Introducción Las alteraciones cognitivas, emocionales y comportamentales secundarias al daño cerebral adquirido y las demencias degenerativas pueden valorarse cuantitativa y cualitativamente mediante la administración de autoinformes que interroguen –a pacientes e informadores fiables– sobre las dificultades de los pacientes en la vida cotidiana.
Sujetos y métodos Se administró el inventario de síntomas prefrontales (ISP) y el cuestionario de fallos de memoria en la vida cotidiana modificado (MFE-30) a 174 participantes emparejados: 87 pacientes con daño cerebral o demencias degenerativas y sus 87 informadores fiables. Se exploró, junto con la bondad psicométrica de las pruebas, la utilidad clínica de la aplicación de estos cuestionarios a pacientes e informadores para obtener un índice de discrepancia de las puntuaciones como medida de la anosognosia.
Resultados Los resultados muestran cómo aplicar el ISP-20 (20 ítems) o el ISP (46 ítems), sean o no administrados conjuntamente con el MFE-30 (30 ítems), resulta un procedimiento muy útil para la valoración de la sintomatología en los individuos con daño cerebral adquirido o demencias degenerativas, al proporcionar una gran cantidad de información sobre las dificultades de los pacientes en la vida cotidiana.