C. SingerDOI: https://doi.org/10.33588/rn.2902.98505OPEN ACCESS
Volumen 29 |
Número 02 |
Nº de lecturas del artículo 6.586 |
Nº de descargas del PDF 1.157 |
Fecha de publicación del artículo 16/07/1999
Introducción La toxina botulínica representa la toxina biológica más potente conocida hasta hoy; es producida por el Clostridium botulinium, una bacteria anaeróbica Gram positiva.
Desarrollo La toxina botulínica tipo A es la más ampliamente utilizada en ensayos terapéuticos en humanos, y se ha convertido en el tratamiento de elección para el blefarospasmo, el espasmo hemifacial, la distonía cervical y la distonía laríngea. También provee una alternativa terapéutica para pacientes con distonía oromandibular y distonía de extremidades, especialmente el calambre del escritor, y se ha empleado con éxito en el tratamiento de la espasticidad y en la parálisis cerebral. Los beneficios de la terapia son numerosos; incluyen mejoría en la ambulación, mejoría en la posición del paciente confinado a silla de ruedas, mejoría en pacientes afectados por espasmos y mejoría en la facilidad de extender el brazo o la rodilla. La toxina también mejora el dolor y puede utilizarse como prueba terapéutica en la predicción de la respuesta a cirugías de elongamiento
Palabras claveBlefarospasmoDistonía cervicalDistonía de la manoDistonía focalDistonía laríngeaDistonía oromandibularEspasticidadParálisis cerebralToxina botulínicaCategoriasNervios periféricos, unión neuromuscular y músculoTrastornos del movimiento
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