Introducción Desde 1975 no han existido estudios en Cuba para definir las características clínicas de pacientes con esclerosis múltiple (EM).
Objetivo Caracterizar a un grupo de pacientes cubanos con EM clínica definida. Material y métodos. Se estudiaron 58 pacientes con EM clínica definida (Poser et al) con estudios de velocidad de conducción motora (VCM) y sensitiva (VCS) normales. Se les realizaron diversas pruebas: escala clínica (Scripps), de incapacidad (EDSS) y de calidad de vida (Steps), así como diversos exámenes complementarios, clasificándose a cada paciente por su forma clínica evolutiva. Además, se compararon las dos formas clínicas más frecuentes y se aplicó la prueba de diferencia entre porcentajes para muestras no pareadas con nivel alfa de 0,05.
Resultados La enfermedad comenzó mayoritariamente a una edad inferior a los 40 años (86,1%), 75,9% mujeres y 82,8% en blancos. En un 15,5% había antecedentes familiares de EM y en 25,9% de enfermedades psiquiátricas y de factores desencadenantes (43,1%). Los síntomas iniciales más frecuentes fueron: piramidales (48,3%), sensoriales (41,4%) y cerebelares (39,7%). Las puntuaciones en la escala Scripps fueron < 80 en 60,2%, en la EDSS < 5 (61,9%) y en la Clinical Steps < 3 en el 65,4%. Los potenciales motores (81,9%), los potenciales somatosensoriales (PESS) (72,3%) y las imágenes de resonancia magnética (RMI) (76,4%) fueron los exámenes más anormales. La forma evolutiva exacerbación-remisión (ER) fue la más frecuente (53,4%), generalmente afectó a menores de 40 años (p= 0,02), EDSS < 5 (64,4%), Scripps > 80 (61,2%), Steps < 3 (95,6%), afectación de los sistemas piramidal (58,5%) y cerebelar (29,2%) y con anormalidad en la RMI en el 80%. La forma primaria progresiva (PP) fue la segunda en frecuencia (29,3%); el 29,4% tenían menos de 40 años, mayores alteraciones en todos los sistemas funcionales (100%), en los grados de incapacidad y calidad de vida (100%), en los PESS (92,5%), en las pruebas urodinámicas (58,85%) con menor positividad en la RMI (54,5%) al compararla con la forma ER.
Conclusiones Las diferencias encontradas entre las formas clínicas ER y PP indican un mayor deterioro en la forma PP, debido probablemente a la edad, al mayor compromiso cerebelar y de la médula espinal
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