AIM To review the results of implementing a protocol for following up patients with idiopathic intracranial hypertension (IICH) in a neuro-ophthalmological unit (NOU).

PATIENTS AND METHODS A review of the literature was conducted in order to determine the examinations that needed to be included in the follow-up protocol, as well as the optimum frequency of visits and the most adequate duration of the follow-up. Later, a prospective review was performed of the patients that have been included since the NOU was set up and they were compared with the patients included in the IICH register prior to the creation of the NOU.

RESULTS Since the protocol was implemented, visual acuity and the visual field have been evaluated in 100% of patients at three months, at six months and at one year after diagnosis. Moreover, the visual field was examined at three months, at six months and at one year after diagnosis in 91%, 72.8% and 100% of patients with IICH, respectively. Before our follow-up protocol was implemented, 190 had been carried out, which is roughly three per patient. Eleven lumbar punctures have been performed since the NOU was set up.

CONCLUSIONS The creation of a multidisciplinary NOU makes it possible to optimise resources and improve the care given to patients with IICH. This should result in an improvement in the functional prognosis of these patients.

Objetivo Revisar los resultados de la implantación de un protocolo de seguimiento de pacientes con hipertensión intracraneal idiopática (HICI) en una unidad de neurooftalmología (UNO).

Pacientes y métodos Se realizó una revisión bibliográfica para determinar las exploraciones necesarias que debían incluirse en el protocolo de seguimiento, así como la frecuencia óptima de las visitas y la duración adecuada del seguimiento. Posteriormente, se revisaron de forma prospectiva los pacientes incluidos desde la creación de la UNO y se compararon con los pacientes incluidos en el registro de HICI previo a la creación de la UNO.

Resultados Desde la implantación del protocolo, en el 100% de los pacientes se ha valorado la agudeza visual y la campimetría visual a los tres meses, a los seis meses y al año del diagnóstico. Además, en un 91%, 72,8% y 100% de los pacientes con HICI se realizó una campimetría visual a los tres meses, a los seis meses y al año del diagnóstico, respectivamente. Antes de la implantación de nuestro protocolo de seguimiento, se habían realizado 190, lo que corresponde a unas tres por paciente. El número de punciones lumbares realizadas desde la creación de la UNO es de 11.

Conclusiones La creación de una UNO multidisciplinar permite optimizar los recursos y mejorar la asistencia a los pacientes con HICI. Esto debería redundar en una mejoría del pronóstico funcional de estos pacientes.