Food borne-botulism during SARS-CoV-2 pandemic time. A case and a possible familial outbreak in Barcelona
*Correspondence: Dra. Virginia Casado Ruiz. Hospital de Mataró. Ctra. Cirera s/n. E-08304, Mataró (Barcelona).
E-mail: vcasado@csdm.cat, virginia; vcrp@gmail.com
Introduction: Botulism is a potentially fatal neuroparalytic syndrome caused by Clostridium botulinum neurotoxin. The 25% are food-borne botulism cases.
Case report: We describe a confirmed case of botulism attended in our hospital in September 2020, together with a second case in a patient's relative, suspected but not confirmed by laboratory tests. Clinical presentation consisted on general weakness, bilateral cranial palsy, mydriasis, and rapidly progressive tetraparesis in case 1, involving respiratory and swallowing function so she required hospitalization and support treatment. Non specific and transient symptoms occurred in case 2. SARS-CoV-2 infection was initially suspected in both cases due to pandemic situation in our country, ruled out by negative PCR. When B neurotoxin was detected in stool sample of patient 1 we confirmed the diagnosis of food-borne botulism probably linked to home-made conserved beans.
Conclusion: Early clinical suspicion, together with laboratory and electromyography findings, and support treatment provided at hospital were crucial for favourable outcome. Being aware of this rare syndrom might contribute to its better management.
Caso clínico Describimos el caso confirmado de botulismo alimentario en una paciente atendida en nuestro hospital en septiembre de 2020 y la sospecha de un segundo caso en un familiar de la paciente, no confirmado éste por las pruebas de laboratorio. La instauración en pocos días de una afectación bilateral de pares craneales, incluyendo disfagia, disnea y disartria, junto con midriasis y tetraparesia graves, precedida de diarrea, constituyó la presentación clínica en el primer caso; mientras que en su familiar cursó con síntomas inespecíficos y transitorios. Constatamos disautonomía consistente en hipotensión arterial en ambos casos. Teniendo en cuenta la situación pandémica en aquel momento, se descartó repetidamente la infección por SARS-CoV-2 antes de plantear alternativas diagnósticas. La neurotoxina B de C. botulinum fue detectada en las heces de la paciente, confirmando el diagnóstico de botulismo, que relacionamos con la ingesta de una conserva casera de alubias. Se completó el diagnóstico diferencial del cuadro descartando otras posibles etiologías.
Conclusión La sospecha clínica temprana, confirmada con los hallazgos de laboratorio y neurofisiológicos y que llevaron al manejo específico de la paciente, fueron cruciales para la evolución favorable. No fue necesario aplicar medidas de salud pública, a excepción de la notificación a sus allegados de la contaminación detectada. Conocer la existencia de esta patología puede contribuir a su pronóstico.