos –sobre todo otoneuroftalmológicos–, diagnósticos y terapéuticos.
Desarrollo La carcinomatosis meníngea se presenta en fases avanzadas del cáncer y tiene un pronóstico ominoso con una supervivencia media sin tratamiento de cuatro a seis semanas. Su frecuencia ha aumentado en los últimos años debido a la mayor longevidad de los pacientes con cáncer sistémico. La característica de la enfermedad es la afectación de diversos niveles del sistema nervioso, con síntomas encefálicos, de nervios craneales o espinales y medulares. Una pérdida de visión o audición de instauración brusca o rápidamente progresiva puede ser la manifestación inicial de la enfermedad. Estudios de neuroimagen (tomografía axial computarizada, resonancia magnética y estudios isotópicos de flujo del líquido cefalorraquídeo) son necesarios para valorar metástasis asociadas y detectar obstrucción del flujo licuoral. La obtención de citología licuoral positiva confirma el diagnóstico. El tratamiento debe ser individualizado según el estado clínico y la naturaleza tumoral y debe combinar quimioterapia intratecal y radioterapia local, aunque estudios recientes obtienen buenos resultados con quimioterapia sistémica.
Conclusión Se requiere un alto índice de sospecha clínica para el diagnóstico de esta infrecuente enfermedad, con la demostración de signos neurológicos en distintos niveles y la obtención de células malignas en líquido cefalorraquídeo para su confirmación diagnóstica