Introducción Los trastornos específicos del aprendizaje se diferencian de los trastornos globales del desarrollo, porque, en general, sólo se encuentra afectado un número de mecanismos de procesamiento en particular, con indemnidad del resto.
Desarrollo La clasificación propuesta por el DSM-IV ofrece un punto de partida para el entendimiento clínico y el empleo de una nomenclatura en común. Sin embargo, es imprescindible una evaluación neuropsicológica para el entendimiento de subtipos clínicos. El abordaje neurocognitivo, teniendo en cuenta los sistemas de procesamiento afectados o comprometidos, debe incluir las estrategias y los principios del enfoque cognitivo-comportamental, acompañado de un entrenamiento cognitivo computarizado. El acercamiento farmacológico llega de la mano de fármacos con diversos mecanismos de acción y que responden a la relación que éstos tienen con el perfil neuropsicológico específico de cada tipo de trastorno del neurodesarrollo. Se plantea el uso clínico de diversos fármacos a la luz de las investigaciones recientes y pasadas: el metilfenidato para el subtipo disatencional de los trastornos por déficit de atención con hiperactividad (ADHD); el piracetam en el empleo de la dislexia del desarrollo de tipo diseidético; la citicolina en las disfasias infantiles de dominio del input sensorial; la tiaprida en las disfluencias y subtipo combinado del ADHD; la pipamperona en los trastornos de conducta y en el subtipo hiperactivo-impulsivo del ADHD, solo o asociado a tics, y la selegilina en el subtipo desatento del ADHD y en las disgrafias del subtipo con dominio del trastorno caligráfico y espacial
Palabras claveAcalculiaCiticolinaDiscalculiaDislexiaEntrenamiento neurocognitivoMetilfenidatoPipamperonaPiracetamSelegilinaTiapridaTrastornos específicos del aprendizajeCategoriasNeuropsicología
TEXTO COMPLETO(solo disponible en lengua castellana / Only available in Spanish)