Original Article
Aetiological diagnosis of cerebral infarction in a county hospital
Diagnóstico etiológico del infarto cerebral en el hospital comarcal
A.
Morales-Ortiz
,
J.
Morera-Guitart
,
J.
Bautista-Prados
,
C.
Clar
,
E.
Herruzo
,
G.
Más-Sesé
,
J.A.
Monge-Argilés
,
M.D.
Ortega-Ortega
,
J.A.
Pérez-Vicente
,
J.C.
Sendra
Rev Neurol 2003
, 36(5),
405–411;
https://doi.org/10.33588/rn.3605.2002338
Abstract
INTRODUCTION Cerebral infarction (CI) can be classified aetiologically in several different ways using explicit diagnostic criteria. However, the extent to which these diagnostic criteria are actually implemented in clinical practice is unknown. Aims. The aim of this study was to analyse the management and use of diagnostic tests in the aetiological diagnosis of CI in two county hospitals and to compare this with the most common recommendations. We also sought to analyse the clinical and demographic variables that may help to explain why these guidelines are not followed.
PATIENTS AND METHODS We reviewed the discharge abstracts of 307 cases of CI attended in two county hospitals between 1999 and 2000 and we analysed the clinical data, diagnostic tests and the final diagnosis. The diagnoses were reorganised using the TOAST, Laussane, NINDS and SEN-98 classifications and we analysed the frequency with which the diagnostic tests were employed in each aetiological subtype.
RESULTS Average age: 71.3 years; 59.3% were males. CAT scans were performed in 97.1% of cases, neurosonology was used in 40.1% and echocardiography was performed in 8.5%. The aetiological diagnosis was: atherothrombotic 22.4%, cardioembolic 10.7%, lacunar 26%, unusual causes 0.3% and unknown causes 1.6%. In 37.4% of cases the diagnosis was given as unspecified CI. On reclassifying the diagnoses according to SEN-98 criteria, we obtained the following: atherothrombotic 19.5%, cardioembolic 2.8%, lacunar 13.7% and of unknown origin 63.5%. 0.6% of the cases were unclassifiable. Factors that exerted an influence on the fact that diagnostic tests were less frequently carried out included age, level of awareness and mortality. The most frequent cause of ‘incomplete studies’ was the absence of carotid Doppler.
CONCLUSIONS The guidelines for aetiological diagnosis of CI are not often followed. Systematic performance of a neurosonological study would improve aetiological diagnosis of CI.
PATIENTS AND METHODS We reviewed the discharge abstracts of 307 cases of CI attended in two county hospitals between 1999 and 2000 and we analysed the clinical data, diagnostic tests and the final diagnosis. The diagnoses were reorganised using the TOAST, Laussane, NINDS and SEN-98 classifications and we analysed the frequency with which the diagnostic tests were employed in each aetiological subtype.
RESULTS Average age: 71.3 years; 59.3% were males. CAT scans were performed in 97.1% of cases, neurosonology was used in 40.1% and echocardiography was performed in 8.5%. The aetiological diagnosis was: atherothrombotic 22.4%, cardioembolic 10.7%, lacunar 26%, unusual causes 0.3% and unknown causes 1.6%. In 37.4% of cases the diagnosis was given as unspecified CI. On reclassifying the diagnoses according to SEN-98 criteria, we obtained the following: atherothrombotic 19.5%, cardioembolic 2.8%, lacunar 13.7% and of unknown origin 63.5%. 0.6% of the cases were unclassifiable. Factors that exerted an influence on the fact that diagnostic tests were less frequently carried out included age, level of awareness and mortality. The most frequent cause of ‘incomplete studies’ was the absence of carotid Doppler.
CONCLUSIONS The guidelines for aetiological diagnosis of CI are not often followed. Systematic performance of a neurosonological study would improve aetiological diagnosis of CI.
Resumen
Introducción Existen diversas clasificaciones etiológicas del infarto cerebral (IC) con criterios diagnósticos explícitos, pero se desconoce el grado de implantación de estos criterios diagnósticos en la práctica clínica.
Objetivos Analizar el manejo y uso de las pruebas diagnósticas en el diagnóstico etiológico del IC en dos hospitales comarcales y compararlo con las recomendaciones más utilizadas. Analizar las variables clínicas y demográficas que influyen en la no adhesión a estas recomendaciones.
Pacientes y métodos Revisamos los informes de alta de 307 casos de IC atendidos en dos hospitales comarcales entre los años 1999 y 2000 y analizamos los datos clínicos, pruebas diagnósticas y el diagnóstico emitido. Reorganizamos los diagnósticos con la utilización de las clasificaciones TOAST, Laussane, NINDS y SEN-98. Analizamos la frecuencia de utilización de las pruebas diagnósticas en cada subtipo etiológico.
Resultados Edad media: 71,3 años; 59,3% fueron varones. Se realizó TAC en el 97,1% de casos, neurosonología en 40,1% y ecocardiografía en 8,5%. El diagnóstico etiológico fue: aterotrombótico, 22,4%; cardioembólico, 10,7%; lacunar, 26%; causa inusual, 0,3%; y causa desconocida, 1,6%. En el 37,4% de casos el diagnóstico fue IC no especificado. Al reclasificar los diagnósticos según los criterios SEN-98 obtuvimos: aterotrombótico; 19,5%; cardioembólico, 2,8%; lacunar, 13,7%; y causa desconocida, 63,5%. El 0,6% fueron inclasificables. La edad, nivel de conciencia y mortalidad influyeron en la menor realización de pruebas diagnósticas. La causa más frecuente de ‘estudios incompletos’ fue la ausencia de doppler carotídeo.
Conclusiones La adhesión a las recomendaciones para el diagnóstico etiológico del IC es baja. La realización sistemática de estudio neurosonológico mejoraría el diagnóstico etiológico del IC.
Objetivos Analizar el manejo y uso de las pruebas diagnósticas en el diagnóstico etiológico del IC en dos hospitales comarcales y compararlo con las recomendaciones más utilizadas. Analizar las variables clínicas y demográficas que influyen en la no adhesión a estas recomendaciones.
Pacientes y métodos Revisamos los informes de alta de 307 casos de IC atendidos en dos hospitales comarcales entre los años 1999 y 2000 y analizamos los datos clínicos, pruebas diagnósticas y el diagnóstico emitido. Reorganizamos los diagnósticos con la utilización de las clasificaciones TOAST, Laussane, NINDS y SEN-98. Analizamos la frecuencia de utilización de las pruebas diagnósticas en cada subtipo etiológico.
Resultados Edad media: 71,3 años; 59,3% fueron varones. Se realizó TAC en el 97,1% de casos, neurosonología en 40,1% y ecocardiografía en 8,5%. El diagnóstico etiológico fue: aterotrombótico, 22,4%; cardioembólico, 10,7%; lacunar, 26%; causa inusual, 0,3%; y causa desconocida, 1,6%. En el 37,4% de casos el diagnóstico fue IC no especificado. Al reclasificar los diagnósticos según los criterios SEN-98 obtuvimos: aterotrombótico; 19,5%; cardioembólico, 2,8%; lacunar, 13,7%; y causa desconocida, 63,5%. El 0,6% fueron inclasificables. La edad, nivel de conciencia y mortalidad influyeron en la menor realización de pruebas diagnósticas. La causa más frecuente de ‘estudios incompletos’ fue la ausencia de doppler carotídeo.
Conclusiones La adhesión a las recomendaciones para el diagnóstico etiológico del IC es baja. La realización sistemática de estudio neurosonológico mejoraría el diagnóstico etiológico del IC.
Keywords
Aetiology
Aetiopathogenesis
Cerebral infarction
Classification
Diagnosis
Stroke
Subtypes
Palabras Claves
ClasificaClasificación
Diagnóstico
Etiología
Etiopatogenia
Ictus
Infarto cerebral
Subtipos