Original Article
Ultrasonography in diagnosis and monitoring the progress of the dissection of cervicocerebral arteries
La ecografía en el diagnóstico y control evolutivo de las disecciones de arterias cervicocerebrales
R.
Lagos-Grinstein
,
L.
Fernández-Cisneros
,
F.
Murillo-Cabezas
,
S. Blanco
García-Barroso
,
C.
Cejas-Archidamo
,
U.
Nobo-López
,
S.F.
Ameriso-Martínez
Rev Neurol 2004
, 38(9),
813–817;
https://doi.org/10.33588/rn.3809.2003178
Abstract
INTRODUCTION Ultrasonography has become part of the arsenal of diagnostic methods available for examining the dissection of cerebral blood vessels (DCV). Aims. To analyse the value of ultrasonography in the diagnosis and monitoring of DCV.
PATIENTS AND METHODS We conducted a consecutive study of 67 patients with a history and clinical picture compatible with DCV; all of them had been given confirmation of their diagnosis by another reference method (digital angiography or MR angiography) during the 48 hours prior to or following the ultrasound study. The ultrasonography was carried out on the neck and skull as per the usual system using continuous Doppler, neck duplex and transcranial Doppler ultrasonography. Diagnosis of the dissection was based on direct and indirect signs, in the absence of an atheroma plaque. The following were considered to be direct signs: haematoma in the wall of the vessel, flap, local increase in the flow velocity and echograms with split systole. Indirect signs were: haemodynamic alterations proximal to the dissection, a pattern of slow flow and high resistance. The transcranial Doppler showed the findings lying distal to the dissection to be a lowered mean velocity and pulsatility.
RESULTS The ultrasonography of the series revealed direct signs in 46 patients (69%) and indirect signs in 21 (31%). Ultrasonography was used as the primary diagnostic method in 29 (43%) patients; in the other 38 (57%) it was employed to verify the diagnosis or for the follow-up. All the ultrasound diagnoses were confirmed using digital angiography (21 cases) or magnetic resonance angiography (46 cases).
CONCLUSIONS Due to its harmlessness, ultrasonography should be the first examination used to establish a probable diagnosis of DVC.
PATIENTS AND METHODS We conducted a consecutive study of 67 patients with a history and clinical picture compatible with DCV; all of them had been given confirmation of their diagnosis by another reference method (digital angiography or MR angiography) during the 48 hours prior to or following the ultrasound study. The ultrasonography was carried out on the neck and skull as per the usual system using continuous Doppler, neck duplex and transcranial Doppler ultrasonography. Diagnosis of the dissection was based on direct and indirect signs, in the absence of an atheroma plaque. The following were considered to be direct signs: haematoma in the wall of the vessel, flap, local increase in the flow velocity and echograms with split systole. Indirect signs were: haemodynamic alterations proximal to the dissection, a pattern of slow flow and high resistance. The transcranial Doppler showed the findings lying distal to the dissection to be a lowered mean velocity and pulsatility.
RESULTS The ultrasonography of the series revealed direct signs in 46 patients (69%) and indirect signs in 21 (31%). Ultrasonography was used as the primary diagnostic method in 29 (43%) patients; in the other 38 (57%) it was employed to verify the diagnosis or for the follow-up. All the ultrasound diagnoses were confirmed using digital angiography (21 cases) or magnetic resonance angiography (46 cases).
CONCLUSIONS Due to its harmlessness, ultrasonography should be the first examination used to establish a probable diagnosis of DVC.
Resumen
Introducción La ecografía se ha incorporado al arsenal de métodos diagnósticos disponibles para el examen de la disección de vasos cerebrales (DVC).
Objetivo Analizar la utilidad de la ecografía en el diagnóstico y seguimiento de la DVC.
Pacientes y métodos Estudio consecutivo de 67 pacientes con antecedentes y clínica compatibles con DVC, que dentro de las 48 horas previas o posteriores al estudio ecográfico tuvieron confirmación diagnóstica con otro método de referencia -angiografía digital o angiorresonancia magnética-. La ecografía se realizó en cuello y cráneo según sistemática habitual, mediante Doppler continuo, dúplex de cuello y Doppler transcraneal. El diagnóstico de disección se basó en signos directos e indirectos, en ausencia de placas de ateroma. Se consideraron signos directos: hematoma de la pared del vaso, flap, aumento localizado de la velocidad del flujo y ecogramas con sístole bífida. Como signos indirectos: las alteraciones hemodinámicas proximales a la disección, patrón de flujo de baja velocidad y alta resistencia. En el Doppler transcraneal se apreciaron los hallazgos distales a la disección: disminución de la velocidad media y pulsatilidad.
Resultados La ecografía de la serie reveló signos directos en 46 pacientes (69%) e indirectos en 21 (31%). La ecografía se empleó como método primario de diagnóstico en 29 (43%) pacientes; en los 38 (57%) restantes, para verificación del diagnóstico o seguimiento. Todos los diagnósticos ecográficos se confirmaron mediante angiografía digital (21 casos) o angiorresonancia magnética (46 casos).
Conclusiones Por su inocuidad y fiabilidad, la ecografía debería constituir el primer examen para establecer un diagnóstico presuntivo de DVC.
Objetivo Analizar la utilidad de la ecografía en el diagnóstico y seguimiento de la DVC.
Pacientes y métodos Estudio consecutivo de 67 pacientes con antecedentes y clínica compatibles con DVC, que dentro de las 48 horas previas o posteriores al estudio ecográfico tuvieron confirmación diagnóstica con otro método de referencia -angiografía digital o angiorresonancia magnética-. La ecografía se realizó en cuello y cráneo según sistemática habitual, mediante Doppler continuo, dúplex de cuello y Doppler transcraneal. El diagnóstico de disección se basó en signos directos e indirectos, en ausencia de placas de ateroma. Se consideraron signos directos: hematoma de la pared del vaso, flap, aumento localizado de la velocidad del flujo y ecogramas con sístole bífida. Como signos indirectos: las alteraciones hemodinámicas proximales a la disección, patrón de flujo de baja velocidad y alta resistencia. En el Doppler transcraneal se apreciaron los hallazgos distales a la disección: disminución de la velocidad media y pulsatilidad.
Resultados La ecografía de la serie reveló signos directos en 46 pacientes (69%) e indirectos en 21 (31%). La ecografía se empleó como método primario de diagnóstico en 29 (43%) pacientes; en los 38 (57%) restantes, para verificación del diagnóstico o seguimiento. Todos los diagnósticos ecográficos se confirmaron mediante angiografía digital (21 casos) o angiorresonancia magnética (46 casos).
Conclusiones Por su inocuidad y fiabilidad, la ecografía debería constituir el primer examen para establecer un diagnóstico presuntivo de DVC.
Keywords
Carotid dissection
Colour duplex ultrasonography
Digital angiography
Magnetic resonance angiography
Transcranial Doppler
Ultrasonography
Palabras Claves
Angiografía digital
Angiorresonacia magnética
Disección carotídea
Doppler transcraneal
Dúplex color
Ecografía