Introducción Una de las estrategias terapéuticas en la fase aguda de la isquemia cerebral es la utilización de antiagregantes y anticoagulantes.
Desarrollo Hasta hace poco, su uso en esta situación clínica se basaba en el empirismo, debido a resultados favorables de ensayos clínicos que empleaban estos fármacos en la isquemia coronaria aguda y a los resultados de algunos ensayos clínicos preliminares, pero no definitivos, en la fase aguda del infarto cerebral. Éstos incluían un escaso número de pacientes y errores de aleatorización, no permitiendo definir claramente el balance beneficio/riesgo, fundamentalmente el sangrado de cualquier origen. Sin embargo, sirvieron de base al diseño de nuevos estudios. Así, con anticoagulantes, se realizó el IST que incluyó a un gran número de pacientes. Fue aleatorio y abierto, empleándose heparina no fraccionada subcutánea y sin control de TTPa. La utilización de heparina se asoció a un aumento significativo del número de hemorragias, sin beneficio neto evidente, por lo que no debe recomendarse su uso bajo estas premisas. Otros ensayos usaron heparinoides (TOAST) o heparinas de bajo peso molecular (FISS y FISS bis) y tampoco demostraron ningún beneficio. Respecto a ensayos con antiagregantes, tenemos el IST y el CAST, que incluyeron un gran número de pacientes, con un diseño aleatorio y abierto. Los resultados mostraron un beneficio, con reducción de las recurrencias precoces de isquemia y de la muerte o dependencia, así como un aumento de las recuperaciones, significativo pero poco relevante.