Original

Manejo glucémico en la unidad de ictus y su relación con la morbimortalidad

A. Ruiz-Hernández, E. González-Arnaiz, I. González-Puente, J. Tejada-García, I. Beltrán-Rodríguez, L.A. García Tuñón-Villaluenga, A. Pérez-Álvarez, P. González-Feito, B. Villarrubia-González, J. Barrutia-Yovera, M.D. Ballesteros-Pomar [REV NEUROL 2024;79:209-215] PMID: 39404034 DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7908.2023337 OPEN ACCESS
Volumen 79 | Número 08 | Nº de lecturas del artículo 1.188 | Nº de descargas del PDF 79 | Fecha de publicación del artículo 16/10/2024
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RESUMEN Artículo en español English version
Objetivo Conocer el tratamiento de la hiperglucemia en la unidad de ictus y comparar la morbimortalidad de pacientes tratados con protocolo de insulinoterapia intravenosa (iv) frente a insulina subcutánea (sc) al alcanzar un valor de glucemia = 155 mg/dL.

Pacientes y métodos Estudio observacional prospectivo de pacientes ingresados en la unidad de ictus desde julio hasta octubre de 2022. Se recogieron variables demográficas, glucémicas y pronósticas. La variabilidad glucémica se definió como desviación estándar (DE) sobre la media de glucemia individual de las primeras 24-72 horas. Se determinaron las complicaciones agudas durante el ingreso y la mortalidad al alta y a los tres meses. Se analizaron las variables por subgrupos según la pauta de insulina en pacientes con diabetes mellitus de tipo 2 (DM2) o hiperglucemia de estrés.

Resultados Muestra es de 181 pacientes, el 63,5% varones, con una edad media de 74,2 (DE: 11,6) años. El 25,4% precisó insulina por glucemia = 155 mg/dL (18 pacientes iv y 28 sc). El 31,5% padecía DM2 (el 82,6% del grupo insulinizado y el 14% del grupo sin insulinización). El grupo insulinizado presentó mayor variabilidad glucémica –33,3 (DE: 21,7) mg/dL frente a 11,7 (DE: 7) mg/dL; p menor que 0,01–, más complicaciones agudas (el 43,5% frente al 19,2%; p menor que 0,01) y mayor mortalidad a los tres meses (el 19,5% frente al 6,6%; p = 0,04) con respecto al no insulinizado. No se observaron diferencias entre los tipos de pautas de insulina aplicadas en los subgrupos con DM2 ni con hiperglucemia de estrés.

Conclusiones Los pacientes con valores de glucemia = 155 mg/dL presentaron mayor variabilidad glucémica, complicaciones agudas y mortalidad a los tres meses, sin observarse diferencias en el tipo de pauta de insulinización, independientemente de padecer DM2.
Palabras claveEnfermedad cerebrovascularHiperglucemiaIctusinsulinaMortalidadTiempo de tratamiento CategoriasPatología vascular
TEXTO COMPLETO (solo disponible en lengua castellana / Only available in Spanish)

Introducción


En la actualidad, el ictus es la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la tercera causa de muerte en mujeres, según datos registrados en 2022 [1], y es una de las patologías que más años de calidad de vida resta y años potenciales de vida perdidos genera. Determinar los parámetros vitales óptimos durante la fase aguda del ictus es una necesidad actual. La bibliografía de investigación biomédica ha demostrado que la hiperglucemia durante la fase aguda se asocia con peor pronóstico a corto y a largo plazo [2-4]. La prevalencia de hiperglucemia en dicha fase es del 50-100%, independientemente de padecer diabetes mellitus de tipo 2 (DM2) [2]. Las guías de la American Heart Association/American Stroke Association y de la European Stroke Organisation [2,5] en sus últimas actualizaciones proponen mantener en las primeras 72 horas glucemias entre 140-180 mg/dL, sin nivel de evidencia ni de recomendación suficientes.

En el tratamiento se han empleado protocolos de insulinoterapia subcutánea (sc) frente a métodos intensivos con insulina intravenosa (iv), sin que se haya demostrado un beneficio significativo de un método sobre otro [6].

Por lo tanto, en el momento actual sigue sin poder recomendarse el valor de glucemia ni el método terapéutico más óptimo durante la fase aguda del ictus.

Este estudio pretende analizar los valores de las glucemias basales de cada paciente en las primeras 24-72 horas del ictus, junto con su variabilidad respecto a la media, así como comparar entre los protocolos terapéuticos utilizados (insulina iv o insulina sc) para evaluar su repercusión en la morbimortalidad a corto y largo plazo, con el fin de lograr los mejores resultados pronósticos.

Pacientes y métodos


Es un estudio descriptivo, observacional, longitudinal y prospectivo de los pacientes consecutivos que ingresaban en la unidad de ictus desde 1 de julio hasta el 31 de octubre de 2022. Se incluyó a pacientes ≥ 18 años con diagnóstico de ictus o ataque isquémico transitorio y que otorgaron su consentimiento directo o diferido. El criterio de exclusión fue ingreso fuera de la unidad de ictus y previsible desenlace fatal en las siguientes 48 horas.

Se recogieron variables generales –edad, sexo, comorbilidades (hipertensión arterial, dislipidemia, DM2, hábitos tóxicos, fibrilación auricular, ictus previos e índice de masa corporal)– y relativas al control glucémico –glucemias capilares (mg/dL) en el momento del ingreso y durante las primeras 24-72 horas en la unidad de ictus registradas cada seis horas mediante glucómetro StarStrip Xpress’2, variabilidad glucémica (media de la glucemia de la estancia en una unidad de ictus (mg/dL), hemoglobina glucosilada (%) y protocolo de tratamiento insulínico (iv o sc)–. Si la glucemia capilar era ≥155 mg/dL, se procedía a una pauta con insulina sc o iv; en el caso de la sc, la pauta se estableció según la práctica clínica habitual y el criterio del neurólogo, y, en el caso de la insulina iv, se siguió el protocolo del centro [7] (Fig. 1). Se consideró hipoglucemia una glucemia < 60 mg/dL. Se formaron tres grupos de pacientes: sin criterios de insulinización, con protocolo de insulina iv o con pauta de insulina sc, y se compararon por subgrupos de tratamiento con DM2 o hiperglucemia de estrés.

 

Figura 1.  Flujograma del manejo de la hiperglucemia en las primeras 24-48 horas post ictus. [7].






Las variables neurológicas recogidas fueron tipo de ictus según las clasificaciones TOAST [8] y Oxford [9], horas de evolución, terapias de fase aguda (trombólisis endovascular, que se aplicó en las primeras 4,5 horas, y/o trombectomía mecánica, cuya técnica se seleccionó tras indicación a criterio del radiólogo intervencionista), días de ingreso en la unidad de ictus, complicaciones agudas en el ingreso (infecciones respiratorias, urinarias, transformación hemorrágica, fallecimiento en el momento del ingreso y otras complicaciones menos frecuentes: bloqueos cardíacos, ataque de gota y rectorragia), gravedad en la National Institute of Health Stroke Scale [10] en el momento del ingreso y pronóstica en la escala de Rankin modificada basal, en el alta y a los tres meses a través de llamada telefónica o revisiones en consultas [11]. La independencia se definió con un valor en la escala de Rankin modificada de 0-2 puntos; la morbilidad, con repercusión clínica en la escala de Rankin modificada de 3-5 puntos; y la mortalidad, con 6 puntos.

En cuanto a la recogida de datos de aspectos éticos, todos se recogieron bajo consentimiento informado escrito directo o diferido en una base de datos anonimizada. El protocolo del estudio fue aprobado por el comité ético de investigación clínica (n.º 2299) y se ajusta a los estándares éticos y legales exigibles a la investigación biomédica según el código ético de la Organización Mundial de la Salud (Declaración de Helsinki). Antes del procesamiento definitivo de los datos se aseguró su calidad, en dos ocasiones y por dos investigadores distintos. El análisis estadístico se realizó mediante IBM SPSS Statistics 15® . Las variables cualitativas se presentaron mediante frecuencias absolutas o relativas (porcentajes), y las variables cuantitativas, mediante la media y la desviación estándar (DE) en caso de distribución normal o como mediana y rango intercuartílico si la distribución no era normal. Para determinar la normalidad de las distribuciones se utilizó la prueba de Kolmogórov-Smirnov (si el tamaño muestral era > 30) o el test de Shapiro-Wilk (si tamaño muestral era < 30). Para estudiar la asociación entre variables cualitativas se utilizó la prueba de χ2, con corrección de Yates, y el test exacto de Fisher (cuando, al menos, el valor de una frecuencia esperada es menor que 5 o cuando los tamaños de muestra son pequeños, respectivamente). Para estudiar las diferencias entre dos medias independientes se utilizaron los test estadísticos paramétricos (t de Student) o no paramétricos (U de Mann-Whitney) exigidos por las condiciones de normalidad y no normalidad, respectivamente. Para conocer las diferencias entre más de dos variables cuantitativas se necesitó el modelo de ANOVA con prueba post hoc de Bonferroni o H de Kruskal-Wallis, y su alternativa no paramétrica, la prueba de Friedman. Para estudiar las diferencias entre variables pareadas se utilizaron los test estadísticos t de Student (variables normales) y prueba de los rangos con signo de Wilcoxon (variables no normales). La correlación entre variables cuantitativas se analizó mediante las pruebas de correlación de Pearson (variables normales) o de Spearman (cuando alguna de las dos variables o las dos no seguían una distribución normal). El valor de significación utilizado fue p ≤ 0,05.

Resultados


Se reclutó a un total de 200 pacientes, 19 excluidos por diagnóstico final distinto a ictus, por lo que se conformó una muestra de 181 pacientes.

El 63,5% eran varones, con una media de edad de 74,2 (DE: 11,6) años. El factor de riesgo cardiovascular más prevalente fue hipertensión arterial (65,2%), seguido de dislipidemia (57,5%). El 31,5% del total padecía DM2, con una mediana de hemo-globina glucosilada del 5,9% (rango intercuartílico: 5,6-6,4%). El 17% presentaba ictus previos.

Respecto a la etiología del ictus, el 71,2% fue isquémica; el 6,6%, hemorrágica; y el 21,5%, ataques isquémicos transitorios. Dentro de la etiología isquémica, la causa principal fue la aterotrombótica (44,8%), seguida de la cardioembólica (18,7%), con un total de ictus de semiología lacunar del 4,9%.

El 25% de los pacientes precisó insulinización por glucemia ≥ 155 mg/dL (18 pacientes con insulina iv y 28 pacientes con insulina sc).

Se indicó terapia de reperfusión en el 22,6% (el 33,7% acudió en < 4,5 horas). Se realizó trombólisis endovascular en el 27,7% del grupo con insulina iv, en el 7,1% del grupo con insulina sc y en el 8,9% del grupo sin criterios de insulinización. Se indicó trombectomía mecánica en el 17,8% del grupo con insulina sc y en el 8,9% del grupo sin tratamiento insulinizante. Ningún paciente con insulina iv cumplió criterios para trombectomía mecánica, y se combinaron ambas técnicas exclusivamente en el grupo de pacientes sin terapia insulinizante (3,7%). No se encontraron diferencias significativas en las terapias de fase aguda entre grupos.

La tabla I refleja las características demográficas de cada grupo. Resultaron comparativamente similares, exceptuando el antecedente de fibrilación auricular en el 46% del grupo con insulina sc y la prevalencia de DM2, significativamente superior en el grupo insulinizado (82,6%). Por subgrupos, padecían DM2 el 94,4% de los pacientes con insulina iv y el 75% del grupo con insulina sc, frente al 14% de los pacientes en el grupo no insulinizado.

Tabla I. Características demográficas y basales de cada grupo de pacientes. Los valores de p significativos se resaltan con letra cursiva.

Variables

iv

n = 18

sc

n = 28

Sin tratamiento

insulinizante

n = 135

Valor de p

Edad (años)

75 (±10)

77 (±9)

73 (±12)

0,181
 
Hombres

12 (66,67%)

22 (78,57%)

81 (60%)

0,169

Mujeres

6 (33,33%)

6 (21,43%)

54 (40%)

Hipertensión arterial

16 (88,89%)

17 (60,71%)

85 (62,96%)

0,082

Dislipidemia

14 (77,78%)

19 (67,86%)

71 (52,59%)

0,052

Diabetes mellitus de tipo 2

17 (94,44%)

21 (75%)

19 (14,07%)

0,0005

Fibrilación auricular

3 (16,67%)

13 (46,43%)

24 (17,78%)

0,006

Hábito tabáquico

7 (38,89%)

11 (39,29%)

45 (33,33%)

0,814

Hábito enólico

4 (22,22%)

6 (21,43%)

12 (8,89%)

0,06

IMC (kg/m2)

27,7 (±5,7)

27,2 (±3,6)

26,5 (4,8)

0,327

Ictus previo

4 (22,22%)

4 (14,29%)

24 (17,78%)

0,821

Complicaciones agudas

10 (55,56%)

10 (35,71%)

26 (19,26%)

0,0035
 
AIT

1 (5,56%)

5 (17,86%)

33 (24,44%)

0,727

Aterotrombótico

10 (55,56%)

14 (50%)

48 (35,56%)

Cardioembólico

3 (16,67%)

5 (17,86%)

26 (19,26%)

Lacunar

1 (5,56%)

1 (3,57%)

7 (7,41%)

Inhabitual

2 (11,11%)

0

11 (8,14%)

Criptogénico

0

0

2 (1,48%)

HIP

1 (5,56%)

3 (10,71%)

8 (5,93%)
 
TIV

5 (27,7%)

2(7,1%)

12 (8,9%)

0,086

TEV

0%

5 (17,8%)

12 (8,9%)

TIV + TEV

0%

0%

5 (3,7%)

AIT: ataque isquémico transitorio; Complicaciones agudas: infecciones respiratorias, urinarias, transformación hemorrágica, fallecimiento en ingreso y otras (bloqueos cardíacos, ataque de gota y rectorragia); HIP: hematoma intraparenquimatoso; IMC: índice de masa corporal; iv: insulina intravenosa; sc: insulina subcutánea; TEV: trombectomía mecánica endovascular; TIV: trombólisis intravenosa; TRFA: terapias de reperfusión en fase aguda.

La media de puntos de glucemia registrados en las primeras 72 horas fue menor en el grupo sin criterios de insulinización, 4 (DE: 1,7) puntos, frente 6 (DE: 2,6) y 7 (DE: 2,6) en los grupos con insulina iv y con insulina sc, sin que se encontraran diferencias significativas.

La mediana de glucemia del grupo global en el momento del ingreso fue 118 (rango intercuartílico: 101-141,75) mg/dL y durante su estancia en la unidad de ictus fue 117,7 (rango intercuartílico: 106-134,6) mg/dL. En el grupo con insulina iv, la glucemia media de ingreso y de estancia en la unidad de ictus fue 160,4 (DE: 56,4) mg/dL y 162,7 (DE: 33,6) mg/dL, respectivamente, y en el grupo con insulina sc, 149,5 (DE: 45,6) mg/dL y 163,1 (DE: 26) mg/dL, significativamente superiores al grupo sin criterios de insulinización –117,8 (DE: 28,9) mg/dL y 113 (DE: 16,9) mg/dL–; p < 0,0001. No hubo ningún caso de hipoglucemia. Las variables glucémicas por subgrupos según la pauta de insulina se recogen en la tabla II. No se encontraron diferencias significativas entre ellos.

Tabla II. Análisis y comparación de los subgrupos con DM2 o hiperglucemia de estrés según el tipo de pauta de insulina recibida.
 
Pacientes con DM2 conocida
 
Pacientes con hiperglucemia de estrés
 
 
iv

(17 pacientes)

sc

(21 pacientes)

Valor de p

iv

(1 paciente)

sc

(7 pacientes)

Valor de p

Glucemia capilar en el momento del ingreso (mg/dL)

160,8

DE (58,1)

152,6

DE (50,9)

0,6

153

133

RIC (60)



Glucemia capilar global (mg/dL)

163,5

DE (34,5)

168,2

DE (27,1)

0,29

150,2

143,8

RIC (26,5)



Variabilidad glucémica (mg/dL)

30,2

DE (20,9)

38,9

DE (25)

0,6

27,4

25,3

RIC (22,7)



Complicaciones agudas (%)

53

28,5

0,37

100

57

0,25

NIHSS en el momento del ingreso (n.o)

5

DE (7)

4

DE (6)

0,6

23

8

RIC (17)



mRS 0-2 previo (%)

94

90

0,16

100

100



mRS 0-2 en el momento alta (%)

76,5

71,4

0,17

0

14

0,25

mRS 0-2 a los tres meses (%)

70,5

66,7

0,2

0

14

0,25

Mortalidad a los tres meses (%)

17,6

9,5

0,39

0

57

0,5

Complicaciones agudas: infecciones respiratorias, urinarias, transformación hemorrágica, fallecimiento en el momento del ingreso y otras (bloqueos cardíacos, ataque de gota y rectorragia); DE: desviación estándar; DM2: diabetes mellitus de tipo 2; iv: insulina intravenosa; mRS: escala de Rankin modificada; NIHSS: National Institute of Health Stroke Scale; RIC: rango intercuartílico; sc: insulina subcutánea.

La media del total de unidades de insulina iv infundidas diariamente en las primeras 72 horas en el grupo con insulina iv fue 12,5 (DE: 12,6) en la unidad de ictus y, en el grupo con insulina sc, 15 (DE: 13,5) en la unidad de ictus.

La variabilidad glucémica media fue 33,3 (DE: 21,7) mg/dL en el grupo insulinizado y 11,7 (DE: 7) mg/dL en el no tratado; p < 0,01. La variabilidad glucémica en pacientes con insulina iv y sc fue de 30,1 (DE: 20,2) mg/dL y 35,4 (DE: 22,8) mg/dL, respectivamente; p = 0,4. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre subgrupos por tipo de pauta de insulina (Fig. 2). El subgrupo que padecía DM2 y recibió el protocolo de insulina iv presentó una menor variabilidad glucémica –30,2 (DE: 20,9) mg/dL frente 38,9 (DE: 25) mg/dL– que los que recibieron pauta sc, sin resultar estadísticamente significativo; p = 0,6 (Tabla II).

 

Figura 2. Box plot de la variabilidad glucémica por grupo.






 

El 25% del total presentó complicaciones en la fase aguda, la más prevalente, la infección urinaria (6,5%), seguida de la respiratoria (5%), y con una frecuencia de transformación hemorrágica del 1,7%. El 6% falleció durante el ingreso. El 5,8% restante tuvo otras complicaciones agudas menos frecuentes. El grupo insulinizado presentó mayor número de complicaciones agudas con respecto al no tratado (el 43,5% frente al 19,2%; p < 0,01), y no existieron diferencias significativas en los subgrupos según terapia (Tabla II).

El grupo que precisó insulina presentó mayor mortalidad a los tres meses (el 19,5% frente al 6,6%; p = 0,04), sin que se observaran diferencias entre los grupos con insulina iv y sc ni por subgrupos (Tabla II); el análisis multivariante ajustado por complicaciones agudas no observó diferencias entre los grupos en la mortalidad a los tres meses (el 3,85% frente al 1,83%; p = 0,84). La puntuación en la National Institute of Health Stroke Scale media de ingreso del grupo global fue 5 (DE: 6) puntos: 6,7 (DE: 7) puntos en el grupo con insulina iv, 6,6 (DE: 7) puntos en el grupo con insulina sc y 5 (DE: 5) puntos en el grupo sin tratamiento, sin diferencias significativas. La figura 3 representa la evolución del estado de independencia en los que tenían valores de glucemia ≥ 155 mg/dL y los que tenían valores de glucemias < 155 mg/dL, en los que hubo diferencias estadísticamente significativas a los 90 días; p < 0,05. No hubo diferencias significativas del nivel de independencia por subgrupos al comparar el tratamiento con insulina iv respecto a la sc a los 90 días (el 66,67% frente al 53,57%; p = 0,67).

 

Figura 3. Evolución de la puntuación mRs 0-2 con glucemia ≥ 155 mg/dL (grupo con insulinoterapia) frente a < 155 mg/dL (grupo sin tratamiento insulinizante) al alta, a los 30 días y a los 90 días.






 

Discusión


Nuestro estudio determina que presentar valores de glucemia ≥ 155 mg/dL en el momento del ingreso y durante las primeras 72 horas en la fase aguda del ictus asocia más complicaciones agudas con mayor morbilidad y mortalidad a los tres meses, de manera estadísticamente significativa, sin diferencias entre protocolos de terapia de insulina iv o sc en pacientes con o sin DM2 previa.

Si bien las evidencias hasta la fecha no demuestran consensuadamente si el empeoramiento pronóstico se debe a la hiperglucemia del ingreso y mantenida [12], o únicamente a la hiperglucemia que acontece y persiste independientemente de los valores iniciales [3], nuestros resultados encuentran diferencias pronósticas negativas asociadas a ambos valores.

Mayoritariamente, en nuestra muestra, la hiperglucemia se objetivó en el grupo de pacientes con mayor prevalencia de DM2, aunque estudios previos orientan a que se trata de un factor pronóstico independiente [2-5] de padecer DM2 [3,4,13] y proponen la hiperglucemia de estrés entre otras teorías, e incluso sugieren que los pacientes sin DM2 presentan peor tolerancia a la hiperglucemia durante la isquemia aguda y peor pronóstico [4]. La última actualización de las guías de la European Stroke Organisation y de la American Heart Association/American Stroke Association recomienda valores de glucemia entre 140 y 180 mg/dL, sin un método de tratamiento protocolizado [2,5]. Estas recomendaciones continúan siendo similares desde hace 10 años, posiblemente a consecuencia de la heterogeneidad en el diseño de los estudios, que limita su comparación y validez externa.

En lo que respecta al manejo, ningún estudio ha demostrado beneficio significativo entre tratamientos. El estudio SHINE [6] concluyó mayor riesgo de hipoglucemia en terapia iv, pero aplicando tratamiento intensivo. Nuestro estudio tampoco demuestra diferencias significativas en cuanto el método de tratamiento, independientemente de la DM2, lo que coincide con los resultados previos.

El estudio español GLIAS [14] estableció por curvas ROC el valor de 155 mg/dL como corte pronóstico a partir del cual la morbimortalidad aumentaba significativamente. Nuestro estudio emplea dicho corte para el inicio de la insulinoterapia y demuestra que los pacientes que precisaron tratamiento, presentaron significativamente mayor número de complicaciones agudas y mayor mortalidad a los tres meses.

El estudio GIST [15] propuso un protocolo iv similar al nuestro, en el que la aplicación de insulina iv en pacientes con glucemia > 126 mg/dL presentaba mayor similitud a la curva fisiológica de la glucemia, sin diferencias en la morbimortalidad, posiblemente por el punto de corte seleccionado.

En actualidad, el foco se dirige no a un valor concreto, sino a la variabilidad de la glucemia. En los últimos estudios, las variaciones amplias de glucemia se asocian con mayor mortalidad [16,17] y presentan heterogeneidad en determinar su variación óptima. En el estudio GLIAS II [17], los pacientes respondedores al tratamiento presentaron una variabilidad glucémica de 21,5 DE (12,8-29,8) mg/dL frente a los no respondedores –variabilidad glucémica 36,6 (25,5-52,9) mg/dL–, p < 0,001, con peor pronóstico a los 90 días. En nuestros resultados, los pacientes con mayor variabilidad glucémica presentaron peor pronóstico a los 90 días, sin diferencias entre el tipo de terapia recibida, pero cabe destacar los valores de variabilidad glucémica < 36,6 mg/dL en el grupo con DM2 al que se le aplicó el protocolo de tratamiento iv.

Como limitaciones de nuestro estudio están: la ausencia de perfil glucémico completo en 53 pacientes, lo que supone una pérdida de datos significativa; la prevalencia de DM2 en el grupo insulinizado > 80%, lo que supondría un sesgo de confusión; en los subgrupos según terapia de insulina sólo un paciente con hiperglucemia de estrés recibió tratamiento iv, por lo que el subgrupo de hiperglucemia de estrés no fue comparable; la variabilidad glucémica se calculó mediante glucemias capilares cada seis horas sin determinarse el coeficiente de variación de la desviación estándar de la media ni monitorización continua que permitiera resultados más exactos; y, finalmente, cabe añadir que la elección de la pauta sc fue a criterio del neurólogo a cargo, por lo que la asignación de tratamiento no fue aleatorizada.

Conclusiones


Los resultados obtenidos en nuestro estudio sugieren que los pacientes con valores de glucemia ≥ 155 mg/dL durante las primeras 24-72 horas del ictus presentan mayor variabilidad glucémica, complicaciones agudas y mortalidad a tres meses, sin que se observaran diferencias en el tipo de protocolo de insulina utilizado independientemente de padecer DM2. Es necesario determinar el papel de la variabilidad glucémica como factor pronóstico independiente en la fase aguda, su método de medición, variabilidad óptima y manejo terapéutico que logre los resultados más favorecedores, incidiendo en el empeoramiento pronóstico que conlleva la disglucemia en la fase aguda del ictus.

 

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Glycemic management in the stroke unit and its relationship with morbidity and mortality


Aim. To determine the treatment of hyperglycemia in the stroke unit, and to compare the morbidity and mortality of patients treated with an intravenous (iv) insulin therapy protocol compared to subcutaneous (sc) insulin when reaching glycemia levels of = 155 mg/dL.

Patients and methods. We performed a prospective observational study of patients admitted to our stroke unit between July and October 2022. Demographic, glycemic and prognostic variables were collected. Glycemic variability was defined as the standard deviation (SD) of the mean individual glycemia during the first 24-72 hours. Acute complications during admission and mortality at discharge and at 3 months were determined. The variables were analysed by subgroup according to the insulin regime in patients with type 2 diabetes mellitus (DM2) or stress hyperglycemia.

Results. The sample consisted of 181 patients, of whom 63.5% were male, with a mean age of 74.2 (SD: 11.6) years. 25.4% required insulin due to glycemia = 155 mg/dL (18 patients iv and 28 sc). 31.5% had DM2 (82.6% of the group receiving insulin and 14% of group without insulin). The group receiving insulin presented higher levels of glycemic variability, at 33.3 (SD: 21.7) mg/dL vs. 11.7 (SD: 7) mg/dL (p < 0.01), more acute complications (43.5% vs. 19.2%; p < 0.01) and higher mortality at 3 months (19.5% vs. 6.6%; p = 0.04) than the group without insulin, and no differences were observed between the type of insulin regime in the subgroups with DM2 or stress hyperglycemia.

Conclusions. The patients with glycemia = 155 mg/dL presented higher levels of glycemic variability, acute complications and mortality at 3 months, and no differences were observed in the type of insulin regime, regardless of whether they had DM2.

Key words. Cerebrovascular disease. Hyperglycemia. Insulin. Mortality. Stroke. Time-to-treatment.
 

 

 

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