Review
Tratamiento de la espasticidad en parálisis cerebral con toxina botulínica
Tratamiento de la espasticidad en parálisis cerebral con toxina botulínica
Rev Neurol 2002
, 34(1),
52–59;
https://doi.org/10.33588/rn.3401.2001297
Abstract
Objetivo Revisar las bases fisiopatológicas y del desarrollo, las escalas de medición y la utilidad de las inyecciones de toxina botulínica A en músculos seleccionados, para el tratamiento de niños con parálisis cerebral espástica.
Desarrollo La parálisis cerebral es la causa más común de espasticidad en niños. El aumento en longitud de un músculo se logra por medio del agregado de sarcomeras en serie a nivel de la unión musculotendinosa. La regulación del número de sarcomeras parece estar determinada por la longitud impuesta sobre el músculo. La contractura muscular consiste en un acortamiento de la longitud del músculo como consecuencia de una disminución en el número de sarcomeras. Las escalas de evaluación de la espasticidad y la función motora empleadas en niños con parálisis cerebral son: escala de espasticidad de Ashworth modificada, escala de la longitud muscular dinámica de Tardieu modificada, escala de la frecuencia de espasmos, escala de fuerza muscular modificada del Medical Research Council (MRC), escala del tono aductor de las caderas, escala global del dolor con la expresión facial afectiva representada en dibujos, medición goniométrica de los arcos de movimiento, medición de la función motora gruesa de Palisano, escala de videoanálisis de la marcha por observación. Las recomendaciones para la dosificación de la toxina botulínica son: la dosis máxima segura inyectada por visita es hasta de 15 U/kg o un total de 400 U; los músculos grandes se inyectan con 3 a 6 U/kg/visita, los músculos pequeños se inyectan con 1 a 3 U/kg/visita. La dosis máxima por sitio de inyección es de 50 U; se divide la dosis total de unidades planeadas por músculo, en cantidades iguales por sitio de inyección. La frecuencia de inyección no debe ser más de cada 3 meses, frecuentemente una vez cada 6 o más meses.
Conclusión La inyección de toxina botulínica A en niños con parálisis cerebral espástica es un procedimiento bien tolerado, seguro y eficaz dentro de las estrategias actuales para el tratamiento de la parálisis cerebral.
Desarrollo La parálisis cerebral es la causa más común de espasticidad en niños. El aumento en longitud de un músculo se logra por medio del agregado de sarcomeras en serie a nivel de la unión musculotendinosa. La regulación del número de sarcomeras parece estar determinada por la longitud impuesta sobre el músculo. La contractura muscular consiste en un acortamiento de la longitud del músculo como consecuencia de una disminución en el número de sarcomeras. Las escalas de evaluación de la espasticidad y la función motora empleadas en niños con parálisis cerebral son: escala de espasticidad de Ashworth modificada, escala de la longitud muscular dinámica de Tardieu modificada, escala de la frecuencia de espasmos, escala de fuerza muscular modificada del Medical Research Council (MRC), escala del tono aductor de las caderas, escala global del dolor con la expresión facial afectiva representada en dibujos, medición goniométrica de los arcos de movimiento, medición de la función motora gruesa de Palisano, escala de videoanálisis de la marcha por observación. Las recomendaciones para la dosificación de la toxina botulínica son: la dosis máxima segura inyectada por visita es hasta de 15 U/kg o un total de 400 U; los músculos grandes se inyectan con 3 a 6 U/kg/visita, los músculos pequeños se inyectan con 1 a 3 U/kg/visita. La dosis máxima por sitio de inyección es de 50 U; se divide la dosis total de unidades planeadas por músculo, en cantidades iguales por sitio de inyección. La frecuencia de inyección no debe ser más de cada 3 meses, frecuentemente una vez cada 6 o más meses.
Conclusión La inyección de toxina botulínica A en niños con parálisis cerebral espástica es un procedimiento bien tolerado, seguro y eficaz dentro de las estrategias actuales para el tratamiento de la parálisis cerebral.
Resumen
Objetivo Revisar las bases fisiopatológicas y del desarrollo, las escalas de medición y la utilidad de las inyecciones de toxina botulínica A en músculos seleccionados, para el tratamiento de niños con parálisis cerebral espástica.
Desarrollo La parálisis cerebral es la causa más común de espasticidad en niños. El aumento en longitud de un músculo se logra por medio del agregado de sarcomeras en serie a nivel de la unión musculotendinosa. La regulación del número de sarcomeras parece estar determinada por la longitud impuesta sobre el músculo. La contractura muscular consiste en un acortamiento de la longitud del músculo como consecuencia de una disminución en el número de sarcomeras. Las escalas de evaluación de la espasticidad y la función motora empleadas en niños con parálisis cerebral son: escala de espasticidad de Ashworth modificada, escala de la longitud muscular dinámica de Tardieu modificada, escala de la frecuencia de espasmos, escala de fuerza muscular modificada del Medical Research Council (MRC), escala del tono aductor de las caderas, escala global del dolor con la expresión facial afectiva representada en dibujos, medición goniométrica de los arcos de movimiento, medición de la función motora gruesa de Palisano, escala de videoanálisis de la marcha por observación. Las recomendaciones para la dosificación de la toxina botulínica son: la dosis máxima segura inyectada por visita es hasta de 15 U/kg o un total de 400 U; los músculos grandes se inyectan con 3 a 6 U/kg/visita, los músculos pequeños se inyectan con 1 a 3 U/kg/visita. La dosis máxima por sitio de inyección es de 50 U; se divide la dosis total de unidades planeadas por músculo, en cantidades iguales por sitio de inyección. La frecuencia de inyección no debe ser más de cada 3 meses, frecuentemente una vez cada 6 o más meses.
Conclusión La inyección de toxina botulínica A en niños con parálisis cerebral espástica es un procedimiento bien tolerado, seguro y eficaz dentro de las estrategias actuales para el tratamiento de la parálisis cerebral.
Desarrollo La parálisis cerebral es la causa más común de espasticidad en niños. El aumento en longitud de un músculo se logra por medio del agregado de sarcomeras en serie a nivel de la unión musculotendinosa. La regulación del número de sarcomeras parece estar determinada por la longitud impuesta sobre el músculo. La contractura muscular consiste en un acortamiento de la longitud del músculo como consecuencia de una disminución en el número de sarcomeras. Las escalas de evaluación de la espasticidad y la función motora empleadas en niños con parálisis cerebral son: escala de espasticidad de Ashworth modificada, escala de la longitud muscular dinámica de Tardieu modificada, escala de la frecuencia de espasmos, escala de fuerza muscular modificada del Medical Research Council (MRC), escala del tono aductor de las caderas, escala global del dolor con la expresión facial afectiva representada en dibujos, medición goniométrica de los arcos de movimiento, medición de la función motora gruesa de Palisano, escala de videoanálisis de la marcha por observación. Las recomendaciones para la dosificación de la toxina botulínica son: la dosis máxima segura inyectada por visita es hasta de 15 U/kg o un total de 400 U; los músculos grandes se inyectan con 3 a 6 U/kg/visita, los músculos pequeños se inyectan con 1 a 3 U/kg/visita. La dosis máxima por sitio de inyección es de 50 U; se divide la dosis total de unidades planeadas por músculo, en cantidades iguales por sitio de inyección. La frecuencia de inyección no debe ser más de cada 3 meses, frecuentemente una vez cada 6 o más meses.
Conclusión La inyección de toxina botulínica A en niños con parálisis cerebral espástica es un procedimiento bien tolerado, seguro y eficaz dentro de las estrategias actuales para el tratamiento de la parálisis cerebral.
Keywords
Contractura muscular
Escalas de evaluación
Espasticidad
Parálisis cerebral
Toxina botulínica
Palabras Claves
Contractura muscular
Escalas de evaluación
Espasticidad
Parálisis cerebral
Toxina botulínica