Original

Paresia de una extremidad superior. Recuperación mediante observación de la acción más imaginería motora en pacientes con ictus crónico

G. Valadez-Roque, J. Cantillo-Negrete, R.I. Carino-Escobar, A. Torres-Chávez [REV NEUROL 2024;78:307-315] PMID: 38813788 DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7811.2024017 OPEN ACCESS
Volumen 78 | Número 11 | Nº de lecturas del artículo 1.667 | Nº de descargas del PDF 37 | Fecha de publicación del artículo 01/06/2024
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RESUMEN Artículo en español English version
Introducción La observación de la acción (OA) y la imaginería motora (IM) se consideran formas de representación motora funcionalmente equivalentes, relacionadas con la ejecución del movimiento (EM). Debido a sus características, la OA y la IM se han propuesto como técnicas para facilitar la recuperación de las hemiparesias de la extremidad superior posterior a ictus.

Pacientes y métodos Se realizó un diseño experimental, longitudinal y prospectivo simple ciego. Participaron 11 pacientes, quienes fueron asignados aleatoriamente a cada grupo de estudio. Ambos grupos recibieron de 10 a 12 sesiones de terapia física. Cinco pacientes fueron asignados al grupo de tratamiento control y seis pacientes al grupo de tratamiento experimental (OA + IM). A todos se les evaluó antes y después del tratamiento para determinar la función, la fuerza (newtons) y la movilidad (porcentaje) de la extremidad afectada, así como la desincronización de alfa (8-13 Hz) en el área motora suplementaria, la corteza premotora y la corteza motora primaria durante tareas de OA + IM y observación de la acción más ejecución motora (OA + EM).

Resultados El grupo experimental presentó mejoría en la función y la fuerza. Se encontró correlación negativa entre la desincronización en el área motora suplementaria y la función, así como incremento postratamiento de la desincronización en la corteza premotora del hemisferio lesionado únicamente para el grupo experimental.

Conclusiones Una intervención basada en OA + IM impacta positivamente en la recuperación de la extremidad superior parética mediante la estimulación del área motora suplementaria, corteza involucrada en la preparación y aprendizaje del movimiento. La terapia OA + IM puede usarse como tratamiento complementario en pacientes con paresia de una extremidad superior posterior a un ictus crónico.
VIDEOS
Palabras claveDesincronización de alfaEjecución motoraIctusImaginería motoraObservación de la acciónParesia de extremidad superior CategoriasPatología vascular
TEXTO COMPLETO (solo disponible en lengua castellana / Only available in Spanish)

Introducción


La observación de la acción (OA) [1,2] y la imaginería motora (IM) [3] se consideran formas de representación motora funcionalmente equivalentes, relacionadas con la ejecución del movimiento (EM) [4,5]. De acuerdo con la evidencia de neuroimagen, durante tareas de OA y de IM tanto el área motora suplementaria como la corteza premotora se activan de manera semejante [6]. Ambas regiones interactúan con la corteza motora primaria en la planeación e inicio de movimientos secuenciados [7,8]. Debido a estas características funcionales, tanto la OA como la IM se han propuesto como técnicas para facilitar la recuperación de las hemiparesias de la extremidad superior posterior a ictus [9-13]. 

Diversos estudios sobre los efectos de intervenciones basadas en OA para pacientes con ictus describen mejoría en escalas clínicas de la función motora al compararla con una línea base o controles [14-18]. Asimismo, se han administrado tratamientos centrados en la IM para evaluar sus efectos clínicos [19,20] (para una revisión, véase Fernández-Gómez y Sánchez-Cabeza [21]) mediante la reducción del grado de afectación del miembro parético, incremento en su uso y mantenimiento de los efectos positivos [22-25]. No obstante, existen estudios que comunican resultados contrarios sobre las intervenciones basadas en OA e IM para pacientes con ictus; en este sentido, Ietswaart et al [26] y Braun et al [27] concluyen en sus respectivas investigaciones que los tratamientos no producen recuperación motora en estos casos.

A pesar de que las intervenciones basadas en OA y en IM para pacientes con paresia de una extremidad superior como secuela de ictus han demostrado producir mejoría clínica [28,29], Vogt et al [9] apuntan que ‘normalmente solo una forma de tratamiento, OA o IM, se ha usado como intervención’, argumentando que esta aproximación ignora los posibles beneficios de un entrenamiento motor multimodal basado en OA más IM (OA + IM). La investigación de Conson et al [30] con sujetos sanos, sustenta esta propuesta al demostrar que la OA tiene efectos facilitadores para la IM, mientras que Sun et al [31] alegan que una intervención centrada en OA + IM mejora la activación en la corteza sensoriomotora y facilita la recuperación de la extremidad superior parética en pacientes con ictus.

El presente estudio tuvo como objetivo investigar los efectos de una intervención basada en OA + IM complementaria a la rehabilitación física en pacientes con ictus crónico, bajo la hipótesis de que la estimulación mediante OA + IM potencia la recuperación de la fuerza, la movilidad y la función de la extremidad superior parética. Para superar algunas limitaciones presentadas en el estado del arte, se tomaron las siguientes medidas: la intervención se basó en OA e IM de manera conjunta (OA + IM) [32]; las mediciones clínicas de fuerza y movilidad se llevaron a cabo mediante un dispositivo robótico computarizado; los pacientes tenían al menos 12 meses de evolución, de manera que la recuperación esperada en los primeros seis meses hubiera alcanzado su meseta [33-35]; y se llevaron a cabo registros electroencefalográficos para determinar si la estimulación vía OA + IM producía cambios a largo plazo (6 semanas) en la actividad eléctrica cerebral en áreas motoras [32,36]. 
 

Pacientes y métodos


Diseño del estudio


Se realizó un diseño experimental, longitudinal y prospectivo. Cada paciente fue asignado al azar a un grupo mediante aleatorización por tómbola. El estudio fue ciego simple con evaluación ciega por terceros; ni los evaluadores ni los pacientes sabían a qué grupo pertenecían. 

Pacientes


Los pacientes se reclutaron en el servicio de daño cerebral adquirido del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INR-LGII) en la Ciudad de México y debían cumplir con los siguientes criterios de inclusión: a) primer ictus con evolución de más de 12 meses; b) diestros; c) mayores de 18 años; y d) minimental mayor o igual a 20. Se excluyó a los pacientes: a) con ictus secundario a traumatismo craneoencefálico; b) en tratamiento concurrente para paresia de extremidad superior; c) con cuadriparesia; d) con discapacidad visual; y e) con padecimientos crónicos no controlados. Las características sociodemográficas de la muestra pueden observarse en la tabla I.

 

Tabla I. Características sociodemográficas de la muestra total y por grupo.
 

Edad en años

Evolución en semanas

Sexo

Paresia

Tipo de ictus

Hemisferio lesionado


Muestra total
(N = 11)
 

50,4 (±10,6)

141 (±92,2)

H = 6, M = 5

Der = 6

Izq = 5

Isq = 8

Hem = 3

Der = 5

Izq = 6


Grupo experimental
(n = 6)
 

53,1 (±11,1)

136,8 (±107)

H = 4, M = 2

Der = 3

Izq = 3

Isq = 3

Hem = 3

Der = 3

Izq = 3


Grupo control
(n = 5)
 

47,2 (±10)

146,2 (±82,8)

H = 2, M = 3

Der = 3

Izq = 2

Isq = 5

Hem = 0

Der = 2

Izq = 3


Der: derecha; H: hombre; Hem: hemorrágico; Isq: isquémico; Izq: izquierda; M: mujer.
 

 

El estudio fue aprobado por el Comité de Investigación y Ética del INR-LGII. Los pacientes dieron su consentimiento informado escrito de acuerdo con los estándares de la Declaración de Helsinki. 

Variables de estudio


Principales

La variable de interés función deriva del dominio llamado función motora, de acuerdo con la escala de evaluación Fugl-Meyer, que determina clínicamente la recuperación posterior a ictus a través de la observación directa del desempeño. La escala de evaluación Fugl-Meyer mide también otros dominios, como la función sensitiva, el equilibrio, el movimiento articular y el dolor articular, calificándolos en una escala ordinal de tres opciones (0 = no puede ejecutar; 1 = ejecuta parcialmente; y 2 = ejecuta totalmente) [37,38]. De acuerdo con los objetivos de la presente investigación, la evaluación se centró únicamente en los ítems relacionados con el movimiento de la extremidad superior (hombro, codo y muñeca), considerando cambios en la actividad refleja y la actividad voluntaria en relación con sinergias motoras.

Para la medición, control e intervención se usó el sistema robótico para rehabilitación AMADEO®, el cual sujeta el brazo y la mano del paciente a un dispositivo compuesto por palancas a las que se acoplan los dedos mediante imanes (Fig. 1a). El robot aplica diferentes resistencias de flexión y extensión a cada dedo, además de medir los rangos de movimiento, las fuerzas recibidas y la potencia de movilidad. Las variables de interés fueron la fuerza combinada (newtons) de flexión y extensión de los dedos y el rango de movilidad (porcentaje) de la mano. Mediante AMADEO® también se aplicó el programa de terapia física [39].

 

Figura 1. a) Evaluación mediante el sistema AMADEO®; b) Registro electroencefalográfico; c) Intervención centrada en OA + IM.






 

Secundarias

El registro electroencefalográfico se realizó en un cuarto iluminado y semisonoamortiguado, con los pacientes sentados cómodamente con los brazos apoyados en los reposabrazos de un sillón acolchado (Fig. 1b), mediante un amplificador de bioseñales modelo g.USBamp, marca g.TEC de 16 canales, con frecuencia de muestreo de 256 Hz y electrodos activos. Los datos para el análisis electroencefalográfico cuantitativo se obtuvieron durante tres tareas: reposo con ojos abiertos (línea base), OA + IM y observación de la acción más ejecución motora (OA + EM). Los movimientos observados en vídeo (levantar una botella y levantar una cuchara) se presentaron en un monitor de 50 cm ubicado en una mesa a un metro de distancia frente a los pacientes.

Los ensayos tuvieron la siguiente estructura
(Fig. 2a): a) cruz blanca fija al centro del monitor durante tres segundos; b) beep y flecha apuntando aleatoriamente a la izquierda o a la derecha durante 1-1,5 segundos para indicar qué mano debía usarse para la tarea; c) vídeo corto que mostraba aleatoriamente una mano en primera persona levantando una botella o una cuchara durante 3,5-4 segundos; y d) pantalla azul durante 3-5 segundos para indicar el final del ensayo. Las fluctuaciones en los tiempos de presentación de los estímulos flecha, vídeo y pantalla azul se distribuyeron aleatoriamente durante los ensayos y todos los pacientes estuvieron expuestos a ellas en igual proporción. Todos los pacientes realizaron todas las tareas. Para fines de control, la mitad de los ensayos se realizó con la extremidad superior parética y la otra mitad con la extremidad superior no parética.

 

Figura 2. a) Estructura de los ensayos electroencefalográficos; b) Posición de los electrodos del electroencefalograma.






 

Durante la presentación del vídeo, los pacientes debían imaginar (OA + IM) o ejecutar (OA + EM) el movimiento observado, de acuerdo con lo indicado al inicio de cada serie de ensayos. El orden de las series de OA + IM y OA + EM fue aleatorio para evitar efectos de acarreo. Se realizaron ocho series de 20 ensayos por cada paciente, con períodos de reposo de 3-5 minutos después de cada dos series. Cuatro series (80 ensayos) correspondieron a la condición de OA + IM y cuatro más a la condición de OA + EM. Cada serie tuvo una duración de 4-5 minutos aproximadamente, y el registro tuvo una duración total de 35-45 minutos.

La inclusión de la tarea de OA + EM durante el registro electroencefalográfico obedece a la evidencia acerca de la equivalencia funcional y participación de sustratos neuronales similares durante la representación motora (OA e IM) y la ejecución motora (EM), que permitirían que el entrenamiento en la primera facilitara la segunda [4-6,9,31].

El análisis electroencefalográfico se centró en ventanas de un segundo durante los primeros tres segundos del vídeo para cada condición, separando los ensayos de extremidad superior parética y extremidad superior no parética. Se registraron seis electrodos de superficie acomodados de acuerdo con el sistema internacional 10-20 y localizados sobre el área motora suplementaria (Fz y Cz), la corteza premotora (F3 y F4) y la corteza motora primaria (C3 y C4) (Fig. 2b). La variable electroencefalográfica cuantitativa de interés para este estudio fue la desincronización relacionada con el evento del ritmo alfa (8-13 Hz) [40-42].

Intervención


Los pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión se evaluaron mediante la escala de evaluación Fugl-Meyer, AMADEO® y un electroencefalograma cuantitativo antes de la asignación aleatoria a los grupos. Durante la intervención, tanto los pacientes como los profesionales encargados de la terapia física y las evaluaciones desconocían el grupo al que pertenecían. Al concluir el tratamiento, los pacientes se evaluaron nuevamente mediante la escala de evaluación Fugl-Meyer, AMADEO® y un electroencefalograma cuantitativo.

El grupo experimental recibió de 10 a 12 sesiones de tratamiento, que consistió en 10-12 minutos de terapia física más 25-30 minutos de OA + IM, centrados exclusivamente en la extremidad superior parética. Se administraron dos sesiones por semana, los lunes y jueves, durante seis semanas. La terapia física consistió en movimientos continuos de flexión y extensión de los dedos de la mano con frecuencia de 0,5 Hz. Antes de cada sesión se realizaron estiramientos de la mano (flexión y extensión de los dedos y la muñeca) y el brazo (flexión y extensión del codo y el hombro) como calentamiento para prevenir lesiones, dispuestos por un fisioterapeuta especializado en neurorrehabilitación. La intervención en OA + IM consistió en observar vídeos con movimientos de la mano repetitivos de acciones de la vida diaria (levantar una botella y levantar una cuchara), con perspectiva en primera persona, presentados en una pantalla de ordenador a 50 cm de distancia del paciente (Fig. 1c). Mientras observaban los movimientos, se les indicó que imaginaran que ellos mismos los realizaban con la extremidad superior parética, pero manteniéndola inmóvil, evocando cómo se sentiría al tocar la botella o la cuchara (temperatura y textura), la fuerza y tensión que deberían poner en el brazo y la mano, la posición del brazo y los dedos necesaria para conseguir la tarea y, además, la sensación de terminar el movimiento (beber de la botella o comer de la cuchara). La frecuencia de presentación de cada tarea fue la misma (el 50% levantar la botella y el 50% levantar la cuchara).

El grupo control recibió de 10 a 12 sesiones de terapia física con parámetros idénticos a los del tratamiento experimental. Con la finalidad de asegurar la constancia entre condiciones, después de la terapia física se designaron 25-30 minutos para una entrevista informal entre experimentador y paciente, durante la cual se presentaron los mismos vídeos usados para la intervención experimental a una distancia de 50 cm dentro del campo visual del paciente, sin brindar indicaciones al respecto, de manera que ambos grupos estuvieron expuestos a los mismos estímulos, con la diferencia de que el grupo experimental fue entrenado en OA + IM.

Durante la intervención, ninguno de los grupos realizó la tarea de OA + EM requerida para los registros electroencefalográficos, con el objetivo de evitar una posible interferencia entre los tratamientos.

Estadísticos


Se usó el paquete estadístico SPSSâ versión 22.0 (IBM Corp., New York, Estados Unidos) para analizar las variables estudiadas. De manera inicial, se estableció la equivalencia de los grupos para las variables edad, tiempo de evolución y estado cognitivo (minimental) mediante la prueba U de Mann-Whitney. Posteriormente se realizó el mismo análisis con las variables de interés función, fuerza, movilidad y desincronización.

Se compararon las mediciones de función, fuerza, movilidad y desincronización, antes (PRE) y después (POS) del tratamiento, usando la prueba de Wilcoxon para establecer el efecto de la intervención en la muestra total y por grupo. Después se compararon las mediciones POS de las mismas variables entre grupos mediante la prueba U de Mann-Whitney para determinar si el grupo experimental presentaba mayor grado de mejoría. Se calculó el tamaño del efecto para todas las comparaciones mediante la d de Cohen o la g de Hedges según fuera el caso.

Finalmente, se correlacionaron las variables principales que presentaron cambios significativos con la desincronización mediante la prueba rho de Spearman para comprobar si la mejoría clínica estaba relacionada con la actividad eléctrica cerebral en alguna región específica (área motora suplementaria, corteza premotora o corteza motora primaria). El nivel de significancia establecido para todos los análisis fue de alfa < 0,05. 
 

Resultados


Se reclutó a 14 pacientes, tres de los cuales fueron excluidos, dos por no cumplir los criterios de inclusión y uno por negarse a participar.

Los grupos se consideraron equivalentes, pues ninguna de las variables medidas antes del tratamiento presentó diferencias significativas (p < 0,05) (Tabla II).

 

Tabla II. Comparación de variables pretratamiento.
 

Control (RP)

Experimental (RP)

U

Z

p


Edad (años)
 

5

6,83

10

–0,913

0,361


Evolución (semanas)
 

6,6

5,5

12

–0,548

0,584


Estado cognitivo
 

6,8

5,33

11

–0,746

0,456


Funcionalidad PRE
 

6,5

5,58

12,5

–0,457

0,647


Fuerza PRE
 

6,4

5,67

13

–0,369

0,712


Movilidad PRE
 

4,8

7

9

–1,095

0,273


Desincronización
         

Fz OA + EM NP PRE
 

5,8

6,17

14

–0,183

0,855


Fz OA + EM PA PRE
 

5,4

6,5

12

–0,548

0,584


F LES OA + EM PA PRE
 

7

5,17

10

–0,913

0,855


F: frontal; Fz: frontal medial; LES: lesionado; NP: no parético; OA + EM: observación de la acción más ejecución motora; PA: parético; PRE: pretratamiento; RP: rango promedio.
 

 


Función, fuerza y movilidad


La comparación PRE frente a POS de la muestra total mostró diferencias significativas en la función (PRE, mediana 17 y rango 34, frente a POS, mediana 18 y rango 34; Z = –2,546, p = 0,011 y d = 0,234), pero no en la fuerza o la movilidad. Al comparar los cambios por grupos, se presentaron incrementos significativos en la función (PRE, mediana 12 y rango 34, frente a POS, mediana 20,5 y rango 34; Z = –2,032, p = 0,042 y d = 0,312) y la fuerza (PRE, mediana 43,5 y rango 64, frente a POS, mediana 58,5 y rango 66; Z = –2,201, p = 0,028 y d = 0,599) en el grupo experimental, mientras que en el grupo control no se presentaron cambios significativos en ninguna de las variables (Fig. 3).

 

Figura 3. Comparación pretratamiento (PRE) frente a postratamiento (POS) de variables clínicas en la muestra total, el grupo control y el grupo experimental.






 

La comparación POS entre grupos reveló significativamente mayor fuerza en el grupo experimental (experimental, mediana 58,5 y rango 66, frente a control, mediana 29 y rango 68; U = 4, p = 0,045 y g = 0,824), y ninguna diferencia significativa en la función o la movilidad (Fig. 4).

 

Figura 4. Comparación de variables clínicas postratamiento (POS) entre el grupo control y el grupo experimental.






 

Desincronización


Se encontraron cambios significativos durante la OA + EM, pero no durante la OA + IM. La comparación PRE frente a POS de la muestra total en Fz durante la OA + EM de la extremidad superior parética (OA + EM PA) mostró un incremento significativo en la desincronización POS (PRE, mediana 0,059 y rango 0,346, frente a POS, mediana –0,183 y rango 0,344; Z = –2,49, p = 0,013 y d = 1,399). Cuando se realizó la comparación por grupos, esta diferencia se mantuvo significativa en el grupo experimental (PRE, mediana 0,042 y rango 0,237, frente a POS, mediana –0,188 y rango 0,181; Z = –2,201, p = 0,028 y d = 2,819), pero no en el grupo control. Además, se encontró, para el grupo experimental, un incremento significativo en el mismo electrodo (Fz) durante la OA + EM de la extremidad superior no parética (OA + EM NP) (PRE, mediana –0,047 y rango 0,375, frente a POS, mediana –0,18 y rango 0,3; Z = –1,992, p = 0,046 y d = 1,628) (Fig. 5).

 

Figura 5. Desincronización pretratamiento (PRE) frente a postratamiento (POS) en frontal medial (Fz) durante la observación de la acción más ejecución motora (OA + EM) de la extremidad superior no parética (NP) y la extremidad superior parética (PA) en la muestra total, el grupo control y el grupo experimental






 

La única diferencia significativa en la desincronización POS entre grupos se encontró en el electrodo frontal del hemisferio lesionado (F LES) durante la OA + EM PA, en la que el grupo experimental presentó mayor desincronización POS (experimental, mediana –0,057 y rango 0,296, frente a control, mediana –0,269 y rango 0,335; U = 3, p = 0,03 y g = 1,421) (Fig. 6).

 

Figura 6. Comparación de la desincronización postratamiento (POS) en frontal sano (F SAN) y frontal lesionado (F LES) durante la observación de la acción más ejecución motora (OA + EM) de la extremidad superior no parética (NP) y la extremidad superior parética (PA) entre el grupo control y el grupo experimental.






 

Correlación entre recuperación de la extremidad superior parética y desincronización


Se realizaron correlaciones para la muestra total, entre la función, la fuerza y la desincronización POS en Fz durante la OA + EM PA y la OA + EM NP, sin ningún resultado significativo. A continuación se realizó el mismo análisis para cada grupo y se encontró una correlación significativa fuerte positiva entre la función y la fuerza (rho(4) = 0,829 y p = 0,042), así como una correlación significativa fuerte negativa entre la función y la desincronización POS en Fz durante la OA + EM PA (rho(4) = –0,829 y p = 0,042) para el grupo experimental, pero no para el grupo control.
 

Discusión


Nuestros hallazgos demuestran que una intervención basada en la OA + IM facilita la recuperación de la extremidad superior parética en pacientes con ictus crónico en términos de función y fuerza, lo cual está de acuerdo con las propuestas de Vogt et al [9] y Eaves et al [13], con respecto a los beneficios de un entrenamiento motor multimodal en estos casos; y coincide parcialmente con lo notificado por Sun et al [31], quienes mostraron un incremento en la función relacionada con mayor activación de la corteza motora primaria, mientras que en nuestro estudio la relación se presentó entre la función y mayor activación del área motora suplementaria; una posible explicación para esta diferencia sería el tiempo de evolución, ya que nuestros pacientes crónicos son menos proclives a presentar modificaciones en áreas directamente relacionadas con el movimiento.

Asimismo, el incremento de la desincronización en el área motora suplementaria durante el movimiento de ambas extremidades superiores (OA + EM PA y OA + EM NP) después del tratamiento en el grupo experimental sugiere un efecto facilitador bilateral que está en línea con el estudio de Welniarz et al [43], quienes refieren una función moduladora del área motora suplementaria durante la preparación del movimiento, mientras que el incremento de la desincronización en la corteza premotora lesionada (F LES) durante el movimiento de la extremidad superior parética (OA + EM PA) en el grupo experimental indicaría procesos neuroplásticos relacionados con recuperación en la planeación del movimiento [44] e incluso con la reorganización para el control de parámetros básicos del movimiento habitualmente asignados a la corteza motora primaria, de acuerdo con lo descrito por Fridman et al [45].

Con respecto al incremento en la fuerza, el estudio de Scott et al [46] es el único antecedente que comunica una mejoría relacionada con la OA + IM. En conjunto, los hallazgos podrían indicar un efecto facilitador sobre la tensión intramuscular; no obstante, dichos autores se centraron en los músculos isquiotibiales, por lo que los resultados deben tomarse con cautela, pues se trata de grupos musculares y movimientos muy diferentes. También, se espera la correlación entre función y fuerza, pues la primera incluye aspectos de movimiento para los cuales la segunda es necesaria [38]. 

Un resultado interesante, aunque lógico, fue que durante la tarea de OA + EM y no durante la de OA + IM se encontró la mayor cantidad de cambios después del tratamiento en el grupo experimental, lo que parece coincidir con la propuesta de Jeannerod [4,5] acerca de la OA y la IM como fenómenos funcionalmente equivalentes y constituyentes encubiertos de la ejecución del movimiento.
 

Conclusiones


En este estudio examinamos los efectos de una intervención basada en OA + IM para pacientes con ictus crónico, bajo la premisa de que potencia la recuperación de la fuerza, la movilidad y la función de la extremidad superior parética. De acuerdo con los resultados, el tratamiento favoreció la mejoría en la fuerza y la función, pero no en la movilidad directamente.

Es probable que la intervención basada en OA + IM haya impactado de manera global en la recuperación de la extremidad superior parética mediante la estimulación del área motora suplementaria, región involucrada en la preparación, el inicio, el control y el aprendizaje del movimiento [6,47-49], lo cual indicaría que tiene un efecto positivo indirecto en la generación del movimiento, capacidad exclusiva de la corteza motora primaria [50], la cual no presentó cambios en la desincronización, y tampoco se detectaron cambios en la variable movilidad.

A juicio de los autores, lo anterior se complementa por el hecho de que los cambios en la desincronización se presentaron durante tareas de ejecución motora (OA + EM), y que, a su vez, la variable función está conformada tanto por movimientos reflejos como por movimientos voluntarios relacionados con sinergias motoras, es decir, que los efectos de la intervención podrían incidir en determinados parámetros del movimiento sin necesariamente favorecer la recuperación de la corteza motora primaria.

En resumen, nuestros hallazgos indican que la terapia centrada en OA + IM complementaria a la rehabilitación física puede usarse como tratamiento en pacientes con extremidad superior parética posterior a ictus y que sus efectos son favorables incluso en casos crónicos.

Es importante enfatizar que, a pesar de que los tamaños del efecto fueron de moderados a altos para las variables clínicas y muy altos para la activación cortical, los resultados deben tomarse con cautela, pues el estudio tuvo limitaciones importantes, como el tamaño y la heterogeneidad de la muestra, además de la baja resolución espacial inherente al electroencefalograma. Para futuras investigaciones se recomienda incrementar el tamaño de la muestra y homogeneizar sus características para robustecer el análisis estadístico, así como incluir estudios de imagen funcional durante las tareas para establecer de manera más precisa las áreas corticales involucradas. Finalmente, se sugiere administrar diferentes versiones del tratamiento basado en OA + IM para determinar los efectos de la duración, la frecuencia y el tiempo de exposición en la recuperación.

 

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Paresis of an upper extremity. Action observation and motor imagery in recovery of patients with chronic stroke


Introduction. Action observation (AO) and motor imagery (MI) are considered functionally equivalent forms of motor representation related to movement execution (ME). Because of their characteristics, AO and MI have been proposed as techniques to facilitate the recovery of post-stroke hemiparesis in the upper extremities.

Patients and methods. An experimental, longitudinal, prospective, single-blinded design was undertaken. Eleven patients participated, and were randomly assigned to each study group. Both groups received 10 to 12 sessions of physical therapy. Five patients were assigned to the control treatment group, and six patients to the experimental treatment group (AO + MI). All were assessed before and after treatment for function, strength (newtons) and mobility (percentage) in the affected limb, as well as alpha desynchronisation (8-13 Hz) in the supplementary motor area, the premotor cortex and primary motor cortex while performing AO + MI tasks and action observation plus motor execution (AO + ME).

Results. The experimental group presented improvement in function and strength. A negative correlation was found between desynchronisation in the supplementary motor area and function, as well as a post-treatment increase in desynchronisation in the premotor cortex of the injured hemisphere in the experimental group only.

Conclusions. An AO + MI-based intervention positively impacts recovery of the paretic upper extremity by stimulating the supplementary motor area, a cortex involved in movement preparation and learning. AO + MI therapy can be used as adjunctive treatment in patients with upper extremity paresis following chronic stroke.

Key words. Action observation. Alpha desynchronisation. Motor execution. Motor imagery. Paresis of the upper extremity. Stroke.
 

 

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