Original Article
Tratamiento quirúrgico del ictus de la arteria cerebral media
Tratamiento quirúrgico del ictus de la arteria cerebral media
A.
Antuña-Ramos
,
M.A.
Álvarez-Vega
,
F.
Seijo-Fernández
,
S.
Calleja-Puerta
,
M.
González-Delgado
,
J.M.
Torres-Campa
,
J.
Gutiérrez-Morales
Rev Neurol 2009
, 49(7),
354–358;
https://doi.org/10.33588/rn.4907.2008644
Abstract
Introducción La craniectomía descompresiva aumenta la supervivencia en los infartos malignos de la arteria cerebral media (ACM). Se analizan los signos radiológicos y clínicos que predicen la evolución maligna del infarto de la ACM, y factores asociados a un peor pronóstico.
Pacientes y métodos Se estudian 30 pacientes divididos en tres grupos: pacientes operados, y pacientes no operados con ingreso en cuidados intensivos o en planta de neurología. La técnica quirúrgica consistió en la creación de una ventana ósea de al menos 10 cm de diámetro y apertura dural. Para la valoración inicial del paciente se utilizó la escala de Glasgow y la escala de ictus del National Institute of Health, y para el seguimiento, la escala modificada de Rankin, el índice de Barthel y la Glasgow Outcome Scale a los seis meses.
Resultados Los pacientes más jóvenes tienen un mejor pronóstico funcional que los mayores de 60 años. La desviación de la línea media mayor de 10 mm se asocia con un peor pronóstico, al igual que volúmenes de tejido infartado mayores de 350 cm3. Menor puntuación en la escala de Glasgow al ingreso se asocia a peor pronóstico vital y a mayor número de secuelas, así como su disminución durante el ingreso.
Conclusiones La edad condiciona la presencia de secuelas en estos pacientes. La presencia de signos clínicos de herniación (anisocoria, menor puntuación inicial o descenso importante en la escala de Glasgow) y radiológicos (desplazamiento de la línea media, volumen infartado) implica un peor pronóstico. La cirugía precoz en aquellos pacientes en que estuviera indicada reduce el número de secuelas y aumenta la supervivencia.
Pacientes y métodos Se estudian 30 pacientes divididos en tres grupos: pacientes operados, y pacientes no operados con ingreso en cuidados intensivos o en planta de neurología. La técnica quirúrgica consistió en la creación de una ventana ósea de al menos 10 cm de diámetro y apertura dural. Para la valoración inicial del paciente se utilizó la escala de Glasgow y la escala de ictus del National Institute of Health, y para el seguimiento, la escala modificada de Rankin, el índice de Barthel y la Glasgow Outcome Scale a los seis meses.
Resultados Los pacientes más jóvenes tienen un mejor pronóstico funcional que los mayores de 60 años. La desviación de la línea media mayor de 10 mm se asocia con un peor pronóstico, al igual que volúmenes de tejido infartado mayores de 350 cm3. Menor puntuación en la escala de Glasgow al ingreso se asocia a peor pronóstico vital y a mayor número de secuelas, así como su disminución durante el ingreso.
Conclusiones La edad condiciona la presencia de secuelas en estos pacientes. La presencia de signos clínicos de herniación (anisocoria, menor puntuación inicial o descenso importante en la escala de Glasgow) y radiológicos (desplazamiento de la línea media, volumen infartado) implica un peor pronóstico. La cirugía precoz en aquellos pacientes en que estuviera indicada reduce el número de secuelas y aumenta la supervivencia.
Resumen
Introducción La craniectomía descompresiva aumenta la supervivencia en los infartos malignos de la arteria cerebral media (ACM). Se analizan los signos radiológicos y clínicos que predicen la evolución maligna del infarto de la ACM, y factores asociados a un peor pronóstico.
Pacientes y métodos Se estudian 30 pacientes divididos en tres grupos: pacientes operados, y pacientes no operados con ingreso en cuidados intensivos o en planta de neurología. La técnica quirúrgica consistió en la creación de una ventana ósea de al menos 10 cm de diámetro y apertura dural. Para la valoración inicial del paciente se utilizó la escala de Glasgow y la escala de ictus del National Institute of Health, y para el seguimiento, la escala modificada de Rankin, el índice de Barthel y la Glasgow Outcome Scale a los seis meses.
Resultados Los pacientes más jóvenes tienen un mejor pronóstico funcional que los mayores de 60 años. La desviación de la línea media mayor de 10 mm se asocia con un peor pronóstico, al igual que volúmenes de tejido infartado mayores de 350 cm3. Menor puntuación en la escala de Glasgow al ingreso se asocia a peor pronóstico vital y a mayor número de secuelas, así como su disminución durante el ingreso.
Conclusiones La edad condiciona la presencia de secuelas en estos pacientes. La presencia de signos clínicos de herniación (anisocoria, menor puntuación inicial o descenso importante en la escala de Glasgow) y radiológicos (desplazamiento de la línea media, volumen infartado) implica un peor pronóstico. La cirugía precoz en aquellos pacientes en que estuviera indicada reduce el número de secuelas y aumenta la supervivencia.
Pacientes y métodos Se estudian 30 pacientes divididos en tres grupos: pacientes operados, y pacientes no operados con ingreso en cuidados intensivos o en planta de neurología. La técnica quirúrgica consistió en la creación de una ventana ósea de al menos 10 cm de diámetro y apertura dural. Para la valoración inicial del paciente se utilizó la escala de Glasgow y la escala de ictus del National Institute of Health, y para el seguimiento, la escala modificada de Rankin, el índice de Barthel y la Glasgow Outcome Scale a los seis meses.
Resultados Los pacientes más jóvenes tienen un mejor pronóstico funcional que los mayores de 60 años. La desviación de la línea media mayor de 10 mm se asocia con un peor pronóstico, al igual que volúmenes de tejido infartado mayores de 350 cm3. Menor puntuación en la escala de Glasgow al ingreso se asocia a peor pronóstico vital y a mayor número de secuelas, así como su disminución durante el ingreso.
Conclusiones La edad condiciona la presencia de secuelas en estos pacientes. La presencia de signos clínicos de herniación (anisocoria, menor puntuación inicial o descenso importante en la escala de Glasgow) y radiológicos (desplazamiento de la línea media, volumen infartado) implica un peor pronóstico. La cirugía precoz en aquellos pacientes en que estuviera indicada reduce el número de secuelas y aumenta la supervivencia.
Keywords
Arteria cerebral media
cirugía descompresiva
Infarto cerebral
Pronóstico
Palabras Claves
Arteria cerebral media
cirugía descompresiva
Infarto cerebral
Pronóstico