Objetivo En el contexto del número creciente de casos descritos de pacientes con anomalía de visión inclinada o invertida (aquí revisados), llamamos la atención sobre el trabajo de Justo Gonzalo (1910-1986), escasamente conocido en la bibliografía actual. Su trabajo trata de dicha anomalía y de la inversión táctil y auditiva, en relación con lo que dicho autor denominó síndromes central y paracentral, interpretados con el modelo funcional que propuso.
Desarrollo Gonzalo hace referencia a 25 pacientes con visión inclinada crónica, alguno con percepción casi invertida en los sistemas visual, táctil y auditivo, bajo estímulo mínimo. El síndrome central es consecuencia de una lesión unilateral en el córtex parietooccipital, equidistante de las áreas de proyección visual, táctil y auditiva, y se caracteriza por una afección polisensorial bilateral con efectos dinámicos que siguen leyes fisiológicas de la excitabilidad nerviosa. Así, cuando la iluminación de un objeto disminuía, éste se percibía progresivamente inclinado, reducido y perdiendo forma y colores según un orden fisiológico, pero la imagen se corregía aumentando la iluminación o por facilitación con otro estímulo sensorial. El síndrome central se compara con los casos revisados.