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Treatment of acute stroke
Manejo del ictus agudo
Rev Neurol 2003 , 36(1), 86–92; https://doi.org/10.33588/rn.3601.2002470
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Abstract
Introduction and method. Ischemic stroke is the first cause of invalidity and the third cause of death in modern-day society. The final outcome after a stroke depends of the speed with which treatment is administered and its quality. It is for this reason that the treatment of stroke begins by applying strategies to reduce the delay in receiving medical attention both outside and inside the hospital. Care includes stabilising the patient, with special attention being given to protecting the air passages, treatment of arterial blood pressure and heartbeat rate. The initial evaluation must be quick and focused on determining a differential diagnosis, the estimation of the volume and location of the infarction, as well as considering specific therapies. Amongst the latter, the only one currently approved is thrombolysis with intravenous recombinant tissue plasminogen activator (rtPA) in selected patients and with a clinical course of less than three hours’ duration. Intra-arterial thrombolysis is a promising therapy for patients with occlusion of the middle cerebral artery, which has been contrasted angiographically and is less than 6 hours old. Conclusions. In these moments there is no evidence to support the use of antithrombotic or neuroprotector drugs to improve the neurological state. Following the initial stabilisation and evaluation, it is advisable for the patient to be admitted to a stroke unit in order to avoid complications, to complete the evaluation and to start secondary prevention and rehabilitation. Stroke units are an intervention in themselves, since they lower mortality and invalidity. While only a minority of patients currently benefit from specific therapies, stroke units are an intervention that can potentially have positive repercussions on the huge majority of patients
Resumen
Introducción y desarrollo. El ictus isquémico es la primera causa de invalidez y la tercera de muerte en la sociedad moderna. El resultado final tras un ictus depende de la celeridad y calidad del tratamiento que se reciba. Por ello, el tratamiento del ictus se inicia al aplicar estrategias para reducir la demora tanto extra como intrahospitalaria en la asistencia médica. La asistencia incluye la estabilización del paciente, con especial atención al mantenimiento de la vía aérea, manejo de la presión arterial y del ritmo cardíaco. La evaluación inicial debe ser rápida y enfocarse al diagnóstico diferencial, estimación del volumen y localización del infarto, así como a la consideración de terapias específicas. Entre ellas, la única aprobada hasta el momento es la trombolisis con plasminógeno tisular recombinante (rtPA) intravenoso en pacientes seleccionados y con un curso clínico de menos de tres horas de duración. La trombolisis intraarterial es una terapia prometedora para pacientes con oclusión de la arteria cerebral media, probada angiográficamente y de menos de 6 horas de duración.

Conclusiones En estos momentos no hay ninguna evidencia que apoye el uso de fármacos antitrombóticos o neuroprotectores para mejorar el estado neurológico. Tras la estabilización y evaluación inicial, el ingreso en una unidad de ictus es aconsejable para reducir complicaciones, completar la evaluación y comenzar la prevención secundaria y la rehabilitación. Las unidades de ictus son en sí mismas una intervención eficaz, pues disminuyen la mortalidad e invalidez. Mientras que actualmente sólo una minoría de pacientes se beneficia de las terapias específicas, el uso de unidades específicas de ictus es una intervención con potencial de impactar positivamente a la gran mayoría de los pacientes
Keywords
Acute
Stroke
Stroke units
Therapies
Thrombolysis
Treatment
Palabras Claves
Agudo
Ictus
Terapias
Tratamiento
Trombolisis
Unidades de ictus
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