AIM To review about novel aspects in the initial management of patients with spontaneous intracerebral hemorrhage (SICH) and to analyze a group of predictors with influence on the election of certain therapies and on the 30-day mortality. DEVELOPMENT. SICH often constitutes a critical illness. Thus, many SICH patients are admitted in intensive care units (ICUs) for continuous monitoring and ‘appropriate’ treatment. In these settings it is essential to have predictors of poor outcome to plan the level of care and to optimize resource utilization. Clinical management of these patients focuses on controlling the intracranial pressure, stopping or slowing the hematoma expansion, limiting the secondary injury and preventing medical complications.

CONCLUSIONS The 30-day mortality of SICH remains dismal (42%) despite modern ICUs. Recent prognostic studies have brought new insights about various SICH predictors, but even so there are still several unanswered questions. Treatment for this hemorrhagic stroke is primarily supportive, although recombinant factor VIIa may represent the first proven treatment for SICH.

Objetivo Revisar los aspectos más importantes y novedosos del tratamiento inicial de los enfermos con hemorragia intracerebral espontánea (HICE), así como un grupo de variables con impacto sobre la elección de ciertas modalidades terapéuticas y sobre su evolución a corto plazo (30 días).

Desarrollo La HICE suele manifestarse frecuentemente como una enfermedad crítica. Ello determina que muchos de estos casos sean admitidos en unidades de cuidados intensivos, para vigilancia continua y tratamiento más adecuado. En este marco es imprescindible disponer de indicadores pronósticos para planear el nivel de asistencia y optimizar el empleo de los recursos. El tratamiento médico de estos pacientes se centra en el control de la presión intracraneal, evitar o minimizar la expansión de la hemorragia, así como prevenir en lo posible el daño secundario y el surgimiento de complicaciones.

Conclusiones La mortalidad a corto plazo de la HICE sigue siendo elevada (42%) a pesar de los modernos cuidados intensivos. Estudios recientes han aportado información novedosa sobre varias de sus variables pronósticas, pero, con todo, aún persisten aspectos por dilucidar. El tratamiento médico de la HICE es básicamente de soporte; no obstante, para el futuro ya se perfila el factor VIIa recombinante como el primer tratamiento específico para esta entidad.