Review
Alzheimer’s disease and women
Enfermedad de Alzheimer y mujer
Rev Neurol 2002
, 35(6),
571–579;
https://doi.org/10.33588/rn.3506.2001530
Abstract
INTRODUCTION and DEVELOPMENT. This work reviews the relation between Alzheimer’s disease (AD) and women, a very interesting issue both for its socio-economic, and etiopathogenic and therapeutic aspects. Much of the prevalent research conducted in this field shows that a higher proportion of suffers from this disease are women, and in the work on incidence there is at least a tendency toward the same conclusion, especially at a very advanced age. In fact, the risk of suffering from AD is greater among women and most of the patients we attend are females, which is to a large extent associated with the fact that women live longer. However, it is possible that there are other biological factors involved and for this reason the action of estrogens on the brain and the consequences of women’s being deprived of them during menopause is of special interest.
CONCLUSIONS Different studies have shown that the administration of hormone replacement therapy (HRT) lowers the risk of suffering from this disease, although design defects make it necessary to wait for the conclusions from other research work currently being conducted. There are also data that supports the idea that HRT can be beneficial in AD if it is administered in suitable doses. Obviously gender can influence or modulate other risk factors (RF). Genetic factors are not easily modified and for this reason research is currently aimed at factors in which a strong environmental component is involved. Another very controversial possible RF is lack of schooling, but some data support the notion that its influence can be especially harmful among females. This is a very important hypothesis because women make up the greater part of the illiterate population in Spain. Finally, women are also prevalent among caregivers and, therefore, suffer AD from both angles: they must care and be cared for. The reaction to this situation seems to be gender-specific, which means that women in particular suffer the consequences of the lack of reciprocity brought about by AD –something that does not happen in other equally devastating chronic processes, but which affect the physical sphere.
CONCLUSIONS Different studies have shown that the administration of hormone replacement therapy (HRT) lowers the risk of suffering from this disease, although design defects make it necessary to wait for the conclusions from other research work currently being conducted. There are also data that supports the idea that HRT can be beneficial in AD if it is administered in suitable doses. Obviously gender can influence or modulate other risk factors (RF). Genetic factors are not easily modified and for this reason research is currently aimed at factors in which a strong environmental component is involved. Another very controversial possible RF is lack of schooling, but some data support the notion that its influence can be especially harmful among females. This is a very important hypothesis because women make up the greater part of the illiterate population in Spain. Finally, women are also prevalent among caregivers and, therefore, suffer AD from both angles: they must care and be cared for. The reaction to this situation seems to be gender-specific, which means that women in particular suffer the consequences of the lack of reciprocity brought about by AD –something that does not happen in other equally devastating chronic processes, but which affect the physical sphere.
Resumen
Introducción y desarrollo. Este trabajo revisa la relación entre la enfermedad de Alzheimer (EA) y la mujer, un capítulo muy interesante, tanto por sus aspectos socioeconómicos, como por los etiopatogénicos y terapéuticos. En efecto, gran parte de los trabajos de prevalencia muestran un predominio femenino en esta enfermedad, y en los trabajos de incidencia hay al menos una tendencia al predominio femenino, especialmente en edad muy avanzada. De hecho, el riesgo de padecer una EA es superior en el sexo femenino y la mayor parte de los enfermos que asistimos son mujeres, lo que se relaciona en gran medida con la mayor supervivencia de la mujer. No obstante, es posible que intervengan otros factores biológicos y, en este sentido, la acción de los estrógenos sobre el cerebro y las consecuencias de su deprivación durante la menopausia son muy interesantes.
Conclusiones Diversos estudios han mostrado que la administración de terapéutica hormonal sustitutiva (THS) disminuye el riesgo de padecer la enfermedad, aunque defectos de diseño hacen necesario esperar las conclusiones de otros trabajos en marcha. También existen datos que apoyan que la THS puede conseguir beneficios en la EA si se administra a dosis adecuadas. Por supuesto, el sexo puede influir o modular otros factores de riesgo (FR). Los factores genéticos se modifican poco y, por ello, se prefiere de momento dirigir la atención a los factores de fuerte componente ambiental. En este sentido, la falta de escolarización es un posible FR muy discutido, pero ciertos datos apoyan que su influencia puede ser especialmente perniciosa en el sexo femenino; este es un dato importante, porque precisamente entre los analfabetos de nuestro país predominan las mujeres. Finalmente, en lo que se refiere a los cuidadores, también aquí predominan las mujeres, que, por tanto, sufren la EA en ambas vertientes: recibir y administrar cuidados. La reacción a esta situación parece ser generoespecífica, de forma que la mujer sufre especialmente las consecuencias de la falta de reciprocidad que ocasiona la EA, algo que no ocurre en otros procesos crónicos igualmente devastadores, pero que afectan la esfera física.
Conclusiones Diversos estudios han mostrado que la administración de terapéutica hormonal sustitutiva (THS) disminuye el riesgo de padecer la enfermedad, aunque defectos de diseño hacen necesario esperar las conclusiones de otros trabajos en marcha. También existen datos que apoyan que la THS puede conseguir beneficios en la EA si se administra a dosis adecuadas. Por supuesto, el sexo puede influir o modular otros factores de riesgo (FR). Los factores genéticos se modifican poco y, por ello, se prefiere de momento dirigir la atención a los factores de fuerte componente ambiental. En este sentido, la falta de escolarización es un posible FR muy discutido, pero ciertos datos apoyan que su influencia puede ser especialmente perniciosa en el sexo femenino; este es un dato importante, porque precisamente entre los analfabetos de nuestro país predominan las mujeres. Finalmente, en lo que se refiere a los cuidadores, también aquí predominan las mujeres, que, por tanto, sufren la EA en ambas vertientes: recibir y administrar cuidados. La reacción a esta situación parece ser generoespecífica, de forma que la mujer sufre especialmente las consecuencias de la falta de reciprocidad que ocasiona la EA, algo que no ocurre en otros procesos crónicos igualmente devastadores, pero que afectan la esfera física.
Keywords
Dementia
Education
Estrogens
Female
Palabras Claves
Alzheimer
Demencia
Educación
Estrógenos
Sexo femenino