Original Article
Quetiapina y ziprasidona en el tratamiento de los trastornos psicóticos de la enfermedad de Parkinson
Quetiapina y ziprasidona en el tratamiento de los trastornos psicóticos de la enfermedad de Parkinson
Rev Neurol 2004
, 39(7),
661–667;
https://doi.org/10.33588/rn.3907.2004328
Abstract
Introducción La utilización de antipsicóticos es una necesidad, muchas veces frecuente, en nuestra práctica clínica como neurólogos. No sólo en el tratamiento de los trastornos del comportamiento que acompañan a las demencias, sino también en los cuadros psicóticos que en numerosas ocasiones se presentan en nuestros enfermos parkinsonianos o complican su evolución.
Pacientes y métodos Tras valorar los numerosos efectos secundarios de los antipsicóticos típicos, se inició un estudio prospectivo con un nuevo antipsicótico, la quetiapina, en el tratamiento de 134 pacientes con enfermedad de Parkinson que, en el transcurso de su evolución, presentaban signos o síntomas de psicosis parkinsoniana. Se analizan los resultados a los tres y a los seis meses. Simultáneamente, se revisó la eficacia de otro antipsicótico, la ziprasidona, que desde el punto de vista químico reúne un perfil adecuado a las necesidades de nuestros pacientes. Se recogen en el momento de redactar este artículo 43 casos de pacientes con enfermedad de Parkinson y psicosis parkinsoniana concomitante que han respondido adecuadamente al tratamiento sin efectos secundarios de ningún tipo.
Resultados La administración de quetiapina en dosis de 25-50 mg/día consiguió una importante mejoría en el control de los signos de psicosis parkinsoniana en nuestros pacientes. Lo mismo ocurrió con la administración de 20-40 mg/día de ziprasidona. Se comprobó la excelente tolerancia y la gran utilidad clínica de ambos fármacos en el tratamiento de dicha entidad.
Conclusiones Tanto la quetiapina como la ziprasidona son dos fármacos que pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de las psicosis parkinsonianas, pues a su gran eficacia clínica añaden un amplio perfil de seguridad y una carencia de efectos secundarios.
Pacientes y métodos Tras valorar los numerosos efectos secundarios de los antipsicóticos típicos, se inició un estudio prospectivo con un nuevo antipsicótico, la quetiapina, en el tratamiento de 134 pacientes con enfermedad de Parkinson que, en el transcurso de su evolución, presentaban signos o síntomas de psicosis parkinsoniana. Se analizan los resultados a los tres y a los seis meses. Simultáneamente, se revisó la eficacia de otro antipsicótico, la ziprasidona, que desde el punto de vista químico reúne un perfil adecuado a las necesidades de nuestros pacientes. Se recogen en el momento de redactar este artículo 43 casos de pacientes con enfermedad de Parkinson y psicosis parkinsoniana concomitante que han respondido adecuadamente al tratamiento sin efectos secundarios de ningún tipo.
Resultados La administración de quetiapina en dosis de 25-50 mg/día consiguió una importante mejoría en el control de los signos de psicosis parkinsoniana en nuestros pacientes. Lo mismo ocurrió con la administración de 20-40 mg/día de ziprasidona. Se comprobó la excelente tolerancia y la gran utilidad clínica de ambos fármacos en el tratamiento de dicha entidad.
Conclusiones Tanto la quetiapina como la ziprasidona son dos fármacos que pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de las psicosis parkinsonianas, pues a su gran eficacia clínica añaden un amplio perfil de seguridad y una carencia de efectos secundarios.
Resumen
Introducción La utilización de antipsicóticos es una necesidad, muchas veces frecuente, en nuestra práctica clínica como neurólogos. No sólo en el tratamiento de los trastornos del comportamiento que acompañan a las demencias, sino también en los cuadros psicóticos que en numerosas ocasiones se presentan en nuestros enfermos parkinsonianos o complican su evolución.
Pacientes y métodos Tras valorar los numerosos efectos secundarios de los antipsicóticos típicos, se inició un estudio prospectivo con un nuevo antipsicótico, la quetiapina, en el tratamiento de 134 pacientes con enfermedad de Parkinson que, en el transcurso de su evolución, presentaban signos o síntomas de psicosis parkinsoniana. Se analizan los resultados a los tres y a los seis meses. Simultáneamente, se revisó la eficacia de otro antipsicótico, la ziprasidona, que desde el punto de vista químico reúne un perfil adecuado a las necesidades de nuestros pacientes. Se recogen en el momento de redactar este artículo 43 casos de pacientes con enfermedad de Parkinson y psicosis parkinsoniana concomitante que han respondido adecuadamente al tratamiento sin efectos secundarios de ningún tipo.
Resultados La administración de quetiapina en dosis de 25-50 mg/día consiguió una importante mejoría en el control de los signos de psicosis parkinsoniana en nuestros pacientes. Lo mismo ocurrió con la administración de 20-40 mg/día de ziprasidona. Se comprobó la excelente tolerancia y la gran utilidad clínica de ambos fármacos en el tratamiento de dicha entidad.
Conclusiones Tanto la quetiapina como la ziprasidona son dos fármacos que pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de las psicosis parkinsonianas, pues a su gran eficacia clínica añaden un amplio perfil de seguridad y una carencia de efectos secundarios.
Pacientes y métodos Tras valorar los numerosos efectos secundarios de los antipsicóticos típicos, se inició un estudio prospectivo con un nuevo antipsicótico, la quetiapina, en el tratamiento de 134 pacientes con enfermedad de Parkinson que, en el transcurso de su evolución, presentaban signos o síntomas de psicosis parkinsoniana. Se analizan los resultados a los tres y a los seis meses. Simultáneamente, se revisó la eficacia de otro antipsicótico, la ziprasidona, que desde el punto de vista químico reúne un perfil adecuado a las necesidades de nuestros pacientes. Se recogen en el momento de redactar este artículo 43 casos de pacientes con enfermedad de Parkinson y psicosis parkinsoniana concomitante que han respondido adecuadamente al tratamiento sin efectos secundarios de ningún tipo.
Resultados La administración de quetiapina en dosis de 25-50 mg/día consiguió una importante mejoría en el control de los signos de psicosis parkinsoniana en nuestros pacientes. Lo mismo ocurrió con la administración de 20-40 mg/día de ziprasidona. Se comprobó la excelente tolerancia y la gran utilidad clínica de ambos fármacos en el tratamiento de dicha entidad.
Conclusiones Tanto la quetiapina como la ziprasidona son dos fármacos que pueden ser de gran utilidad en el tratamiento de las psicosis parkinsonianas, pues a su gran eficacia clínica añaden un amplio perfil de seguridad y una carencia de efectos secundarios.
Keywords
Antipsicóticos atípicos
Psicosis parkinsoniana
Quetiapina
Síntomas extrapiramidales
Ziprasidona
Palabras Claves
Antipsicóticos atípicos
Psicosis parkinsoniana
Quetiapina
Síntomas extrapiramidales
Ziprasidona