Introducción La ecografía neurovascular es una técnica de diagnóstico por imágenes rápida, portátil e incruenta que en manos de un ecografista experimentado aporta información reproducible y fiable acerca del estado hemodinámico y morfológico de los vasos craneales y cervicales.
Objetivo Revisar los datos disponibles sobre el uso de esta herramienta en el abordaje del ictus isquémico agudo.
Desarrollo La ecografía neurovascular se divide en dos modalidades de uso: diagnóstica y terapéutica. A la luz de los bajos porcentajes de recanalización de las oclusiones de la arteria carótida interna y del segmento proximal de la arteria cerebral media logradas por el activador del plasminógeno tisular recombinante (r-tPA) por vía intravenosa, el uso diligente de la ecografía neurovascular en el servicio de urgencias ayuda a dirimir qué pacientes son susceptibles de beneficiarse del tratamiento endovascular. Asimismo, la vigilancia ecográfica durante el curso del tratamiento con el r-tPA permite analizar la evolución de la recanalización arterial. La ecografía cervical permite valorar el grado de estenosis y la composición o la superficie de la placa arterial, extremos que, por ejemplo, pueden indicar la idoneidad de una intervención carotídea. Por último, también se está investigando el potencial terapéutico de la ecografía. La sonotrombólisis y la sonólisis, la primera combinando el r-tPA con las ondas ultrasónicas y la segunda sirviéndose únicamente de ellas como medio para lisar el trombo, han evidenciado hasta el momento resultados alentadores.