Original

Efecto de la intervención de estimulación cognitiva individual de larga duración para personas con trastorno neurocognitivo leve

S.I. Justo-Henriques, P. Otero, Á.J. Torres, F.L. Vázquez [REV NEUROL 2021;73:121-129] PMID: 34308545 DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7304.2021114 OPEN ACCESS
Volumen 73 | Número 04 | Nº de lecturas del artículo 15.827 | Nº de descargas del PDF 499 | Fecha de publicación del artículo 15/08/2021
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RESUMEN Artículo en español English version
Introducción La estimulación cognitiva puede ser beneficiosa para ralentizar la progresión del trastorno neurocognitivo (TNC) leve, pero los resultados de las investigaciones existentes son inconsistentes. Además, no existen intervenciones a largo plazo ni intervenciones individuales (uno a uno) aplicadas por profesionales.

Objetivo El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia de una intervención de estimulación cognitiva individual de larga duración para personas con TNC leve.

Pacientes y métodos Se llevó a cabo un diseño pretest-postest con un grupo control no equivalente. Un total de 82 participantes con TNC leve fueron asignados a un grupo de intervención de estimulación cognitiva o a un grupo control. La intervención consistió en 88 sesiones de formato individual de aproximadamente 45 minutos, dos veces por semana. Evaluadores independientes evaluaron la cognición, la sintomatología depresiva y el nivel de autonomía en las actividades de la vida diaria en la preintervención (línea base), la intraintervención (seis meses) y la postintervención (12 meses).

Resultados En la intra- y la postintervención, se encontró una mejora significativa en la cognición y la sintomatología depresiva en el grupo de intervención en comparación con el grupo control. Los participantes más jóvenes y los que tenían una mejor función y estado cognitivo en la preintervención obtuvieron mejores resultados. La adhesión a la intervención fue alta.

Conclusiones Los resultados sugieren la eficacia de una intervención cognitiva individual de larga duración para personas con TNC leve, que podría retrasar la progresión hacia un TNC mayor.
Palabras claveDemenciaDepresiónDeterioro cognitivoEnfermedad de AlzheimerIntervención psicosocialPersonas mayores CategoriasDemenciaNeurodegeneraciónNeuropsicologíaNeuropsiquiatría
TEXTO COMPLETO Artículo en español English version

Introducción


Actualmente asistimos a un envejecimiento de la población sin precedentes. En Europa, el 19,1% de la población tiene más de 65 años y las proyecciones demográficas indican que esta cifra alcanzará el 35% en 2050 [1]. Portugal es el cuarto país de la Unión Europea con el mayor porcentaje de personas mayores (21,5%), que se estima que seguirá aumentando hasta alcanzar el 37,2% en 2080 [2].

En este contexto, el trastorno neurocognitivo (TNC), con una prevalencia entre el 3 % y el 25%, se considera un problema de salud pública [3]. La condición clínica inicial y menos grave es el TNC leve, que se define por la evidencia de un deterioro cognitivo moderado en comparación con un nivel previo de desempeño del individuo en uno o más dominios cognitivos, sin interferencia en la capacidad de independencia en las actividades de la vida diaria [4]. Sufrir este trastorno aumenta la probabilidad de desarrollar un TNC mayor [5].

Para prevenir la progresión del TNC leve hacia el TNC mayor, la estimulación cognitiva puede ser una vía de esperanza, recomendada por la Guía de Práctica Clínica del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica como tratamiento de elección para las personas con demencia leve y moderada [6]. Sin embargo, nueve ensayos controlados aleatorios centrados en personas con TNC leve arrojaron resultados inconsistentes. Seis estudios encontraron un aumento significativo de la función cognitiva de los participantes tras la intervención en comparación con el grupo control [7-12]. Tres estudios no consiguieron una disminución significativa del deterioro cognitivo [13-15], y uno de ellos [14] incluso encontró un aumento del deterioro cognitivo.

Algunas limitaciones de estos estudios podrían reducir el alcance de estos resultados. El tamaño de la muestra de tres estudios fue pequeño, oscilando entre 17 y 39 participantes [7,8,13]. Solamente tres estudios habían diseñado un plan de acción sistemático mediante la elaboración de un protocolo, un manual de intervención y la formación de los terapeutas [10,11,15]. Ninguno de ellos evaluó la adhesión de los profesionales al protocolo y sólo cinco realizaron una evaluación ciega de los resultados [8,10-12,15]. Ninguno de los estudios utilizó la gamificación para administrar la intervención, lo que podría aumentar su adhesión. La mayoría de las intervenciones (por ejemplo, Alves et al [7]; Capotosto et al [13]) tuvieron una duración relativamente corta (una media de 30 horas a lo largo de 14-18 sesiones), lo cual puede ser insuficiente para tratar afecciones crónicas y degenerativas, como el TNC. Ninguno de los estudios realizó una intervención individual administrada por un profesional, aunque esto permitiría un mejor ajuste al ritmo de cada persona [16] y permitiría el acceso a los participantes que no pueden participar en formatos grupales debido a preferencias personales, problemas de salud, problemas de conducta o miedo a la estigmatización. Por último, sólo dos estudios [7,8] analizaron los predictores de los resultados o la adhesión a la intervención, lo que podría ayudar a optimizar las intervenciones.

El objetivo principal de este estudio fue evaluar la eficacia de una intervención de estimulación cognitiva individual de larga duración en pacientes con TNC leve. Los objetivos secundarios fueron: a) analizar los efectos de la intervención sobre los síntomas depresivos y la autonomía de las actividades de la vida diaria; b) analizar qué variables predicen los resultados de la intervención, y c) evaluar la adhesión y la aceptabilidad de la intervención.
 

Pacientes y métodos


Se llevó a cabo un diseño cuasi experimental, pretest-postest, con un grupo control no equivalente. Un grupo de participantes que recibió la intervención se comparó con un grupo de participantes con características similares que no recibieron la intervención. Este estudio se informó de acuerdo con la declaración Transparent Reporting of Evaluations with Nonrandomized Designs [17].

Participantes


La muestra fue de conveniencia y no probabilística. Los participantes fueron reclutados entre los usuarios del centro Cediara (una organización sin ánimo de lucro de apoyo psicosocial para personas mayores situada en Ribeira de Fráguas) y del censo de Ribeira de Fráguas, ambos situados en Albergaria-a-Velha, distrito de Aveiro (Portugal). El reclutamiento y la ejecución de la intervención fueron de enero de 2017 a julio de 2018.

Los usuarios del centro Cediara fueron seleccionados sucesivamente y asignados al grupo de intervención, mientras que las personas de la comunidad emparejadas en términos de género, edad, nivel educativo y puntuación en la función cognitiva preintervención fueron identificadas con la colaboración del ayuntamiento y el centro de salud de Ribeira de Fráguas, y fueron asignadas al grupo control.

Para participar en el estudio, los participantes debían cumplir los siguientes criterios de inclusión: a) tener 45 años o más; b) tener un TNC leve de acuerdo con los criterios diagnósticos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5), determinado por un profesional clínico hace menos de dos meses; c) presentar una puntuación entre 10 y 24 en la versión portuguesa del Minimental State Examination (MMSE) [18], y d) tener la intención de participar en todas las sesiones de intervención y evaluación. Los criterios de exclusión fueron: a) haber recibido tratamiento psicológico o psiquiátrico en los últimos dos meses; b) presentar alguna condición que necesite una intervención inmediata (por ejemplo, ideación suicida) o que interfiera con la participación en el estudio (por ejemplo, déficit auditivo o visual grave); c) incapacidad para comunicarse que afecte a la participación en la intervención, determinada por los investigadores; d) presencia de alguna condición médica que ponga en peligro su supervivencia en los próximos 12 meses; e) previsión de cambio de residencia o de centro social en los próximos 12 meses, y f) participar en otro estudio.

Basándose en un estudio anterior [10], se estimó que un tamaño de muestra de 34 participantes por grupo sería suficiente para detectar una diferencia media de 1,14 entre los grupos experimental y control, suponiendo una α de 0,05 y una potencia (1 – β) de 0,8. Teniendo en cuenta una tasa de abandono del 17%, el objetivo de reclutamiento fue de 41 participantes por grupo (82 en total).

De los 234 participantes evaluados, 88 (37,6%) cumplían los criterios de elegibilidad y fueron invitados a participar en el estudio. De ellos, seis (6,8%) se negaron a participar. Así, la muestra final consistió en 82 participantes, que fueron asignados a un grupo de intervención de estimulación cognitiva (n = 41) o a un grupo control (n = 41). Un total de seis participantes (7,3%) abandonaron el estudio (Fig. 1).

 

Figura 1. Diagrama de flujo de las fases del estudio.






 

Intervención


Antes de la intervención, se creó un protocolo de tratamiento, se elaboró un manual y se probó un estudio piloto [19]. Dos terapeutas con cinco a siete años de experiencia (previamente entrenados durante 160 horas por un clínico) administraron la intervención. No se encontraron diferencias significativas entre los terapeutas en cuanto a los resultados en el MMSE (U = 18,5; z = –1,11; p = 0,269), la evaluación cognitiva de Montreal (MoCA) (U = 19,5; z = –0,99; p = 0,323), la escala de depresión geriátrica-15 (GDS-15) (U = 28; z = 0; p = 1), ni el índice de Barthel (U = 22,5; z = –0,66; p = 0,513). Se registraron las sesiones y se evaluó la adhesión al protocolo por parte del clínico, y se obtuvo una adhesión al protocolo del 94%, lo que indica que los principales elementos del protocolo se administraron realmente.

La intervención se basó en la intervención de Apóstolo et al [20], que fue adaptada de la intervención con demostrada eficacia de Spector et al [21], siguiendo los principios de aplicación de la terapia de estimulación cognitiva (centrada en la persona, respeto, participación, inclusión, elección, diversión, maximizar el potencial y fortalecer las relaciones sociales individuales entre el terapeuta y cada participante). Esta intervención se basa en la reserva cognitiva [22], según la cual las reservas cognitivas permiten a los participantes mantener la funcionalidad a pesar de los cambios cerebrales causados por el envejecimiento, y en la neuroplasticidad [23], según la cual el cerebro tiene la capacidad de cambiar como resultado de la experiencia.

La intervención consistió en 88 sesiones de aproximadamente 45 minutos, dos veces por semana y se administró en formato individual. Todas las sesiones siguieron la misma estructura: bienvenida a los participantes, terapia de orientación a la realidad, actividad de estimulación cognitiva, vuelta a la calma y cierre de la sesión [24]. La terapia de orientación a la realidad se incluyó en todas las sesiones utilizando un cuadro temporal, elaborado específicamente para esta intervención, compuesto por un conjunto de información relacionada con referencias temporales (día de la semana, mes, día del mes, año, estación del año y condiciones meteorológicas). Para el componente principal de estimulación cognitiva, se utilizaron alternativamente dos herramientas terapéuticas de elaboración propia aplicadas en formato de juego de mesa Roletas da Memória© y Bingos Séniores©. Roletas da Memória© estaba compuesta por la ruleta del portugués (que incluía ejercicios para estimular la lengua portuguesa), la ruleta de las matemáticas (operaciones matemáticas) y la ruleta de las actividades de la vida diaria (conocimientos sobre las actividades de la vida diaria). Bingos Séniores© estaban compuestos por el bingo de las frutas (imágenes de frutas para estimular la memoria semántica y a corto plazo), el bingo del viaje al pasado (enfocado a recordar con imágenes del pasado, promoviendo la memoria episódica) y el bingo de los sonidos (sonidos para ejercitar la memoria sensorial) (Tabla I). Estos temas se alternaron a través de un cronograma de sesiones (el mismo para todos los participantes) [24]. De este modo, esta intervención permitió entrenar la atención, la memoria, el lenguaje, la gnosia y las funciones ejecutivas.

 

Tabla I. Contenido de la intervención.
 
Contenidos/actividades

Cuadro temporal

Rellenar el cuadro con elementos relacionados con los acontecimientos temporales (día de la semana, mes, día del mes, año, estación del año y condiciones meteorológicas)

Roletas da Memória©

Lengua portuguesa

Colocar tarjetas con palabras incompletas en cada una de las ocho partes que componen la ruleta. Dar al participante tarjetas individuales con las letras que componen el alfabeto para que las seleccione y las coloque en las letras que faltan; nombrar sinónimos o palabras asociadas; ordenar alfabéticamente; memorizar palabras; desarrollar un tema

Matemáticas

Colocar tarjetas con operaciones matemáticas con números que faltan en cada una de las ocho partes que componen la ruleta. Dar al participante tarjetas individuales con diferentes números para que los coloque en la ecuación; operaciones matemáticas; ordenar números; memorizar números; simular operaciones de compra

Actividades de la vida diaria

Basándose en un tema (por ejemplo, ropa, comida, medicamentos), pedir al participante que ordene las imágenes de forma adecuada; identificar las imágenes intrusivas; comparar las imágenes según ciertas categorías (por ejemplo, peso, coste); memorizar e identificar los cambios

Bingos Séniores©

Bingo del viaje al pasado

Entregar al participante una tarjeta con imágenes del pasado. Solicitar al participante que identifique cada una de las imágenes y sus diferencias en comparación con el presente. Leer el cuento Viaje al pasado e identificar las imágenes correspondientes. Construir una historia a partir de una imagen, informar de cómo vivió un determinado momento del pasado

Bingo de las frutas

Entregar al participante el cartón del bingo de las frutas. Pedir al participante que identifique cada fruta de la tarjeta; leer el cuento El diálogo de las frutas, identificando las imágenes correspondientes. Añadir imágenes, asociar las frutas con las estaciones, construir una historia, jugar a adivinanzas sobre las frutas

Bingo de los sonidos

Colocar las imágenes sobre la mesa, reproducir los sonidos. Pedir al participante que identifique la imagen correspondiente al sonido escuchado. Agrupar las tarjetas por categorías (por ejemplo, animales, instrumentos musicales)

 

Esta intervención siguió las directrices de Dreer et al [16] para maximizar el éxito de las intervenciones con pacientes de edad avanzada según su funcionamiento neuropsicológico. Esto incluye una mayor frecuencia de sesiones con una duración más corta, una estructura clara, y adaptaciones al ritmo de cada participante y a la disminución de la velocidad de procesamiento de la información.

Los participantes del grupo control no recibieron ninguna intervención ni ningún material. Aunque no se les restringió el acceso al tratamiento en su comunidad si lo consideraban necesario para su deterioro cognitivo, ningún participante recibió una intervención cognitiva.

Instrumentos


Evaluadores independientes previamente entrenados, que desconocían los objetivos del estudio y la condición asignada a cada participante, realizaron evaluaciones en la preintervención (línea base), intraintervención (seis meses) y postintervención (12 meses). Las variables sociodemográficas se evaluaron mediante un cuestionario diseñado ad hoc para este estudio. La función cognitiva se evaluó mediante el MMSE (Folstein et al [25], 1975; versión portuguesa de Guerreiro et al [18]), con una fiabilidad de κ = 0,98 y una α de Cronbach de 0,89 [26]. El estado cognitivo se evaluó mediante la MoCA (Nasreddine et al [27], 2005; versión portuguesa de Freitas et al [28]), con una α de Cronbach de 0,9 y una fiabilidad test-retest de 0,87 [29]. Los síntomas depresivos se evaluaron mediante la GDS-15 (Yesavage y Sheikh [30]; versión portuguesa de Apóstolo et al [31,32]), con una α de Cronbach de 0,83. La autonomía en las actividades de la vida diaria se evaluó mediante el índice de Barthel (Mahoney y Barthel [33]; versión portuguesa de Araújo et al [34]), con una α de Cronbach de 0,96. La adhesión y aceptabilidad al tratamiento se evaluó mediante hojas de registro ad hoc, registrando el número de sesiones a las que se asistió, el grado de colaboración de los participantes durante las sesiones y la preferencia de los participantes por los materiales utilizados.

Análisis estadístico


El análisis de los datos se realizó por intención de tratar y se utilizó el SPSS versión 25.0. Los datos perdidos se imputaron mediante el método de la última observación realizada. Se realizaron estadísticos descriptivos, la prueba de c2 (o la prueba exacta de Fisher o Fisher-Freeman-Halton para valores esperados menores de 5) y la prueba t de Student para muestras independientes para analizar las diferencias entre los grupos en el momento de la preintervención y para informar sobre la adhesión al tratamiento. Para analizar el efecto de la intervención, se realizó un análisis de varianza de medidas repetidas (ANOVA) con la condición como factor intersujeto y el tiempo como intrasujeto. Cuando el tiempo o el tiempo × condición fueron significativos, se calcularon pruebas t post hoc con valores corregidos por Bonferroni y la d de Cohen con intervalos de confianza. Para analizar los predictores de la eficacia de la intervención, se realizaron análisis de regresión lineal múltiple.

Consideraciones éticas


Este estudio se realizó de acuerdo con la última revisión de la Declaración de Helsinki y obtuvo la aprobación del comité de bioética de la Universidad de Santiago de Compostela (España) (código número 9.12.2016). La participación fue voluntaria; todos los participantes dieron su consentimiento informado por escrito.
 

Resultados


Características de los participantes


Las características sociodemográficas de la muestra se presentan en la tabla II. El 70,7% de los participantes eran mujeres, con una media de 79,3 años. El 59,8% no tenía pareja, el 76,8% tenía de uno a cuatro años de educación primaria y el 39% vivía con un familiar. La mitad de la muestra se había dedicado previamente a las tareas domésticas y el 79,3% tenía unos ingresos iguales o menores a los 500 € mensuales. El 82,9% presentaba el subtipo etiológico de enfermedad de Alzheimer. No hubo diferencias significativas entre el grupo de intervención y el control en estas variables en la línea base.

 

Tabla II. Caracterización sociodemográfica de la muestra.
 

Total

n = 82 (%)

Grupo de intervención

n = 41 (%)

Grupo control

n = 41 (%)


Sexo
     

   Femenino

58 (70,7)

29 (70,7)

29 (70,7)


   Masculino

24 (29,3)

12 (29,3)

12 (29,3)


Edad
     

   Media

79,3

79,5

79,0


   Desviación típica

10

10,1

10,1


   Rango

50-97

51-97

50-96


Estado civil
     

   Sin pareja

49 (59,8)

28 (68,3)

21 (51,2)


   Con pareja

33 (40,2)

13 (31,7)

20 (48,8)


Nivel educativo
     

   Sin educación

19 (23,2)

10 (24,4)

9 (22)


   De uno a cuatro años de educación

63 (76,8)

31 (75,6)

32 (78)


Situación de convivencia
     

   Vive solo

19 (23,2)

10 (24,4)

9 (22)


   Vive con el/la cónyuge

31 (37,8)

12 (29,3)

19 (46,3)


   Vive con familiares

32 (39)

19 (46,3)

13 (31,7)


Profesión anterior
     

   Tareas domésticas

41 (50)

22 (53,7)

19 (46,3)


   Trabajo fuera de casa

41 (50)

19 (46,3)

22 (53,7)


Ingresos
     

   Hasta 500 euros

65 (79,3)

30 (73,2)

35 (85,4)


   De 501 a 750 euros

11 (13,4)

7 (17,1)

4 (9,7)


   Más de 750 euros

6 (7,3)

4 (9,7)

2 (4,9)


Subtipo etiológico

   Enfermedad de Alzheimer

   Enfermedad vascular

   Traumatismo cerebral

   Enfermedad de Parkinson

   Otra afección médica
 

 

68 (82,9)

 

4 (4,9)

 

3 (3,7)

 

5 (6,1)

 

2 (2,4)

 

34 (82,9)

 

2 (4,9)

 

1 (2,4)

 

3 (7,4)

 

1 (2,4)

 

34 (82,9)

 

2 (4,9)

 

2 (4,9)

 

2 (4,9)

 

1 (2,4)


 

Examen cognitivo


En cuanto a la función cognitiva, las puntuaciones medias del MMSE y las desviaciones típicas (DT) en la preintervención, la intraintervención y la postintervención en los grupos de intervención y control se presentan en la figura 2. La condición fue significativa: F(1; 80) = 7,59; p = 0,007; η2p = 0,09. El tiempo también fue un factor estadísticamente significativo: F(1,43; 114,2) = 32,39; p < 0,001; η2p= 0,29. En el grupo de intervención, hubo diferencias significativas en la función cognitiva entre la preintervención y la intraintervención: t(40) = –7,57; p < 0,001; d = 1,18; intervalo de confianza al 95% (IC 95%), 0,78; 1,58; y entre la pre- y la postintervención: t(40) = –8,19; p < 0,001; d = 1,28; IC 95%, 0,86; 1,69. Sin embargo, en el grupo control, no se encontraron diferencias significativas entre la preintervención y la intraintervención: t(40) = –0,08; p = 0,934; d = 0,01; IC 95%, –0,01; 0,08; ni entre la pre- y la postintervención: t(40) = 1,73; p = 0,091; d = 0,27; IC 95%, –0,04; 0,58. La interacción tiempo × condición fue significativa: F(1,43; 114,2) = 44,75; p < 0,001; η2p = 0,36. No hubo diferencias significativas entre los grupos en la función cognitiva en la línea base: t(80) = –0,26; p = 0,82; d = 0,05; IC 95%, –0,38; 0,49; pero se produjeron mejoras significativas en el grupo de intervención en comparación con el grupo control tanto en la intraintervención: t(80) = 2,95; p = 0,001; d = 0,74; IC 95%, 0,29; 1,19; como en la postintervención: t(80) = 3,85; p < 0,001; d = 0,94; IC 95%, 0,48; 1,39 (Tabla III).

 

Figura 2. Función cognitiva.






 

Tabla III. Resultados de las pruebas t y tamaño del efecto en los efectos intragrupo e intergruposa.
 

t (gl)

p

d de Cohen

IC 95%

Límite inferior

Límite superior


Pruebas de los efectos intragrupo
       

Función cognitiva
         

   Grupo de intervención
         

     Preintervención - Intraintervención

–7,57 (40)

<0,001

1,18

0,78

1,58


     Preintervención - Postintervención

–8,19 (40)

<0,001

1,28

0,86

1,69


   Grupo control
         

     Preintervención - Intraintervención

–0,08 (40)

0,934

0,01

–0,01

0,08


     Preintervención - Postintervención

1,73 (40)

0,091

0,27

–0,04

0,58


Estado cognitivo
       

   Grupo de intervención
         

     Preintervención - Intraintervención

–7,14 (40)

<0,001

0,95

–4,66

–2,61


     Preintervención - Postintervención

–5,71 (40)

<0,001

0,87

–4,99

–2,38


   Grupo control
         

     Preintervención - Intraintervención

0,13 (40)

0,900

0,01

–0,72

0,82


     Preintervención - Postintervención

1,20 (40)

0,240

0,11

–0,3

1,18


Pruebas de efectos intergrupos
       

   Función cognitiva
         

     Preintervención

–0,26 (80)

0,820

0,05

–0,38

0,49


     Intraintervención

2,95 (80)

0,001

0,74

0,29

1,19


     Postintervención

3,85 (80)

<0,001

0,94

0,48

1,39


   Estado cognitivo
       

 Preintervención

–0,79 (80)

0,430

0,17

–0,26

0,61


 Intraintervención

3,07 (80)

0,001

0,74

0,29

1,18


 Postintervención

3,51 (80)

0,001

0,77

0,32

1,21


   Síntomas depresivos
         

     Preintervención

0,05 (80)

0,620

0,23

–0,32

0,54


     Intraintervención

1,93 (80)

0,002

0,7

0,27

1,14


     Postintervención

2,49 (80)

<0,001

0,86

0,43

1,31


IC 95%: intervalo de confianza al 95%. a La diferencia de medias es significativa al nivel de 0,025 (ajustada por las comparaciones múltiples de Bonferroni).

 

En cuanto al estado cognitivo, las puntuaciones medias de la MoCA y las DT en el momento de la pre-, la intra- y la postintervención en ambos grupos pueden verse en la figura 3. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la condición: F(1; 80) = 5,69; p = 0,019; η2p = 0,07. Del mismo modo, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en el factor tiempo: F(1,46; 116,43) = 21,08; p < 0;001; η2p = 0,21. En el grupo de intervención, hubo diferencias significativas en el estado cognitivo entre la pre- y la intraintervención: t(40) = –7,14; p < 0,001; d = 0,95; IC 95%, –4,66; –2,61; y entre la pre y la postintervención: t(40) = –5,71; p < 0,001; d = 0,87; IC 95%, –4,99;  –2,38. En el grupo control no hubo diferencias significativas entre la pre- y la intraintervención: t(40) = 0,13; p = 0,9; d = 0,01; IC 95%, –0,72; 0,82; ni entre la pre- y la postintervención: t(40) = 1,20; p = 0,24; d = 0,11; IC 95%, –0,3; 1,18. La interacción tiempo × condición fue estadísticamente significativa: F(1,46; 116,43) = 27,58; p < 0,001; η2p = 0,26. No hubo diferencias significativas entre los grupos en el estado cognitivo preintervención: t(80) = –0,79; p = 0,43; d = 0,17; IC 95%, –0,26; 0,61; pero se encontró una mejora significativa en el grupo de intervención en comparación con el grupo control en la intraintervención: t(80) = 3,07; p = 0,001; d = 0,74; IC 95%, 0,29; 1,18; y en la postintervención: t(80) = 3,51; p = 0,001; d = 0,77; IC 95%, 0,32; 1,21 (Tabla III).

 

Figura 3. Estado cognitivo.






 

Sintomatología depresiva y nivel de autonomía


En cuanto a la sintomatología depresiva, la puntuación media de la GDS-15 en el grupo de intervención fue de 6,9 (DT = 2,5) en la preintervención, 5,6 (DT = 2,7) en la intraintervención y 5,7 (DT = 2,7) en la postintervención; los valores correspondientes para el grupo control fueron 6,3 (DT = 2,8), 7,5 (DT = 2,8) y 8,2 (DT = 3). El factor condición mostró diferencias estadísticamente significativas: F(1; 80) = 6,05; p = 0,016; η2p = 0,7. El factor tiempo no mostró diferencias significativas: F(1,79; 143,09) = 1,3; p = 0,273; η2p = 0,02. Sin embargo, se encontraron diferencias significativas en la interacción tiempo × condición: F(1,79; 143,09) = 23,58; p < 0,001; η2p = 0,23. No hubo diferencias significativas entre los grupos al inicio del estudio: t(80) = 0,05; p = 0,620; d = 0,23; IC 95%, –0,32; 0,54; pero se encontró una reducción significativa en el grupo de intervención en comparación con el grupo control en la intraintervención: t(80) = 1,93; p = 0,002; d = 0,7; IC 95%, 0,27; 1,14; y en la postintervención: t(80) = 2,49; p < 0,001; d = 0,86; IC 95%, 0,43; 1,31 (Tabla III).

En lo que respecta al nivel de autonomía, la puntuación media del índice de Barthel en el grupo de intervención fue de 80,6 (DT = 22,1) en la preintervención, 76,7 (DT = 23,3) en la intraintervención y 76,2 (DT = 24,6) en la postintervención; los valores correspondientes en el grupo control fueron 83,5 (DT = 21,6), 83,5 (DT = 21,4) y 81,8 (DT = 22,7). No hubo diferencias estadísticamente significativas en el factor condición: F(1; 80) = 1,12; p = 0,294, η2p = 0,014; en el factor tiempo: F(1,49; 119,12) = 2,93; p = 0,072, η2p = 0,035; ni en la interacción tiempo × condición: F(1,49; 119,12) = 1,08; p = 0,33; η2p = 0,013.

Variables predictoras


Los mejores resultados en la función cognitiva en la postintervención fueron obtenidos por los participantes más jóvenes (coeficiente β no estandarizado = –0,15; p = 0,001) y los participantes con mejor función cognitiva en la línea base (coeficiente β no estandarizado = 0,91; p < 0,001). Del mismo modo, los mejores resultados en el estado cognitivo los obtuvieron los participantes más jóvenes (coeficiente β no estandarizado = –0,26; p < 0,001) y los que tenían un mejor estado cognitivo en la preintervención (coeficiente β no estandarizado = 0,7; p = 0,001).

Adhesión y aceptabilidad


Los participantes asistieron a una media de 83,5 de las 88 sesiones (el 90,2% asistió a más de 80 sesiones). Colaboraron en el 99,7% de las sesiones, y prefirieron las Roletas da Memória© (en el 53,7% de las sesiones), seguidas de los Bingos Séniores© (en el 40,1%).
 

Discusión


El presente estudio evaluó la eficacia de una intervención de estimulación cognitiva individual de larga duración para personas con TNC leve. Los resultados indicaron que el grupo de intervención tenía una función cognitiva y un estado cognitivo significativamente mejores que el grupo control después de la intervención, con tamaños del efecto entre moderados y grandes. Esto concuerda con hallazgos de estudios anteriores [7,9-12], aunque el único estudio que obtuvo un tamaño del efecto igualmente alto fue el de Mapelli et al [8]. Otros estudios no encontraron un efecto de las intervenciones de estimulación cognitiva [13,15] o encontraron un mayor deterioro cognitivo tras la intervención [14]. Una posible explicación del tamaño del efecto hallado en el presente estudio es la mayor exposición a las actividades de estimulación cognitiva (1.980 horas en total) en comparación con la media de 30 horas de los estudios anteriores. Además, aunque seis meses después del inicio de la intervención (en la intraintervención) ya se habían producido cambios significativos en el grupo de intervención, la repetición y el sobreaprendizaje durante seis meses más podrían haber ayudado a estabilizar los aprendizajes. Las conexiones entrenadas de forma extensiva se hacen más fuertes, lo que permite cambios más duraderos [35].

Los efectos de la intervención también se observaron sobre la sintomatología depresiva, que disminuyó en el grupo de intervención en comparación con el grupo control, con un tamaño del efecto moderado en la intraintervención y grande en la postintervención. Estos resultados son mejores que los encontrados en el estudio de Mapelli et al [8], en el que no se obtuvieron resultados positivos. Esto es coherente con la bibliografía científica sobre la relación entre el deterioro cognitivo leve y los síntomas depresivos [36].

Los mejores predictores de la función cognitiva después de la intervención fueron la edad y la función cognitiva previa a la intervención; mientras que el mejor predictor del estado cognitivo fue la edad y el estado cognitivo previo a la intervención. El hecho de que los participantes más jóvenes tuvieran mayores cambios en la función cognitiva puede explicarse porque la edad más temprana está relacionada con una mayor plasticidad neuronal [37]. El hallazgo de que los que tenían una mejor función cognitiva y un estado cognitivo en la línea base tuvieran mejores resultados es consistente con la evidencia de que cuanto antes se inicie la intervención psicológica, más probable es que se preserven las funciones cognitivas [38].

La adhesión y la aceptabilidad de la intervención fueron altas; el número de sesiones a las que se asistió y el grado de colaboración de los participantes fueron elevados. Esto puede deberse a que las sesiones se administraron en un formato individual siguiendo las directrices de Dreer et al [16], incluyendo un mayor número de sesiones con una duración más corta, una estructura clara y un ritmo reducido. Además, los materiales de elaboración propia adaptados a la población objetivo y la gamificación de la intervención la hicieron atractiva.
 

Conclusiones


De este estudio se derivan algunas implicaciones importantes. Estos hallazgos sugieren la importancia de una intervención temprana que ralentice el deterioro cognitivo en personas con TNC leve y que pueda prevenir o retrasar la progresión hacia un TNC mayor, evitando elevados costes personales, sociales y económicos. Dadas las previsiones de aumento del envejecimiento de la población y de los casos de TNC mayor, estos hallazgos tienen una gran relevancia tanto en el presente como en el futuro.

No obstante, este estudio tiene algunas limitaciones. La asignación de los participantes a las condiciones experimentales no fue aleatoria, aunque los posibles sesgos se controlaron emparejando las características de los participantes y verificando que ambos grupos eran equivalentes en la preintervención. Otra limitación fue la inexistencia de un período de seguimiento. Se necesitan futuros ensayos controlados aleatorizados con seguimiento a largo plazo.

 

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Effect of long-term individual cognitive stimulation intervention for people with mild neurocognitive disorder

Introduction. Cognitive stimulation may be beneficial in slowing the progression of mild neurocognitive disorder (NCD), but the results of existing research are inconsistent. Furthermore, there are no long-term interventions nor individual (one-on-one) interventions applied by professionals.

Objetive. The aim of this study was to assess the efficacy of a long-term individual cognitive stimulation intervention on people with mild NCD.

Patients and methods. A pre-post test design with a non-equivalent control group was conducted. A total of 82 participants with mild NCD were assigned to a cognitive stimulation intervention group or to a control group. The intervention consisted of 88 individual format sessions of approximately 45 minutes, twice per week. Independent evaluators assessed cognition, depressive symptomatology and autonomy level in activities of daily living at pre-intervention, intra-intervention (6 months) and post-intervention (12 months).

Results. At intra- and post-intervention, significant improvement on cognition and depressive symptomatology in the intervention group compared to the control group were found. Younger participants and those with better cognitive function and status in pre-intervention achieved better results. Adherence to the intervention was high.

Conclusions. Results suggest the efficacy of long-term individual cognitive intervention in people with mild NCD, which could delay the progression towards a major NCD.

Key words. Alzheimer´s disease. Cognitive impairment. Dementia. Depression. Older adults. Psychosocial intervention.

 

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