Original

El impacto de la gravedad de la enfermedad de Parkinson en el desempeño de las actividades de la vida diaria: un estudio observacional

J. Alegre-Ayala, L. Vela-Desojo, D. Fernández-Vázquez, V. Navarro-López, Y. Macías-Macías, R. Cano-de-la-Cuerda [REV NEUROL 2023;76:249-255] PMID: 37046393 DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7608.2022263 OPEN ACCESS
Volumen 76 | Número 08 | Nº de lecturas del artículo 6.786 | Nº de descargas del PDF 211 | Fecha de publicación del artículo 16/04/2023
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RESUMEN Artículo en español English version
Introducción La enfermedad de Parkinson (EP) afecta a la capacidad para realizar actividades de la vida diaria (AVD), lo que se incrementa con la progresión de la enfermedad. El estudio de la asociación entre la gravedad de la EP y las habilidades de desempeño ocupacional puede mejorar la comprensión del deterioro funcional asociado a esta patología.

Objetivo Estudiar la relación entre la gravedad de la EP y la pérdida de rendimiento funcional.

Pacientes y métodos Se evaluó a 49 pacientes con EP con la escala Assessment of Motor and Process Skills (AMPS), la escala Hoehn & Yahr (HY), la sección III de la Unified Parkinson Disease Rating Scale (UPDRS) y la escala Schwab & England.

Resultados La gravedad de la EP se observó correlacionada con la escala AMPS (p < 0,001). Hubo una fuerte correlación entre las destrezas motoras de la AMPS y las escalas HY (p < 0,001) y UPDRS III (p < 0,001), así como entre las destrezas de procesamiento y la escala Schwab & England (p < 0,001). Se encontró una correlación moderada entre la escala Schwab & England y las habilidades motoras de la AMPS, mientras que se encontró una correlación fuerte con las habilidades de procesamiento. Por último, se encontró una correlación débil entre la escala AMPS y los años de evolución de la EP, aunque sólo en el apartado motor.

Conclusiones La gravedad de la EP está estrechamente relacionada con el deterioro de las habilidades funcionales medidas con la escala AMPS en pacientes con EP no dementes. Se encontró una fuerte correlación con las habilidades motoras. Se encontró una fuerte correlación entre la escala AMPS de habilidades de procesamiento y la escala Schwab & England. Se encontró una correlación débil entre la escala motora AMPS y la duración de la enfermedad. La escala AMPS podría ser una herramienta útil para monitorizar la progresión de la EP a través de la observación del desempeño de las AVD.
Palabras claveActividades de la vida diariaEnfermedad de ParkinsonEvaluación de las habilidades motoras y de procesoNeurologíaRehabilitación neurológicaRendimiento físico funcional CategoriasNeurodegeneraciónTrastornos del movimiento
TEXTO COMPLETO Artículo en español English version

Introducción


La enfermedad de Parkinson (EP) afecta a la capacidad del individuo para realizar las actividades de la vida diaria (AVD), provocando graves limitaciones y una mayor dependencia de otras personas para realizar las tareas cotidianas. De hecho, a medida que la EP progresa hacia estadios más avanzados, se hace necesaria la asistencia de un cuidador [1], lo que disminuye aún más su calidad de vida [2]. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad dificultan el rendimiento funcional de los pacientes con EP [3], que se deteriora a medida que la enfermedad progresa y la medicación dopaminérgica pierde eficacia para controlar los síntomas de la EP [4].

Varios autores consideran que el estado de salud interactúa con factores personales y ambientales como causa de las deficiencias en los problemas del funcionamiento diario de los pacientes con EP [5]. La interpretación de este modelo biopsicosocial se refleja en la Clasificación internacional del funcionamiento, de la discapacidad y de la salud de la Organización Mundial de la Salud [6]. El deterioro de las AVD en la EP se ha relacionado con el nivel de independencia [7], lo que demuestra que la mayoría de los pacientes con EP están institucionalizados debido a la mayor gravedad de la enfermedad [8].

Aunque la relación entre la gravedad de la enfermedad y la funcionalidad de los pacientes con EP es clara, la relación entre los diferentes síntomas específicos de la EP y las limitaciones funcionales que sufren estos pacientes o su capacidad para realizar las AVD ha sido poco estudiada. El estudio de la asociación entre la gravedad de la EP y las habilidades para el desempeño ocupacional puede mejorar la comprensión del deterioro funcional asociado a esta patología. Esta información podría ayudar a planificar intervenciones terapéuticas en un contexto de rehabilitación [5].

En consecuencia, el objetivo principal de este estudio fue analizar la relación entre las habilidades de desempeño ocupacional evaluadas con la escala Assessment of Motor and Process Skills (AMPS), y la gravedad de la enfermedad evaluada por la escala de Hoehn y Yahr (HY) y la parte III de la Unified Parkinson Disease Rating Scale (UPDRS III).
 

Pacientes y métodos


Diseño


Se realizó un estudio observacional. Se siguieron las directrices Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology para estandarizar el protocolo de este estudio. El estudio fue aprobado por el comité ético local (Hospital Fundación Alcorcón, ref. 10/79 11/02/10). Se obtuvo el consentimiento informado de cada sujeto de acuerdo con la Declaración de Helsinki de 1964. Todos los pacientes dieron su consentimiento informado antes de su inclusión en el estudio.

Participantes


Los pacientes con EP fueron reclutados en la División de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid, España). El diagnóstico de EP idiopática se realizó según los criterios del banco de cerebros del Reino Unido. Los pacientes incluidos en el presente estudio debían cumplir los siguientes criterios de inclusión: a) estar diagnosticados de EP idiopática según el banco de cerebros de la Sociedad de la Enfermedad de Parkinson del Reino Unido [9]; b) encontrarse en los estadios II, III o IV de HY [10]; c) tener una respuesta motora estable o ligeramente fluctuante al tratamiento farmacológico; d) encontrarse en la fase on de la medicación; y e) tener la capacidad cognitiva para comprender las instrucciones proporcionadas en las pruebas. Se excluyó a los pacientes que: a) obtenían menos de 26 puntos en la evaluación cognitiva de Montreal [11]; y b) tenían cualquier otra afección que pudiera limitar su capacidad funcional, como problemas articulares, dolor o afecciones oncológicas.

Procedimiento y medidas de resultado


Tras firmar el consentimiento informado, todos los pacientes fueron evaluados por un neurólogo especializado en trastornos del movimiento en la fase on de la medicación, dentro de las dos horas siguientes a la administración de la medicación antiparkinsoniana, ya que éste es el período durante el cual los pacientes realizan la mayor parte de sus actividades diarias.

Se tomó registro de la parte III (motora) de la UPDRS, el estadio HY, las AVD de Schwab & England y otra información sociodemográfica. La UPDRS es la escala más utilizada en la evaluación clínica de los pacientes con EP. Esta escala tiene varias secciones, y se ha utilizado la UPDRS III (función motora). Evalúa el habla, la expresión facial, el temblor en reposo, el temblor de acción, la rigidez, los golpeteos con los dedos, los movimientos de las manos, la rotación de las manos y los antebrazos, la agilidad de las piernas, levantarse de una silla, la postura, la marcha, la estabilidad postural y la bradicinesia, con una puntuación final en esta sección [12].

El estadio HY se utilizó para la estadificación de la discapacidad funcional. Describe la progresión de la enfermedad a través de varios estadios (del 1 al 5) [13].

La escala de AVD de Schwab & England evalúa la capacidad para realizar actividades cotidianas en términos de rapidez e independencia mediante una cifra porcentual. La puntuación puede determinarla el profesional o el paciente con EP, con valores que van desde el 100% (que indica una independencia total) hasta el 0% (estado de dependencia completa) [14].

La segunda fase del estudio se llevó a cabo en el domicilio de cada paciente, donde fueron examinados por un terapeuta ocupacional dos horas después de la primera dosis de medicación. Se evaluó a los pacientes con la escala AMPS, que es una evaluación observacional que permite evaluar simultáneamente las habilidades motoras y de procesamiento, y su efecto en la capacidad de un individuo para realizar actividades complejas o instrumentales y personales de la vida diaria. A través de la observación, la AMPS mide estas habilidades utilizadas en la realización de dos actividades y cómo éstas contribuyen al desempeño de las AVD por parte del sujeto. De este modo, la AMPS proporciona una estimación del nivel de independencia de un individuo en su entorno social. Las dos tareas que deben realizar los pacientes se seleccionan de entre un total de 113 tareas estandarizadas basadas en la capacidad funcional máxima de los pacientes (sándwich a la plancha y bebida y hacer la cama contra la pared, cambiar las sábanas y la funda del edredón), y la administración y puntuación de la prueba dura entre 30 y 50 minutos.

La AMPS analiza 16 tipos de tareas motoras y 20 tareas de procesamiento, que son evaluadas por el examinador y puntuadas en una escala de cuatro puntos según el rendimiento del paciente (4: competente; 3: cuestionable; 2: ineficaz; y 1: marcadamente deficiente) [15]. Estas puntuaciones brutas motoras y de procesamiento se introducen en el programa informático de puntuación AMPS y se analizan utilizando el análisis Rasch multifacético, que se utiliza para permitir la calibración. Cuanto más altas sean las habilidades motoras y de procesamiento de las AVD, más capaz es el paciente.

Las puntuaciones de corte de la escala AMPS son puntuaciones inferiores a dos puntos para las habilidades motoras e inferiores a un punto para las habilidades de procesamiento. Las puntuaciones por debajo de estos puntos de corte indican que la persona puede necesitar algún tipo de ayuda para vivir en la comunidad [15].

Análisis estadístico


Los datos se analizaron con el programa estadístico SPSS (SPSS Inc., Chicago, IL; versión 27.0). Se utilizó la prueba de Shapiro-Wilk para comprobar la normalidad de la distribución de todos los datos. El intervalo de confianza utilizado para establecer la significación estadística se fijó en el 95%. Se utilizaron los coeficientes de correlación de Pearson y Spearman para determinar la correlación entre las distintas escalas. Se utilizaron pruebas paramétricas y no paramétricas en función de la normalidad de la distribución de los distintos datos de la muestra. La prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis se utilizó para determinar las diferencias entre el estadio HY y las habilidades motoras y de procesamiento de la AMPS, y la prueba de corrección U Mann-Whitney se utilizó para comparar las diferentes pruebas entre las etapas HY. Un nivel de significación de p < 0,05 se consideró significativo para todos los análisis. Se utilizó la d de Cohen para estimar el tamaño del efecto. Un tamaño del efecto de 0,2 se consideró pequeño; de 0,5, medio; y de 0,8, grande.
 

Resultados


Se reclutó a un total de 54 pacientes. Finalmente, se incluyó a 49 pacientes en el estudio. Hubo cinco abandonos: cuatro personas abandonaron por negarse a continuar con el estudio en la fase domiciliaria y otro participante falleció antes de comenzar la investigación. De los 49 pacientes con EP incluidos en el estudio, 23 fueron hombres (46,9%) y 26 mujeres (53,1%), con una edad media de 72,45 (8,6) años. En esta cohorte, 20 pacientes se encontraban en el estadio II de la HY (40,8%), 13 en el estadio III (26,5%) y 16 en el estadio IV (32,7%). Todos ellos recibían tratamiento con levodopa y/o agonistas dopaminérgicos, y la dosis diaria equivalente de levodopa era de 959,27 (398,67) mg. Las variables demográficas y clínicas de los pacientes se muestran en la tabla I.

 

Tabla I. Datos demográficosa.
 

Media ± DE

Rango


Edad
 

72,45 ± 8,6

47-89


Años desde el diagnóstico
 

10,58 ± 6,19

2-30


LEDD
 

959,27 ± 398,67

200-1.858


UPDRS III
 

35, 02 ± 10,76

15-56


S&E
 

69,58 ± 13,04

30-80


Estadio HY II, n (%)
 

20 (40,8)

 

Estadio HY III, n (%)
 

13 (26,5)


Estadio HY IV, n (%)

 

16 (32,7)


DE: desviación estándar; HY: escala de Hoehn & Yahr; LEDD: dosis diaria equivalente de levodopa; S&E: escala de Schwab & England; UPDRS III: sección motora de la Unified Parkinson Disease Rating Scale. a Datos reflejados en medias ± DE, excepto para los estadios de Hoehn y Yahr.
 

 

La puntuación media de la AMPS fue de 1,03 (1,07) en el apartado motor, y de 1,03 (0,69) en las habilidades de procesamiento. Los pacientes en el estadio II (HY) tuvieron las puntuaciones medias de AMPS más altas y los pacientes en el estadio IV (HY) tuvieron las puntuaciones de AMPS más bajas, tanto para las habilidades motoras como para las de procesamiento. Sólo los pacientes con EP en HY IV estaban por debajo de los puntos de corte para las habilidades de procesamiento de la AMPS; sin embargo, todos los estadios HY estaban por debajo de los puntos de corte para las habilidades motoras de la AMPS (Tabla II). Sobre la base de estos datos, las habilidades motoras estaban deterioradas desde el estadio HY II, mientras que las habilidades de procesamiento evaluadas por la AMPS parecen influir en la funcionalidad en estadios más afectados.

 

Tabla II. Diferencias por estadios HY en la escala AMPSa.

AMPS

HY II
n = 20

HY III
n = 13

HY IV
n = 16

Kruskal-Wallis (p)


Habilidades motoras
 

1,41 (0,45)

0,91 (0,7)

–0,17 (1,58)

0,001b


Habilidades de procesamiento
 

1,22 (0,35)

1,05 (0,54)

53 (0,78)

0,001b


AMPS

II HY frente a III HV

III HY frente a IV HY

II HY frente a IV HY

p

d

p

d

p

d


Habilidades motoras
 

0,001b

0,6

0,002b

0,59

<0,001b

0,77


Habilidades de procesamiento
 

0,041b

0,36

0,028b

0,41

<0,001b

0,64


AMPS: Assessment of Motor and Process Skills; d: d de Cohen; HY: escala de Hoehn & Yahr. a Datos reflejados en mediana (rango intercuartílico); b Significativo con p < 0,05.
 

 

Se analizó la relación entre la escala de las dos secciones de la AMPS y las puntuaciones de las diferentes escalas utilizadas en este estudio (HY, UPDRS III y la escala de las AVD de Schwab & England) (Tabla III). Se encontró una fuerte correlación entre la escala AMPS y la escala HY en cuanto a las habilidades motoras (r = –0,77; p = 0,001), mientras que se encontró una correlación moderada en las habilidades de procesamiento (r = –0,55; p = 0,001). De forma similar, se encontró una fuerte correlación entre la UPDRS III y las habilidades motoras (r = –0,7; p = 0,001), con una correlación moderada con las habilidades de procesamiento (r = –0,53; p = 0,001). Al considerar la AMPS y la escala de las AVD de Schwab & England, se encontró una correlación moderada para las habilidades motoras (r = 0,64; p = 0,001) y una fuerte correlación con las habilidades de procesamiento (r = 0,73; p = 0,001). Por último, se encontró una correlación débil entre la escala AMPS y la duración de la enfermedad, aunque sólo en la sección motora (r = –0,297; p = 0,041).

 

Tabla III. Correlaciones entre las habilidades motoras y de procesamiento (AMPS) y la EP.
 

AMPS habilidades motoras

AMPS habilidades de procesamiento

rho

IC

p

rho

IC

p


Años de evolución
 

–0,297

0,02 a 0,53

0,038a

–0,26

–0,02 a 0,5

0,07


Estadio HY
 

–0,773

0,63 a 0,85

<0,001a

–0,558

0,33 a 0,73

<0,001a


UPDRS III
 

–0,704

0,53 a 0,82

<0,001a

–0,539

0,3 a 0,71

<0,001a


S&E
 

0,642

0,44 a 0,78

<0,001a

0,737

0,57 a 0,84

<0,001a


AMPS: Assessment of Motor and Process Skills; HY: Hoehn & Yahr scale; IC: intervalo de confianza; S&E: escala de Schwab & England; UPDRS III: sección motora de la Unified Parkinson Disease Rating Scale. a p < 0,05.
 

 

El estadio HY se asoció significativamente con las puntuaciones de las habilidades motoras a través de la escala AMPS (χ2 = 28,71; p = 0,001). Se encontraron diferencias significativas entre los estadios II y III de habilidades motoras de la AMPS (p = 0,001), con un tamaño del efecto moderado (d = 0,6), los estadios II y IV (p < 0,001), con un tamaño del efecto moderado (d = 0,77), y los estadios III y IV (p = 0,002), con un tamaño del efecto moderado (d = 0,59). Se encontraron diferencias significativas entre los estadios HY II y III en las habilidades de procesamiento en la escala AMPS (p = 0,041), con un tamaño del efecto pequeño (d = 0,36), entre el II y el IV (p < 0,001), con un tamaño del efecto moderado (d = 0,64), y entre los estadios III y IV (p = 0,028), con un tamaño del efecto pequeño (d = 0,41).
 

Discusión


Los resultados de este estudio mostraron una fuerte correlación entre la gravedad de la EP y la capacidad para realizar AVD evaluadas mediante la escala AMPS en pacientes con EP no dementes. Esta relación es especialmente fuerte para las habilidades motoras. Con respecto a estas habilidades motoras, nuestra muestra mostró puntuaciones por debajo de los puntos de corte, lo que indica que, desde las etapas iniciales de la EP (HY II), las habilidades motoras podrían estar ya afectadas, aunque las habilidades de procesamiento evaluadas por la AMPS parecen influir en la funcionalidad en etapas más afectadas. En el HY IV, el deterioro de las habilidades de procesamiento podría explicarse por la existencia de problemas de atención y ejecución en la EP [4]. Estos son problemas comunes que podrían empezar a tratarse de forma temprana, aunque no se deterioran por debajo del punto de corte de la escala AMPS hasta las etapas más avanzadas, o puede que la escala AMPS no sea lo suficientemente sensible para detectar dichas alteraciones.

La AMPS se ha utilizado previamente en estudios sobre pacientes con EP [16-18]. Sin embargo, no se ha utilizado previamente para evaluar la pérdida de calidad del desempeño ocupacional en diferentes estadios de la enfermedad. Se ha descrito un aumento de la dependencia a medida que progresa la EP, asociado al estadio de la enfermedad, en línea con los hallazgos del presente estudio. Esta progresión no sólo se asocia con una pérdida de la capacidad para trabajar y vivir de forma independiente o una menor participación en actividades sociales, sino también con un estilo de vida más sedentario, un mayor riesgo de institucionalización y un deterioro de la calidad de vida [19-21]. La sección III de la UPDRS está estrechamente relacionada con la pérdida de habilidades motoras evaluada con la AMPS. Las puntuaciones más altas en la sección III de la UPDRS están relacionadas con una mayor discapacidad, necesidad de asistencia y una disminución en el número de AVD realizadas por los pacientes con EP [22,23].

Aunque las puntuaciones medias de las habilidades motoras de los pacientes en el estadio II de HY fueron inferiores al punto de corte de la escala AMPS, el deterioro de las habilidades fue más pronunciado en el estadio III. Estos resultados son consistentes con la pérdida funcional descrita por otros autores, lo que indica que los problemas funcionales en la EP sufren un mayor deterioro en el estadio III de HY [24,25]. El cambio del estadio II al estadio III se considera un paso clave en la progresión de la discapacidad y la pérdida de movilidad funcional. Este umbral parece deberse al deterioro más grave de la marcha y el equilibrio, lo que indica que los niveles de la enfermedad más allá del estadio HY III son aquéllos en los que existe una mayor necesidad de asistencia en las AVD.

En consonancia, nuestro estudio refleja diferencias significativas entre todos los estadios HY con las puntuaciones de habilidades motoras a través de la escala AMPS con un tamaño del efecto moderado. También se encontraron diferencias significativas entre los estadios de habilidades de procesamiento de la AMPS y todos los estadios HY con un tamaño del efecto de pequeño a moderado. Estos hallazgos explican cómo los pacientes con EP en estadios más avanzados de la enfermedad, según las puntuaciones HY, experimentan un mayor deterioro en las habilidades necesarias para realizar las AVD, y una mayor necesidad de ayuda de su entorno. El estadio de la enfermedad parece influir en las habilidades motoras de los pacientes con EP, y este efecto es ligeramente mayor en los sujetos que comparan el estadio II con el III y el estadio II con el IV. En cuanto a las habilidades de procesamiento, la influencia del estadio de la enfermedad fue más evidente comparando el estadio II con el IV y el estadio III con el IV.

La información sobre el desempeño de las AVD por parte de los pacientes con EP se ha evaluado mediante escalas basadas en una breve entrevista o en la administración de un breve formulario de autoevaluación a los pacientes y sus familiares [26]. En cambio, hasta ahora no se habían contemplado las escalas funcionales basadas en la observación y el análisis de cómo los pacientes realizan sus AVD en una situación de la vida real. El uso de este tipo de escalas presenta inconvenientes, como la necesidad de una formación específica y un mayor tiempo de administración, pero proporciona una mayor sensibilidad a los cambios en la enfermedad del paciente y es menos probable que se vean influidas por el estado cognitivo, cultural, educativo y lingüístico del paciente [27]. Pocos autores han evaluado previamente el impacto funcional de la EP mediante la observación de tareas [16,17]. Se han descrito discrepancias entre lo que los pacientes manifiestan en los autocuestionarios y lo que un examinador externo encuentra a través de la observación del rendimiento en las tareas, lo que subraya la necesidad de utilizar escalas de observación del rendimiento motor frente a los autocuestionarios [28].

En nuestro estudio, encontramos una fuerte correlación entre la escala de Schwab & England y las dos secciones de la escala AMPS, con una correlación más fuerte con las habilidades de procesamiento que con las habilidades motoras. Las personas con EP presentan problemas motores, pero también presentan problemas en el procesamiento de los actos motores, porque, aunque el área motora primaria no está afectada, la conexión entre el área motora primaria y las áreas de procesamiento, como el área prefrontal y el área motora suplementaria, está alterada [29,30].

Por último, el uso de una escala de observación de la ejecución de tareas, como la escala AMPS, proporciona información valiosa sobre el deterioro de la calidad de las habilidades de ejecución. Esta escala nos permitió obtener rápidamente información clínica útil para determinar cómo los EP mostraban valores por debajo de lo esperado para su edad. Incluso durante la etapa leve a moderada de la enfermedad, cuando las grandes limitaciones funcionales no son del todo evidentes, la escala AMPS mostró un deterioro en el desempeño de las habilidades motoras. La postura encorvada, la dificultad para girar, las posturas forzadas y las alteraciones del control postural pueden producirse durante las tareas funcionales cuando hay problemas de equilibrio y marcha. La importancia de administrar este tipo de escalas en personas con EP radica en la necesidad de un análisis más exhaustivo de cómo se desarrollan las AVD, que no se limite exclusivamente a indicar si presentan dificultades para realizarlas. El uso de la observación de tareas en la exploración clínica diaria de personas en riesgo de dependencia podría tener una gran utilidad preventiva, permitiendo trabajar sobre habilidades problemáticas concretas, ya que el uso exclusivo de escalas de autoevaluación no suele revelar la discapacidad en fases iniciales de algunas enfermedades [31].

Limitaciones


Este estudio presenta varias limitaciones. En primer lugar, se reclutó una muestra pequeña, por lo que nuestros hallazgos deben interpretarse con cautela. Además, este estudio no exploró todos los estadios de la EP (I y V), por lo que los resultados pueden no ser aplicables a todas las fases de la enfermedad. Futuros estudios deberían realizarse incluyendo todos los estadios de la EP y en una muestra de pacientes más jóvenes, ya que la destreza podría estar relacionada con alteraciones de la funcionalidad en esta población. Además, no realizamos un examen más profundo de las funciones cognitivas y no se utilizó la sección II de la UPDRS, que podría haber ayudado a comprender mejor el declive de las habilidades de procesamiento en individuos sin demencia afectados por la EP. Los estudios futuros deberían tener en cuenta estas limitaciones para comprender mejor la relación entre la gravedad de la EP, y el rendimiento y el estado funcionales del paciente.
 

Conclusión


La gravedad de la EP está estrechamente relacionada con el deterioro de las habilidades funcionales medidas con la escala AMPS en pacientes con EP sin demencia. Esta relación es especialmente fuerte para las habilidades motoras. Un mayor estadio y gravedad de la EP (HY y UPDRS, respectivamente) contribuye notablemente a una mayor dependencia en los pacientes con EP evaluados con la escala AMPS. Se encontró una correlación moderada entre la escala de las AVD de Schwab & England y las habilidades motoras de la AMPS, mientras que se encontró una correlación fuerte con las habilidades de procesamiento. Por último, se encontró una correlación débil entre la escala motora AMPS y la duración de la enfermedad. Los hallazgos de este estudio indican que la escala AMPS podría ser una herramienta útil para monitorizar la progresión de la EP a través de la observación del desempeño de las AVD y el análisis específico de las dificultades funcionales en estos pacientes.

 

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The impact of Parkinson’s disease severity on performance of activities of daily living: an observational study


Introduction. Parkinson’s disease (PD) affects the ability to perform activities of daily living (ADL), increasing with disease progression. The study of the association between PD severity and occupational performance skills may improve the understanding of the functional impairment associated with this pathology.

Objective. To study the relationship between PD severity and the loss of functional performance.

Patients and methods. 49 non-demented PD patients were assessed with The Assessment of Motor and Process Skills (AMPS) scale, the Hoehn & Yahr scale (HY), the section III of the Unified Parkinson Disease Rating Scale (UPDRS), and the Schwab & England scale.

Results. PD severity was related to the AMPS scale (p < 0.001). There was a strong correlation between the AMPS motor skills and the HY scale (p < 0.001) and UPDRS III (p < 0.001), as well as between process skills and the Schwab & England E scale (p < 0.001). A moderate correlation was found between Schwab & England scale and AMPS motor skills, while a strong correlation was found with the process skills. Finally, a weak correlation was found between the AMPS scale and disease duration, yet only in the motor section.

Conclusions. The severity of PD is closely related to the impairment of functional skills measured with the AMPS scale in non-demented PD patients. A strong correlation was found with the motor skills. A strong correlation was found between the AMPS process skills scale and Schwab & England ADL scale. A weak correlation was found between the AMPS motor scale and disease duration. The AMPS scale might be a useful tool to monitoring the PD progression through the observation of ADL performance.

Key words. Activities of daily living. Assessment of motor and process skills. Neurological rehabilitation. Neurology. Parkinson’s disease. Physical functional performance.
 

 

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