History and Humanities
The historical background of the pineal gland: II. From the seat of the soul to a neuroendocrine organ
El devenir histórico de la glándula pineal: II. De sede del alma a órgano neuroendocrino
Rev Neurol 2010
, 50(2),
117–125;
https://doi.org/10.33588/rn.5002.2009215
Abstract
INTRODUCTION Throughout history a number of speculations have been put forward concerning the functional role of the pineal gland, perhaps some of the most important being the neurophysiological proposals by Descartes. DEVELOPMENT. The psychophysiological role conferred on the pineal gland by Descartes in the 17th century, that is, as the seat of the human soul, had barely any scientific support at the time. Throughout the 18th century interest in the pineal gland gradually declined and it was considered to be just a vestigial evolutionary element until the second half of the 19th century, thanks to the boom of comparative anatomy, which confirmed the photoreceptive role of the parietal organ of the anurans, and of microscopic anatomy, which revealed the histological structure of the pineal gland of mammals.
CONCLUSIONS In the early 20th century the first data were published in the scientific literature on the endocrine aspect of the pineal gland (on the relation between pineal tumours and precocious puberty), but its ultimate confirmation took place in 1958, with the isolation of melatonin by the team led by Aaron B. Lerner. Later, the term ‘neuroendocrine transducer’ was introduced to explain the principle of the pineal gland, that is to say, the transformation of information about light from the retina into an endocrine response consisting in the synthesis and release of the hormone melatonin. In turn, this hormone acts as a powerful neurotransmitter in the central nervous system, which makes the pineal gland a kind of ‘biological clock’.
CONCLUSIONS In the early 20th century the first data were published in the scientific literature on the endocrine aspect of the pineal gland (on the relation between pineal tumours and precocious puberty), but its ultimate confirmation took place in 1958, with the isolation of melatonin by the team led by Aaron B. Lerner. Later, the term ‘neuroendocrine transducer’ was introduced to explain the principle of the pineal gland, that is to say, the transformation of information about light from the retina into an endocrine response consisting in the synthesis and release of the hormone melatonin. In turn, this hormone acts as a powerful neurotransmitter in the central nervous system, which makes the pineal gland a kind of ‘biological clock’.
Resumen
Introducción Las especulaciones sobre el papel funcional de la glándula pineal han sido numerosas a lo largo de la historia, destacando las hipótesis neurofisiológicas propuestas por Descartes.
Desarrollo El papel psicofisiológico adjudicado por Descartes a la glándula pineal en el siglo XVII, esto es, el asiento del alma humana, apenas contó con apoyos científicos en su época. Durante el siglo xviii se fue perdiendo paulatinamente el interés por el órgano pineal, considerado un elemento evolutivo vestigial, hasta la segunda mitad del siglo xix, gracias al auge de la anatomía comparada, que confirmó el papel fotorreceptor del órgano parietal de los anuros, y de la anatomía microscópica, que reveló la estructura histológica de la glándula pineal de los mamíferos.
Conclusión A principios del siglo xx se publicaron los primeros datos de la literatura científica sobre la naturaleza endocrina de la glándula pineal (relación entre tumores pineales y pubertad precoz), pero su confirmación definitiva tuvo lugar en 1958, con el aislamiento de la melatonina por el equipo de Aaron B. Lerner. Posteriormente, se introdujo el término ‘transductor neuroendocrino’ para explicar el principio de la fisiología pineal, esto es, la transformación de la información luminosa procedente de la retina en una respuesta endocrina, consistente en la síntesis y liberación de la hormona melatonina, que, a su vez, actuaría como un potente neurotransmisor en el sistema nervioso central, haciendo del órgano pineal una especie de ‘reloj biológico’.
Desarrollo El papel psicofisiológico adjudicado por Descartes a la glándula pineal en el siglo XVII, esto es, el asiento del alma humana, apenas contó con apoyos científicos en su época. Durante el siglo xviii se fue perdiendo paulatinamente el interés por el órgano pineal, considerado un elemento evolutivo vestigial, hasta la segunda mitad del siglo xix, gracias al auge de la anatomía comparada, que confirmó el papel fotorreceptor del órgano parietal de los anuros, y de la anatomía microscópica, que reveló la estructura histológica de la glándula pineal de los mamíferos.
Conclusión A principios del siglo xx se publicaron los primeros datos de la literatura científica sobre la naturaleza endocrina de la glándula pineal (relación entre tumores pineales y pubertad precoz), pero su confirmación definitiva tuvo lugar en 1958, con el aislamiento de la melatonina por el equipo de Aaron B. Lerner. Posteriormente, se introdujo el término ‘transductor neuroendocrino’ para explicar el principio de la fisiología pineal, esto es, la transformación de la información luminosa procedente de la retina en una respuesta endocrina, consistente en la síntesis y liberación de la hormona melatonina, que, a su vez, actuaría como un potente neurotransmisor en el sistema nervioso central, haciendo del órgano pineal una especie de ‘reloj biológico’.
Keywords
Descartes
History of medicine
Melatonin
Neuroendocrine transducer
Pineal gland
Palabras Claves
Descartes
Glándula pineal
Historia de la medicina
Melatonina
Transductor neuroendocrino